16.3.05

El manga salva a las nuevas generaciones

Los inescrutables designios del azar se empeñaron en que asistiera el pasado sábado al Salón del Manga de Jerez, un desplazamiento que se saldó con unas cuantas deducciones sobre el mundillo y otras tantas fotos que lo corroboran. En primer lugar, como aficionado al cómic japonés y a la animación, no encuentro la diferencia entre el cosplay y los clásicos disfraces de Carnaval. Si en ambos casos la cuestión es travestirse e interpretar el papel de la máscara, ¿por qué llamarlos de un modo distinto? Lo cierto es que las mallas verdes, las casacas azules y los uniformes de colegialas a go-gó llamaron mucho más mi atención que cualquier stand de novedades. No en vano, el salón jerezano tiene muy buena fama en ese aspecto, aunque resultaba curiosa la estampa.



Por un lado los padres de los otakus más jóvenes, con la actitud de asistir a una fiesta infantil de McDonald’s y sin perder de vista a sus vástagos desde la barra. Y por otra parte, desperdigadas por todo el recinto, cosplayers menores de edad ataviadas según el criterio de unos dibujantes nipones bastante perversos. Había de todo, verdaderos monstruos y auténticas hermosuras, así como aficionados un pelín excitados debido a la presencia de sus heroínas de carne y hueso.



Dada mi ignorancia sobre la mayoría de las series manga que se editan actualmente solicito la ayuda de los lectores más avezados para identificar, al menos, los personajes que aparecen fotografiados aquí. Había otros modelos, un poco extraviados, de Pac-Man y X-Men, y un concurso oficial donde el sonido dejaba mucho que desear.



En los stands, librerías y asociaciones hacían su agosto merced a una marabunta que, por el hecho de no vivir en ninguna capital de provincia tiene más dificultades que la media para completar una colección. ¡Y hubo tantas transacciones que más de un tendero se quedó con la vuelta en la mano! Entre los mensajes del salón, el socorrido “Lo peligroso no es el manga, sino la ignorancia” (¿no estaba superado?), estampada en pósters y camisetas.



Proyecciones de anime, concursos de karaoke y baile coordinado, lucha de gladiadores (con algún gordito convencido de que ha encontrado su vocación) y un taller de idioma constituían el programa de actividades paralelas. Aunque también hallé ciertos tebeos americanos algo despistados en medio del fragor del sol naciente. Sin duda, me quedo con el sentimiento positivo propiciado por los chavales que me acompañaban durante el viaje de vuelta en autobús. Henchidos de hormonas y alegría post-consumista, todos comentaban con detalle lo bien que lo habían pasado aquella tarde en el pabellón de deportes. No cabe duda de que el manga ha salvado a las nuevas generaciones.

11.3.05

Estela Plateada, Kane nº2 y Freak Brothers

Siempre he sido un fan de las sagas cósmicas, así que después de saber que Panini iba a editar un volumen de Estela Plateada con la miniserie de seis números Comunión, editada en 2004, me entró el gusanillo y quise agenciarme la gloriosa etapa firmada por Stan Lee y John Buscema. ¡Cuál sería mi sorpresa cuando descubrí que ni siquiera aquellas librerías que se autodefinen como las poseedoras de los stocks más completos disponían de los tebeos que yo quería! Tan sólo buscaba tres tomos de la colección Clásicos Marvel en Blanco y Negro (ejemplares 4, 8 y 10, que contienen del 1 al 18 de la tirada americana), y la respuesta fue la siguiente:

"Lamentamos comunicarte que todo lo que nos pides está ahora mismo agotado y con pocas posibilidades de recepción en breve plazo debido a que Planeta dejó de ser editor de Marvel a principios de este año, de forma que no creemos que lleguen otra vez estos cómics que nos pides."

Ahora comprendo la magnitud de la tragedia, y el grito entusiasta de aquellos aficionados que aún se quedan boquiabiertos ante la "ejemplar labor editorial" de Panini se convierte en una auténtica molestia. ¡Como si Planeta no nos hubiera tratado bien todos estos años! ¿Olvidaron los buenos ratos y se cambiaron de chaqueta sin más? Por otra parte, la tienda on-line en cuestión (calma, no daremos su nombre, sólo sus iniciales: "A.C.") podría haber mostrado estar un poco más al día y hablar de la "no renovación del acuerdo entre Norma Editorial y DC Comics tras ocho años de publicación", que ha salido hasta en los periódicos.



Pero hay más noticias por otros frentes. A saber, Dolmen anuncia que el número 2 de Kane podría retrasarse hasta el día 23 de este mes o incluso a primeros de abril, dependiendo de la consabida imprenta. Desde aquí ya le adjudicamos el título de tebeo del mes, dado que todo el material que contendrá el tomo es inédito, una vez superada la edición de seis números que hizo Planeta años atrás. Además, la editora ha mostrado su voluntad de seguir publicando la serie de Paul Grist (si nada se tuerce, el tercer volumen saldría a la venta en junio), que en Gran Bretaña -autoeditado por el propio dibujante bajo el nombre de Dancing Elephant Press- ya ha alcanzado el número 31.

Esta obra narra la vida cotidiana en Nuevo Edén, a cuya comisaría acaba de reincorporarse el detective Kane, que fue expulsado del cuerpo por matar a su compañero Dennis Harvey. Para sustituirle surge la agente Kate Felix, una mujer policía bastante inquietante y de métodos contundentes. Enfrente, personajes bien trazados como el rencoroso Lovett que le hace la vida imposible, el capo Oscar Darke con su particular pronunciación, el mercenario Frankie (vaya obsesión con los acentos, ¡éste cecea!), un alcalde digno de risa, un superhéroe llamado Megaman y hasta conejos rosas poco fiables. Grist se sirve de numerosas técnicas para sorprender al lector, con especial predilección por los flash-backs (diferenciados por viñetas más estrechas) y los golpes de efecto al final de los episodios. Igualmente prueba experimentos como enhebrar historias enteras sin bocadillos o relatar los hechos a través de las conexiones en directo de TV y radio, muy presentes en Nuevo Edén.

Lo bueno de la periodicidad de Dolmen es que, teniendo en cuenta que el número anterior salió en noviembre, los seguidores de esta serie disponemos de tiempo de sobra para releer y ponernos al día mientras se anuncia la aparición del próximo ejemplar, una prueba que sólo los cómics de calidad superan hoy en día.

Para terminar, reseñar que La Cúpula viene reeditando los libros descatalogados de la colección Obras Completas de Gilbert Shelton, y en concreto este mes sale a la luz el número 3 de Freak Brothers, largamente esperado por los completistas. En su interior, un montón de historias en blanco y negro que han sabido envejecer estupendamente. ¿Cómo es posible que las desventuras de Fat Freddy, Freewheelin' Franklin y Phineas sigan pareciendo tan actuales, casi cuatro décadas después del Mayo del 68? Uno se percata de que, o bien han cambiado muy poco las cosas, o bien el arte y el sentido humor de su autor están por encima de todo.

8.3.05

Dinero, de Miguel Brieva

Hoy en día es cada vez más difícil distinguir entre publicaciones profesionales y fanzines, puesto que la calidad de estos últimos ha mejorado ostensiblemente en muy pocos años. Basta echar un vistazo al estante correspondiente en cualquier librería para comprobar que nada tienen que envidiar a los ejemplares distribuidos por las grandes empresas. Si encima se trata de una autoedición, el mérito del aficionado es doble.

Estamos hablando de Dinero, de Miguel Brieva, una Revista de poética financiera e Intercambio Espiritual que suele agotarse a las primeras de cambio, todo un logro en el ámbito de las ediciones amateur, más dadas a amarillear sus tiradas en un rincón. En su interior, el dibujante sevillano arremete con sarcasmo en favor del capitalismo, en una suerte de Calendario Zaragozano o miscelánea donde tienen cabida los manifiestos, las profecías y las inserciones publicitarias de corte clásico. Ilustraciones realistas que hacen sospechar incluso del uso/manipulación de la fotografía por parte del autor, que ofrece una explicación de la realidad consumista marcada por el esperpento, el absurdo y la patafísica.

Su estilo recuerda a El Roto, o mejor dicho, a su anterior encarnación Ops, a través del cual despliega toda su fuerza ideológica. Sin ir más lejos, el número 0 (recopilado en forma de tomo junto al 1 y el 2, muy recomendable) se abre con una divertida apología acerca del olor del dinero que, como suma de los hedores personales, le confiere una humanidad nunca antes atisbada.

Igualmente curiosa es la revisión que realiza Brieva de ciertos iconos cotidianos, como la rana de Kelia o la pipa de Grefusito, que recuerdan al Daniel Clowes de Como un Guante de Seda Forjado en Hierro divagando sobre el extraño origen de los "monigotes de la suerte", una corriente de investigación que está creando escuela en la web. Desde El Francotirador sólo podemos confiar en que esta publicación continúe con la misma salud que hasta ahora.

4.3.05

Jademan Comics (batallitas del abuelo)

Recientemente desenpolvamos de nuestros archivos la mítica colección de Drunken Fist, una serie que apareció a principios de los noventa junto a Tigre Wong bajo el emblema de Jademan Comics: Héroes Orientales. Es curioso que en España desembarcaran antes los cómics chinos que los manga, al menos de la mano de Forum, pues en aquella época Glénat ya editaba Akira. Estos tebeos, realizados por el estudio de Tony Wong, sorprendieron en su momento tanto por sus tramas como por su vistoso colorido. Enfrentamientos repletos de llaves secretas que hasta entonces sólo figuraban en algunas series de animación y un grafismo inédito en nuestro país terminaron por cautivar a cierto sector del público. En su interior, las aventuras de Chek Fai y Dragón, el niño espiritual, y una gran cantidad de secundarios y villanos que hacían las delicias de los aficionados a las artes marciales. No obstante, a ninguna de las dos colecciones le acompañó la suerte y tuvieron que cerrar en el número 12. Un problema con la encuadernación del número 3 propició que tanto Drunken Fist como Tigre Wong salieran a la venta con las cubiertas intercambiadas, circunstancia que se saldó con un peculiar transvase de lectores y, más tarde, con la decisión salomónica de Forum de editar sendos números 6 dobles (sin aumento de precio) donde se incluían las historias afectadas. Leyendo estos tebeos es complicado no acordarse de la reciente Kill Bill, en cuya trama abundan los golpes más letales del kung-fu, sólo que en lugar de "Los cinco puntos de precisión para hacer estallar el corazón" nos encontramos ante "El golpe del borracho" y otras técnicas con títulos igual de hermosos. Asimismo, en el guión adquiere un valor primordial el seguimiento del aprendizaje del discípulo, en este caso Dragón (o Porky en el original), al que muchos esperaban ver crecer, según se comenta en los correos de la época. Cabe destacar la completa ignorancia que había en esos años acerca de las series manga. Sin ir más lejos, el encargado de las cartas de Jademan Comics desconocía la existencia de la "versión en papel" de Bola de Dragón. Y pocos meses más tarde se producía la llegada masiva de colecciones japonesas. Otro instante nostálgico se produce al ojear la publicidad de las contraportadas y enterarse de que, por aquel entonces, Forum había colocado a España en el segundo lugar por detrás de los propios EEUU en cuanto a publicación Marvel se refiere.

1.3.05

Previews: Black Jack y Zero Girl

Hace unos días se anunció desde Ediciones Glénat la reedición de la serie Black Jack, pero como la web de la editorial continúa en stand-by, los aficionados al manga de Osamu Tezuka siguen inquietos ante las posibles novedades que pueda incluir esta nueva edición de la colección. La versión española de las aventuras del cirujano de lo imposible, iniciada en 1998, se limitó a un total de 12 volúmenes, con entre seis y ocho historias cortas por cada número, de modo que queda una buena cantidad de episodios inéditos. Mientras Glénat no se pronuncia, desde El Francotirador al menos hemos averiguado una cosa:



La nueva edición de Black Jack consistirá básicamente en la adaptación de la obra al sentido de lectura oriental, insertando sobrecubiertas en los tomos bajo el epígrafe de Biblioteca Osamu Tezuka.

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Por otra parte, Planeta de Agostini comunicó hace unas semanas que durante el primer semestre de este año aparecerán varias novedades dentro de su sello World Comics, para contrarrestar de alguna manera la pérdida de los derechos de Marvel. Entre las colecciones anunciadas destacamos Zero Girl, una obra bastante reciente de Sam Kieth que se publicó en forma de serie limitada (con cinco números cada serie, tanto la original como su secuela, Zero Girl: Full Circle), donde aporta su particular visión sobre las relaciones humanas y los sentimientos. Contado así, la historia puede recordar a Friends of Maxx, aquel interesante anexo de The Maxx -el misterioso superhéroe que el autor creó para Image Comics-, que contenía argumentos y diálogos difícilmente encontrables en otras cabeceras de la compañía. Desde El Francotirador animamos a Planeta a que recupere la obra integral de este dibujante inclasificable, especialmente la continuación de The Maxx, que se canceló en España en el número 21, así como la mencionada Friends of Maxx, de la que sólo apareció un ejemplar.