30.4.05

Miscelánea positivista

> No quiero dejar pasar la semana sin mencionar que el pasado domingo 24, el rotativo La Voz de Cádiz incluía en su suplemento dominical LV2 un artículo a página completa firmado por José Antonio Hidalgo que se titulaba "Bronca de héroes", con referencias al traspaso de derechos de Marvel y DC entre Planeta, Panini y Norma. Resulta alentador hallar todavía entre las hojas de la prensa ordinaria referencias al Noveno Arte. No en vano, el propio Rafael Marín, autor de uno de los blogs más populares, Crisei, tiene tribuna propia en el mencionado diario.

> Respecto a los nuevos planes editoriales de Panini España y Planeta de Agostini, apuntar a título personal que, en comparación, la propuesta de la entidad catalana resulta bastante más interesante que la de la firma italiana. Para el Salón del Cómic preparan novedades suculentas como El Cuarto Mundo de Jack Kirby, o Las Aventuras de Batman, basadas en la estupenda serie diseñada por Bruce Timm. Y fuera del universo DC, las deliciosas tiras de Terry y los piratas, de Milton Caniff. ¿Qué tantos se anotado mientras la empresa de Marco Lupoi tras la adquisición de Marvel? Por el momento, de mi bolsillo aún no han recibido un euro, pero el mes que viene publican el volumen de X-Statix y será motivo más que suficiente para entablar una desinteresada relación editora/lector.

> El Día del Libro fue, más que nunca, el Día del Tebeo. Como saben los lectores verdaderamente impacientes, las distribuidoras suelen reservar lo más granado de cada mes para la última semana. ¿Es saludable abandonar la literatura por el cómic o es un paso atrás?

> Si nada se tuerce, El Francotirador podría tener en breve su propia tira cómica. Ya sólo falta convencer a nuestro único redactor para que se ponga manos a la obra con los rotuladores.

27.4.05

Oro, trufas y bellotas para Superserdo #8

Wonder Wart-Hog El Superserdo #8 (La Cúpula, abril 2005). 52 páginas. PVP: 2,50 euros.

Casi un año después de que apareciera el número anterior (¿de ahí el nombre de Fuera de Serie Cómix?), regresan las aventuras del marrano superhéroe creado por Gilbert Shelton. En esta ocasión, en lugar de las historietas cortas a las que nos venían acostumbrando, el ejemplar de Superserdo sólo contiene la carcajeante Duelo de titanes, tan extensa que se inicia ya en la página 2 (sí, en el reverso de cartón de la portada) y se prolonga hasta tocar la contraportada. ¿Habrá aguardado La Cúpula hasta la recta final de la colección para dar salida a las epopeyas más desarrolladas de Philbert Desanex?

Imaginaos lo que puede dar de sí este planteamiento en manos de Shelton y sus cochinas creaciones gráficas: Superserdo se encuentra con su antepasado el Serdocantropus, con su hermano malvado Punkyserdo Paranoide y con el Serdo del Futuro, un descendiente suyo que viaja en el tiempo a través de una máquina con forma de water. Si habéis leído La Vuelta al Mundo de los Freak Brothers o pudisteis hojear el tomo en que estos hippies conocían al cuarto freak, el resultado es similar: un completo desfase humorístico lleno de gags y caricaturas sin precio.

El peculiar cuarteto gorrino dispone además de una pistola roba-almas con la que convierten, entre otras cosas, al comisario en una pizza voladora de masa fina. Sus acciones violentas en la prehistoria repercutirán en el presente, de modo que cuando Superserdo vuelva a la ciudad tendrá que enfrentarse a la corrupción que se ha generado. ¡Y sus métodos disuasorios nunca fallan! Después de degustar la droga incautada y ejecutar los mismos crímenes de los delincuentes contra los que actúan, el alter ego de Desanex organiza una flota de camiones y animadoras para detener a cuantos deparavados se muevan por la calle. Eso sí, los banqueros y abogados permanecerán en prisión.

Cabe remarcar la traducción españolizada de Félix Sabaté, con expresiones como Mutadrid (el escenario donde actúa el Serdo de Asero), "jander", "los documentales de La 2", etcétera, que si bien desvirtúan el original, también mantienen el mismo lenguaje fresco que Shelton suele usar en sus viñetas.

Skin Deep de Charles Burns, plata de ley

Skin Deep (La Cúpula, abril 2005). 100 pp. PVP: 7,80 euros

Pocos meses después de editar Big Baby, La Cúpula alimenta nuestras mentes perversas con otra deliciosa ronda de Charles Burns: Skin Deep. Se trata de una nueva recopilación de tiras plagadas de humor negro, personajes crueles y tramas retorcidas deudora de la última revisión que el dibujante de Washington realizó para Fantagraphics. Como contrapartida nos topamos con Burn Again, un maravilloso cuento de predicadores del que ya disponíamos merced a la colección Brut Cómix. En las pocas páginas restantes se reparten Dog Days y A Marriage Made in Hell, dos suculentas aberraciones que bien justifican el precio del volumen. A lo que hay que sumar un extenso epílogo con interesantes descartes y pin-ups (pero, por favor, no publiquéis más ese autorretrato animal).

Burns destila en sus páginas su gusto por la parafernalia sadomasoquista, las deformidades de la piel y las nubes del apocalipsis. Sus viñetas son punto de encuentro para la cirugía barata, la ortopedia gratuita, los amores malsanos, las obsesiones y la credulidad de sus criaturas.

El tomo comienza con el divertido Dog Days, o la tortuosa relación amorosa de alguien al que le trasplantaron el corazón de un perro porque el presupuesto no daba para tanto. Imagínense a un americano de a pie con un hueso en la boca, que duerme en una casita, persigue a los gatos por la noche y lame las caras de la gente cuando se deja llevar por su instinto. Lo más espectacular es que encima salga airoso. ¡Y eso que viste corbata para lavar los platos!

De pronto empezamos a notar el juego de muñeca rusa al que nos viene acostumbrando Burns. Si la anterior historia venía precedida de un prólogo de tres páginas protagonizado por Big Baby y Sam Sablosky (presentándonos este ejemplar como continuación del ya mencionado Big Baby), ahora el argumento de Burn Again tendrá como elemento de unión al propio Dog Boy, sin olvidar que el final de esta narración -retransmitida por TV- servirá de arranque en A Marriage Made in Hell. Si leéis la obra de corrido advertiréis este encomiable detalle.

Como bastantes lectores sabrán, Burn Again cuenta las andanzas del desdichado Bliss Blister, un niño cuyo estigma con forma de cara de Jesucristo sirvió para que su padre se ganara la vida en circos y ferias. Después de abandonar el cuidado y abuso paternos conocerá a una mujer que también querrá exprimir su lado milagroso. Un ser aparentemente todopoderoso y extraterrestre anunciará el fin del mundo, pero allí estará el ejército estadounidense para impedirlo...

Cierra el álbum A Marriage Made in Hell, una novelita de amor y suspense muy dislocada sobre una mujer que sufre la apatía sexual de su marido, un soldado herido en la guerra. Ante una vida aburrida y rutinaria, Lydia se sumerge en el mundo de ficción que ofrece la biblioteca pública, donde irá atando cabos hasta conocer la rocambolesca realidad acerca de su esposo. ¡Un final equiparable a Con faldas y a lo loco!

-Sabes John, cada vez que escucho el himno nacional rompo a llorar. Pienso en cómo tú y otros cientos de muchachos arriesgasteis vuestras vidas por proteger nuestro maravilloso sistema democrático -le dice Lydia a su esposo mientras observan un desfile.

El testamento de Norrin Radd (y II)

No podemos pasar por alto la labor gráfica de John Buscema durante el primer volumen de las andanzas del heraldo de Galactus. Suele olvidarse cuando se psicoanaliza la obra de un guionista que se siente especialmente cómodo en la piel de su héroe. La simplicidad del traje de Estela contribuye a realzar las dotes del dibujante para la anatomía, y las premisas de Stan Lee le brindan la oportunidad de exhibir su conocimiento de la arquitectura, la representación de multitudes y gran inventiva a la hora de plasmar paisajes dispares. Sus retratos femeninos son hermosos y claros -Purita Campos calcó más de una amazona para sus tiras de Esther-. Y lo que es aún más grave: ¿Es que ya sólo se hallan fondos decentes en las viñetas de los clásicos?

Y según avanzan los números, Norrin va transformándose, como lo hace un gusano en mariposa pero a la inversa, de centinela de las galaxias a vagabundo del firmamento, un emigrante lleno de prejuicios incapaz de adaptarse que, para colmo, se acompaña de una patera cósmica. Su talante pacifista no debió propiciar grandes ventas, de modo que el carácter del mesías de Zenn-La se irá avinagrando. A base de golpes se hará cada vez más desconfiado. Lo cual, dentro de los márgenes del Comics Code se traduce en diálogos y juicios curiosos:

-Su cara, la he visto antes en las revistas yankees -asegura la madre de la hispana María Pérez en su intervención más memorable.

-No existe corazón más amoroso ni desinteresado que el de una madre. Qué diferente sería el mundo si las naciones fueran regidas por alguien así -pensará en voz alta Estela Plateada, imbuido por el espíritu de Norman Bates durante el mismo episodio.

-¡De nuevo la luz irreflexiva de la vil burocracia! -confiesa un Radd con ansias de anarquía.

Sin remedio, un sabor agridulce recorre la garganta del lector. Al igual que ocurrió cuando el público español accedió al fin a los clásicos de EC Comics, tan ansiados durante años, releer un clásico del género de superhéroes como Estela Plateada produce una doble sensación: la insatisfacción intelectual ante lo que hoy catalogaríamos de trama lineal, intenciones inocentes y personajes bidimensionales, y al mismo tiempo, la relativa certeza de que todo partió de ahí. ¿Significa esto que a una obra que está marcando las pautas de lo que constituirá a la larga el modus operandi de los estudios Marvel sí se le pueden permitir ciertas prerrogativas? A mi entender sí, si existen tantos años de diferencia entre la fecha de creación y de lectura. No en vano, recursos como el de las estrellas invitadas (Spiderman, Thor, Antorcha Humana, Shield, Los Inhumanos...), el secuestro y extorsión de la pareja amada (Mefisto o Yarro Gort con Shalla Bal) vienen empleándose desde tiempos inmemoriales. ¿Hasta qué punto entonces son originales los cómics de esta edad dorada?

Para completar tus apuntes recomiendo una ruta por los apócrifos de Universo Marvel, donde se recapitulan a fondo las posteriores apariciones de Estela Plateada, así como una ojeada a Supertebeos, sitio en el que se exponen algunas de las más desafortunadas argucias editoriales de nuestro país. Por su parte, Panini Comics lanza esta misma semana el volumen Silver Surfer: Comunión, sólo recomendables para forofos del aerógrafo.

20.4.05

El evangelio según Norrin Radd (I)

Ha llegado hasta mis manos lo que puede considerarse la Biblioteca Marvel de Estela Plateada, esto es, los tres volúmenes de la colección Clásicos Marvel en Blanco y Negro que Forum editó a finales de los noventa, recopilando los 18 primeros números de la serie americana. Tenía gran interés por conocer de cerca el nacimiento y la evolución inicial de este particular vagabundo de las estrellas a partir de su propia cabecera, donde las páginas de Stan Lee y John Buscema muestran a un personaje de perfiles aún toscos, por definir, pero a la vez plano y exasperante.

Largo y tendido se ha hablado de la predilección que siente Lee por el surfista cósmico. El que fuera guionista estrella de la Edad de Oro de Marvel (la Casa de las Ideas suena a Disney en la peor de sus acepciones) firmando las gloriosas génesis superheroicas de Spiderman, Los 4 Fantásticos o X-Men, cayó en la trampa de confundir su álter-ego con el del heraldo de Galactus. Así el poeta de las galaxias adquiriría la verborrea y grandilocuencia características del padre de la criatura, puestas de manifiesto en tantas otras viñetas memorables.

Resulta curioso comprobar cómo Norrin Radd, nombre de pila de Estela Plateada cuando todavía convivía junto a su amada Shalla Bal en el utópico Zenn-La, ya se sentía incomprendido entre sus semejantes, al no tener metas que proseguir en un planeta donde el bienestar alcanzado por las antiguas generaciones parecía haber tocado techo. Y en estos lares suele ocurrir que se le da de beber al sediento de aventuras: el Devorador de Mundos se aproxima, y como precio a cambio de la salvación de su pueblo, nuestro protagonista asume un nuevo cargo al servicio del insaciable Galactus. En el camino perderá las orejas y las pupilas.

No obstante, y pese a que en un principio obedeció las órdenes de rastrear las galaxias en busca de energía para su amo, el encuentro con Alicia Masters (novia ciega de Ben Grimm) y Los 4 Fantásticos le haría recapacitar sobre la belleza, la bondad y el derecho a la vida de los humanos. Su rebeldía la pagaría cara: ya jamás podría salir de los confines de la Tierra y surcar los abismos siderales donde le gustaba meditar. Mientras tanto, los hombres que conviven a su alrededor no actúan de manera mucho más amable, más bien al contrario. Son historietas donde la turba se presenta como un grupo de irlandeses blandiendo antorchas, y para pasar desapercibido ha de disimular su piel argéntea tras unas gafas de sol, una gabardina y un sombrero (al más puro estilo Powder). ¿Pero no se trataba de un héroe cósmico? ¿Qué hace deambulando por Nueva York?

Ahí entra su trasfondo mesiánico. Con un peculiar sentido de la salvación y la compasión, Estela Plateada comete errores humanos y prefiere dejarse vapulear para medir la fuerza de su contrincante. Sus mejillas son la fuerza misma del cosmos. No sucumbe ante las tentaciones de Mefisto pero otros días parece un hombre demasiado confiado.

Bizarras mezclas de filosofía interestelar (cuarenta páginas bimestrales en su origen) donde tienen cabida papeles tan dispares como el Holandés Errante o el tataranieto del Dr. Frankenstein... Desgraciadamente, el universo Marvel está plagado de villanos de segunda, como toda aquella carnaza peliteñida que salía en el Pressing Catch para hacer relleno, a la espera del siempre prorrogado duelo final contra el reverso de uno mismo.

19.4.05

Alegato pro Corben

Si hay un dibujante ninguneado en España ése es Richard Corben. Si a algún lector avezado de la nueva generación se le ocurre buscarlo en una librería tendrá poca fortuna. Salvo las ediciones recientes de Planeta y Norma [léase en el caso de Marvel el especial de Hulk, de título Banner, la serie de Max sobre Cage -antes conocido como Powerman-, y El Fin de Punisher; y por el lado de Vertigo su visión de Hellblazer: Tiempos Difíciles, así como los horrores de La Casa en el Confín de la Tierra y el volumen de Dark Horse de nombre Alien: Alchemy], nos hallamos ante un vacío ocupado únicamente por los ejemplares de coleccionista de la época de Toutain, disponible en recónditos stocks que lo venden a un precio exorbitante. Echando cuentas, por cuatro tomos antiguos de Corben te clavan hasta 100 euros. ¿Es justo tratándose de un artista tan destacado? El Francotirador puede exigir y exige una recuperación integral de todo este material que se amarillea en el interior de los ignotos anaqueles de más de un cuarentón.

16.4.05

Accésit para el Dick Tracy de Recerca

Dick Tracy #1 (Recerca, abril 2005). 64 páginas. PVP: 4,80 euros

De la mano de Recerca ha llegado a las librerías españolas el primer número de Dick Tracy, que incluye dos episodios completos pertenecientes a la etapa del escritor de misterio Max Allan Collins y el dibujante Rick Fletcher, iniciada en 1978 cuando el creador del popular detective de la gabardina amarilla, Chester Gould, abandonó la serie.

Con sólo ojear el volumen se advierte que el material procede directamente de las tiras dominicales del Detroit Mirror, esto es, viñetas más estáticas de lo que estamos acostumbrados a ver, diminutas anotaciones, marcas registradas en cada esquina y cierta repetición de textos, que resumían al lector de periódico lo sucedido hasta ese capítulo.

En el primer ejemplar se recogen las historietas La defensa final de Cabeza de Ángel y El retorno de Mitaz y Mitaz, donde la plumilla de Fletcher parece un híbrido imposible entre Will Eisner y Carrillo, el autor de El Capitán Pantera. Tras una entretenida lectura uno se pregunta si nadie ha encontrado antes paralelismos entre algunos villanos de Dick Tracy y otros cuantos de Batman. ¿Será debido a que ambos luchan contra el mundo del crimen, atestado de perfiles desfigurados?

Además de la plantilla habitual, integrada por el Tracy, su esposa Tess, sus ayudantes Lizz, Sam, Groovy Groove y su hijo Junior Tracy, irrumpen en escena viejos conocidos como El Ceja y Cabeza Plana. Aventuras policiacas llenas de acción, sed de venganza y los celebérrimos relojes 2-Way Wrist TV, que sirven a la flota para estar en contacto permanente.

Esta versión de Recerca sigue la vieja tradición española (¿anterior incluso a los años de Vértice?) de recurrir a un portadista nacional, en este caso Iván Sarnago, cuyo trabajo en la cubierta resulta más satisfactorio que el de la contraportada. Al cierre de este post aún desconocíamos la periodicidad con que la editorial nos brindará este clásico de todos los tiempos.

14.4.05

Medalla de bronce para Kane #2

Kane #2 (Dolmen, abril 2005). 206 páginas. PVP: 12,95 euros

Hacía tiempo que no me leía un cómic de una sentada. Y menos con doscientas páginas. Cuando llega a mis manos uno de esos tomos que recopilan un arco argumental suelo saborearlo todo lo que puedo, a no ser que la historia me enganche desde el principio y decida leerme unos cuantos episodios seguidos. Pero lo ocurrido con Kane #2 tiene pocos precedentes. Y sus finales con sorpresa llevan parte de culpa.

En este volumen, además de continuar la entrevista a Paul Grist del número anterior (donde el autor justifica su trabajo en Jack Staff como un modo de llegar a más lectores), Dolmen Editorial ha optado por incluir las cubiertas originales a toda página.

Argumentalmente, el segundo ejemplar de esta colección sigue perfilando la psicología de muchos personajes secundarios. Sin ir más lejos, la primera aventura refleja la problemática infancia del mafioso Oscar Darke, cuyo rostro cicatrizado proviene de un ramo de rosas mal encajado. Su madre huyó del hogar a causa de un padre que abusaba de ella, circunstancia que desembocará en un mocoso Darke disparando repetidas veces sobre un agente de policía.

En cuanto circulan rumores de que el matón de la ciudad ha sido asesinado en el cementerio, la impaciente prensa de Nuevo Edén enseguida se pone manos a la obra con un obituario. El relato, intercalado con la maniobra antidisturbios de un contundente Nelson, sirve para conocer más a fondo la leyenda del comecorazones. Además, entra en escena una enigmática mujer de gafas oscuras y peluca rubia, al parecer enfrentada al líder de las bandas.

De vez en cuando se suceden episodios menores, como el caso de una limpiadora vengativa que envenena al camello que acabó con la vida de su hija. Mientras tanto, el comisario designa a Lovett como compañero de Kane, lo cual conllevará algún que otro roce entre ellos.

Grist utiliza el flashback como mejor recurso para explicar el reverso de cuanto acontece. Se trata de la misma estructura narrativa de pirámide invertida que se emplea en los medios de comunicación. O eso, o los habitantes de Nuevo Edén poseen una memoria prodigiosa. Ello queda especialmente patente en el capítulo donde el detective Kane visita a su archienemigo Darke en el hospital a través de las distintas situaciones límite que unieron a los dos personajes. Todo apunta a que una conspiración se cierne contra el antaño señor de los negocios turbios.

Otro momento destacable se encuentra en la perspectiva que escoge el dibujante para narrar la ronda de los agentes Steve Donahue y Miguel Pérez, un plano secuencia en el que el lector parece ocupar el asiento trasero del coche patrulla. Y en lugar de hacerse aburrido -como todas esas viñetas repetidas de Powers-, al contrario, aporta un ritmo vertiginoso al relato.

Para terminar, una vuelta al pasado de Kate Félix, cuando aún era una niña y en sus visitas a la comisaría se convertía en testigo de excepción de las miserias de Nuevo Edén.

Con justicia le adjudicamos la medalla de bronce del mes de abril y lo recomendamos a todo aquél que por lo general se sienta defraudado ante los cómics para adultos. Y si encima echas de menos Canción Triste de Hill Street, mejor.

13.4.05

Contra el olvido, Concrete

Ahora que Planeta ha conseguido los derechos de DC conviene recordarle que no debe dormirse en los laureles a la hora de publicar material de otras editoriales con las que también mantiene ciertos acuerdos. Hace unas semanas mencionábamos Zero Girl, uno de los títulos que engrosaban el avance de World Comics para este año (y que misteriosamente ha desaparecido de la web). Y ahora es el momento de apoyar la edición de las páginas inéditas de Concrete, el héroe de piedra que Paul Chadwick creó para Dark Horse.

Casi todos los críticos están de acuerdo al apuntar que este peculiar personaje alberga en su interior un sentido común y un talento superior al de muchos humanos. Su pose reflexiva, sus deseos y decepciones, o los sueños donde vuelve a disfrutar de una piel normal lo convierten en un monstruo mucho más creíble y adulto que la Cosa, un equivalente que ha gozado de mayor aceptación.

En España empezamos a atisbar la maestría de la muñeca de Chadwick gracias a la extinta revista Cimoc, con una serie de historias cortas en blanco y negro que serían recopiladas por Norma en 1996 en el tomo Historias Completas (1986-1989). De la mano de Planeta conoceríamos las aventuras coloreadas de Concrete, al sacar a la venta dos sagas memorables: Extraña Armadura (1998) y Killer Smile (1999). La primera es una revisión del origen del protagonista, que transformó su apariencia tras ser abducido por unos extraterrestres, además de presentar a los dos secundarios de lujo que suelen acompañar al gigante pétreo: la doctora Maureen Vonnegut y el secretario Larry Munro. La siguiente publicación, narrada a la manera de una road-movie de ritmo trepidante, podría dar un tirón de orejas a cualquier colección superheroica que presuma de contener las más espectaculares dosis de acción.

A pesar de la cadencia con que hemos accedido a esta obra, hay pruebas suficientes para catalogar a Concrete como uno de esos raros cómics donde una imagen bella vale más que mil palabras bien escritas. Con un guión aún capaz de sorprender al más pintado, Chadwick alterna pasajes contemplativos y acontecimientos que, por lo general, se vuelven traumáticos para el papel principal. Su desinteresada pertenencia al star-system, sus apariciones en TV y sus actuaciones para bodas, bautizos y comuniones van forjando la apasionante rutina de un ser tan especial.

En resumen, nos hallamos ante la obra cumbre de otro dibujante con esposa-colorista, frente a un conjunto de historias sencillas bien contadas que ahora vuelven a estar de actualidad merced a la reciente serie limitada Human Dilema. De esta manera, desde El Francotirador sólo podemos rogar encarecidamente que Planeta retome la edición de esta genial colección, ¡y que aclare cuanto antes qué va a hacer con Mad!

8.4.05

Quitando el polvo a Pussey!

"Los cómics... Demasiadas veces se les ha considerado como simples chorradas irrelevantes pensadas para deficientes mentales, y yo soy el primero en admitir que, puestos a contemplar los cómics en su conjunto, puede haber base para semejante rechazo (aunque no puedo evitar preguntarme qué tiene de malo ganarse unas perras explotando las tendencias homosexuales reprimidas y el miedo a la castración de mentes adolescentes sin desarrollar, sobre todo cuando pertenecen a adultos de 37 años)".

Es el discurso introductorio del Dr. Infinity en la edición que sacaron "los rácanos de La Cúpula" -como ellos mismos se denominan- de Pussey! En este Brut Cómix fechado en 1998, Daniel Clowes no deja títere con cabeza al abordar con la acidez que le caracteriza todos y cada uno de los ángulos del peculiar mundillo de los cómics: desde el coleccionismo exarcebado hasta las valiosas primeras ediciones, pasando por los contratiempos del trabajo en equipo, el dominio de la técnica, así como los problemas afectivos y sentimentales que suelen padecer los aficionados. Pero por las páginas de esta obra maestra del underground desfilan otras cuantas verdades, como la farsa reinante en el arte moderno, marcada por las modas pasajeras y la supuesta bohemia que practican ciertos ricachones; la vehemencia de los fans, sus dificultades para socializarse y sus masturbatorias fantasías; las coloridas convenciones, el enfrentamiento con la página en blanco y los cuerpos esculturales de los supercampeones (que no superhéroes); las rutilantes listas de números pendientes, la inversión de futuro que supone comprar primeros ejemplares (que se revalorizarán en un futuro, al igual que los sellos) y lo absurdo de los premios; el trabajo sucio, las hordas de negros y el lado oscuro de la industria, al fin y al cabo.

Las historias se presentan como distintas etapas vitales de Dan Pussey, un joven dibujante con gafas, acné, una dentadura generosa y algunos kilos de más. ¿A cuántos hemos visto, con el mismo perfil, en las librerías que visitamos? Decenas. Hasta sus padres se sienten más aliviados cuando descubren un Playboy debajo de la cama. El personaje protagonizará una meteórica carrera y se convertirá en uno de los más reputados nombres del Noveno Arte, para después sumergirse en una decadencia que tocará a su fin con la truculenta estampa de sus páginas en un cubo de basura.

Clowes ya nos brindó otro pasaje referente a los cómics en Art School Confidential, un relato breve (editado en España dentro de la serie Bola Ocho) que recientemente ha sido llevado a la gran pantalla bajo la batuta de Terry Zwigoff partiendo del guión del propio dibujante. En el mismo ámbito del cine, el autor probó suerte con Ghost World, otra de sus obras más populares. Sin embargo, es su acertada visión sobre el mundo del cómic lo que convierte a Pussey! en un referente obligado para cualquier lector que se precie, en un manjar exquisito que retrata a las mil maravillas a esos entendidos que por desgracia habitan en todos los gremios. Valga de ejemplo el desternillante diálogo que mantienen los miembros de Infinity Comics (empresa que debe su nombre a un mentor aficionado a los bisoñés):

-¿Dónde te contrataron, Pussey?
-Contesté a un anuncio en The Comics Trader y el Dr. Infinity me llamó y me hizo un montón de preguntas. ¡No tuve ni que enseñarle mis páginas!
-Tampoco yo... Suopngo que debió verlas en fanzines.
-Justo.

"El cómic-book es la marihuana del jardín de infancia, la ponzoña de la cuna, el horror del hogar, la maldición de los niños y una amenaza para el futuro" - John Mason Browne.

6.4.05

Lo mejor del cómic español con Diario de Sevilla

A partir del día 9 Diario de Sevilla lanza una nueva promoción con "lo mejor del cómic español", una colección de 21 títulos protagonizados por Mortadelo y Filemón, los vecinos de 13 Rue del Percebe, La Familia Trapisonda, Zipi y Zape y Superlópez. Por sólo un euro sobre el precio del periódico del sábado, los lectores podrán disfrutar de las siguientes entregas:

Mortadelo y Filemón:
1. ¡Misión triunfo! (9 de abril)
2. ¡Deportes de espanto! (16 de abril)
3. El jurado popular (23 de abril)
4. ¡Silencio, se rueda! (30 de abril)
5. ¡Mascotas! (7 de mayo)
6. Su vida privada (14 de mayo)
7. La sirenita (21 de mayo)

13 Rue del Percebe:
8. Un caserón a reacción (28 de mayo)
9. Esta casa es un desastre (4 de junio)
10. Los vecinos pollinos (11 de junio)

La Familia Trapisonda:
11. Un grupito que es la monda (18 de junio)
12. Una familia especial (25 de junio)

Zipi y Zape:
13. Robinsones Zapatilla (2 de julio)
14. El laboratorio secreto (9 de julio)
15. ¡Houston, tenemos dos problemas! (16 de julio)
16. Olimpiadas escolares (23 de julio)

Superlópez:
17. El caserón fantasma (30 de julio)
18. El patio de tu casa es particular (6 de agosto)
19. Nosotros, los Papino (13 de agosto)
20. El gran botellón (20 de agosto)
21. El asombro del robot (27 de agosto)

Presumimos que esta colección aparecerá junto al resto de rotativos del Grupo Joly, por lo que los andaluces no tendrán mucho problema a la hora de conseguir los números. Estos mismos periódicos distribuyeron hace un par de años otra serie de tebeos con personajes de Ediciones B (o Bruguera, según se mire), de manera que la nueva que sale ahora a la venta funciona como secuela de ese primer volumen. No en vano, estos ejemplares contienen historias bastante más recientes (notable sobre todo en Mortadelo y Filemón y Superlópez), mientras que se recuperan viñetas un tanto olvidadas como las de La Familia Trapisonda, que ni siquiera figura en la lista de Otros Personajes en la web oficial de Ibáñez.

3.4.05

Número de visitas y pequeño manifiesto

Quizá haya llegado ese momento inevitable para todo narrador de blogs: la hora de hacer balance. Todos los sitios reputados suelen obsequiarnos periódicamente con datos fidedignos sobre el número de visitas que reciben, para más tarde agradecer el caluroso apoyo del público. No falla.

El Francotirador, un blog con apenas medio año de vida, cuenta con 1.000 entradas al mes aproximadamente. Comandado por su única cabeza visible Kalashnikov (un servidor) resulta complicado publicar más de una decena de entradas al mes. Y eso sin contar con que hay meses sin novedades interesantes para el autor. No obstante, venimos cumpliendo nuestro propósito de dar salida de vez en cuando a alguna reseña o comentario en profundidad, y evitamos en todo lo posible convertirnos en un mero calco de otros blogs (haciéndonos eco del eco de otro). Eso sí, se echan en falta más comentarios.

Aprovecho la coyuntura para dejar constancia de que el pasado mes de marzo nuestro prestigioso galardón de Tebeo del Mes se declaró desierto. Y claro, como se atrasó el número 2 de Kane y se anuncian Skin Deep y el número 8 de Superserdo para San Jordi, en abril vamos a tener que hacer un podio. ¡Ojo, no se fíen! No es que La Cúpula vaya a abandonar su política de ediciones intermitentes, sino que Gilbert Shelton viene de invitado al Salón del Cómic de Barcelona y está feo recibirle con reediciones.