31.10.06

Tríptico de Miguel B. Núñez

Recientemente he leído tres obras de Miguel B. Núñez, un artista underground capaz de meter hasta 20 viñetas en una sola hoja. Muertemanía (Astiberri) es quizá su título más emblemático, protagonizado por la mismísima Muerte, con su inconfundible corbata con forma de exclamación y su candil. Aunque el autor es partidario de la economía de medios, esta recopilación incluye tonalidades grises, que sirven para realzar la atmósfera tétrica de las historias. En este sentido, hay episodios autoconclusivos muy acertados, como “La puta y el juez”, así como otros en los que la repetida aparición de personajes como el niño o el gigante dan cierta unidad al conjunto.

Hay veces en que Núñez cae en el chiste fácil o la filosofía barata. Stroszek (La Cúpula) es una aventura espacial que versa sobre el machismo. Tras acostarse con la mujer del presidente, el protagonista se verá obligado a vagar por el espacio en una nave que parece una máquina de afeitar. En su camino, plagado de encuentros sexuales, se topará con monstruos y caníbales, será reconocido como el mesías de una tribu y hasta tendrá un clon castrado de sí mismo. Sobresale en esta edición un apéndice con capítulos breves que completan la genealogía del personaje.

En El Último Hombre (DobleDosis) se denota una clara influencia de Gilbert Shelton, en especial de El Sueño 100.000 de Philbert Desanex. Ambas son casi mudas (bueno, el tebeo de Núñez sólo tiene interjecciones como “eh”, “glups” o “ñam”, para ahorrar en traductores) y parecen tan improvisadas y erráticas como el destino de sus protagonistas.



Una escena de Stroszek.

30.10.06

Reseñas: Hellblazer #11

Hellblazer #11, de Delano, Buckingham y Alcala (Planeta de Agostini, octubre de 2006). 64 páginas. PVP: 3,50 euros.

Tras andarse por las ramas durante nueve números e ir dosificando con cuentagotas las claves de esta saga, Delano ata en este volumen todos los cabos sueltos de La Máquina del Miedo. En estos episodios, Constantine contactará con Bartholomew Carter-Browne, su enlace en el Ministerio del Interior, y encontrará por fin a Mercury en un bar de carretera. Junto a Chas (que conduce el taxi) irán a Escocia en busca de la Nación Pagana, dispuestos a hacerle frente al dios de todos los dioses Jallakuntilliokan.

Todos los secundarios que han ido apareciendo serán sacrificados en honor a esta entidad: el periodista gay Simon, el policía Talbot, el espía ruso Sergei y los hosteleros Ken y Harold. Tampoco a los del bando contrario les acompañará la suerte, pues a manos de Webster morirán el Dr. Fulton y el propio director de Geotroniks.

La edición incluye un artículo de Koldo Azpitarte (inseparable de David Hernando en sus tiempos de Dolmen) donde avanza con demasiados detalles lo que veremos en el siguiente tomo. Se cierra el número con un interesante apéndice donde se explica el significado de dos arcanos del Tarot: el mago y la torre -esperemos que haya nuevas entregas-.



Primer intento de John para mojar en la comuna.



Constantine repite la misma técnica sin éxito.

Reseñas: El Hombre Cadáver

El Hombre Cadáver, de Hideshi Hino (La Cúpula, octubre de 2006). 192 páginas. PVP: 8,95 euros.

El Hombre Cadáver contiene muchas menos imágenes dantescas que las anteriores obras traducidas de Hideshi Hino: apenas unos gusanitos por el suelo. El autor se ha convertido en un experto dibujando escenas de tránsito; ya lo vimos en El Niño Gusano, con quien comparte otros aspectos como la emotiva visita familiar y su parecido a Frankenstein o El Hombre Elefante (aquí también había un medallón que vincula al protagonista con la realidad -curiosamente, el Cisne de los Caballeros del Zodíaco guardaba otra cadena en su interior-). En el lado opuesto se situarían La Serpiente Roja y Panorama Infernal, sendos bestiarios de perversidad.

Las dolorosas pruebas médicas a que es sometido el aventurero transformado en cadáver se convierten en aliciente para acabar el tomo, pues el lector no se quedará tranquilo hasta ver el final de su sufrimiento. Hino, oculto tras una cara de maniquí, lleva una vez más a su terreno una experiencia personal al borde de la muerte, enmarcándola en decorados de poderosa atracción.



La traducción de La Cúpula, todo un homenaje a Ivá.

27.10.06

5.000 ejemplares de Bone vendidos en una semana

“Mi mujer y yo hemos invertido en el sector de las comunicaciones unas cuantas veces con buenos resultados.”

La rotativo económico Negocio & Estilo de Vida publicaba ayer una página entera dedicada a Bone donde se reproducía además una entrevista a Jeff Smith. Dada la nauraleza del periódico, la información se detenía en ciertos detalles que suelen estar vedados para la afición, como las cifras de ventas o si el autor invierte en bolsa. El diario se detiene en este título porque ha logrado varios hitos: la primera recopilación en blanco y negro vendió un millón de ejemplares, y su posterior reedición en color ha vendido otro millón en todo el mundo. El caso español también ha sido espectacular, pues se han vendido 5.000 copias de Bone en una semana. Y el día que Smith estuvo firmando en el FNAC de Madrid fue el segundo producto más vendido.

No cabe duda de que Astiberri se ha llevado el gato al agua apostando por una promoción no muy usual en el género: el primer capítulo podía conseguirse de forma gratuita en librerías especializadas e Internet. Asimismo, el tirón del artista (un recurso que podrían aprovechar otras editoriales, no sólo en los salones) ha servido para que la facturación continuara subiendo. Es una pena que Dude no tuviera la misma suerte ni el respaldo económico para conseguirlo, pero su aperiódica edición en blanco y negro y formato comic-book iba dirigido, por desgracia, a un público mucho más minoritario.



Lee el artículo de M. García.



Bone: una mezcla entre El Señor de los Anillos, Don Quijote y Huckleberry Finn.

17.10.06

Reseñas: Hellblazer #10

Hellblazer #10, de Delano, Buckingham y Alcala (Planeta de Agostini, octubre de 2006). 64 páginas. PVP: 3,50 euros.

La enrevesada y extensa saga de La Máquina del Miedo se merece una relectura. Es una historia llena de flecos que luciría mejor en tomo unitario y Planeta está ofreciéndola con cuentagotas. Además, en este número que incluye cinco páginas de artículos, suelta spoilers sobre la conclusión de la trama. Koldo Azpitarte se marca un refrito sobre John Constantine que parece confeccionado con trozos de textos ya publicados en la colección. Y Abraham García firma otro que debería figurar en algún volumen con los episodios más actuales de Hellblazer. En este ejemplar también se estrena Kent Williams como portadista (ver contracubierta), que nos acompañará bastante tiempo.

En estos capítulos vemos cómo Mercury logra escabullirse del profesor Fulton, mientras Constantine ata cabos junto al periodista Simon y el oficial Geoff. Un misterioso Hombre Roto entrará en escena, al tiempo que asistimos a un cameo incomprensible de Sandman. Los actos de la Nación Pagana quedan en segundo término, pues el verdugo Webster ya ha puesto en marcha el plan final.



¿Con qué parte de su cuerpo escribe John Constantine en el cristal? ¡¡Dios mío, no puede ser!!

12.10.06

El catálogo de Recerca: Finals y Horrorama

Quién iba a decir que, tras mi modesta votación en los VII Premios PicADLO, iba a ser agraciado con uno de los dos lotes que se sorteaban entre los participantes. Por cortesía de Recerca, he sido obsequiado con una variopinta biblioteca cuyo valor supera los 140 euros. Y ya va siendo hora de comentar algunos de los libros más destacados.

Finals es una serie limitada de Vertigo que ofrece una mirada satírica y extrema de la universidad. Su guionista, Will Pfeifer, lleva al límite todos los ingredientes de la historia: jugadores de fútbol supervitaminados, cultos religiosos, una pareja de atracadores a lo Bonnie & Clyde, una máquina del tiempo… Todo tiene cabida dentro de los muros de Knox State, institución marcada por la tragedia que comanda el tirano Woolrich (en la imagen). El trazo desenfadado y ágil de Jill Thompson comulga a la perfección con una trama que supura humor negro por todas sus páginas. El espíritu competitivo de los veteranos del último curso les impulsa a preparar los proyectos más descabellados, como involucionar hasta transformarse en hombre de las cavernas o causar una auténtica guerra nuclear en Oriente Próximo. Y muy pocos saldrán con vida, rodeados de tropas antidisturbios o un forense que sufre mal de amores. Nada escapa a la dinámica pluma de Pfeifer: ni el partido final, ni la cabalgata, ni las novatadas, ni las peleas internas del claustro, ni los exámenes o la cena de acción de gracias con la familia. El autor atrapa nuestra atención hasta la última viñeta gracias a sus divertidos personajes y un tropel de escenas plagadas de acción y suspense. Y el argumento se desborda de tal manera que todo acaba en un secuestro con rehenes.



Por su parte, Horrorama es una entretenida revista de terror a la vieja usanza que reúne una decena de historias presentadas por el anfitrión Marcello. Este ejemplar, de calidad desigual, aglutina tanto obras de autores extranjeros como nacionales. Cabe señalar la poco acertada elección del papel, nada agradecido con los episodios más oscuros. Se abre el volumen con Takeshi Miyazawa, uno de los pocos artistas que logra cautivarnos gracias a su misterioso túnel. “Culpa”, firmada por Rob Worley, Manuel Bracchi y Joe Rubinstein sobresale por moderna (se acerca peligrosamente a la película Destino Final), aunque se echa en falta el color. Como auténtico clásico del género, Bryan Talbot narrará la curiosa “Arnold es crucificado”. Se palpa la influencia de EC en las correctas “El sacrificio”, “Navegar a lo lejos”, “El embalsamador” o “Paciencia”, a cargo de creadores medianos. Lo peor son las dos historias de Sergio Ibáñez, que deja entrever su gusto por Frank Miller pero termina pintando siempre las mismas caras. Para colmo presenta el enésimo homenaje a Psicosis, de Alfred Hitchcock. Al final del tomo hallamos los llamativos dibujos de vikingos de Antonio Vázquez, más propios del cómic de aventuras que otra cosa.



La viñeta más terrorífica de Horrorama.

7.10.06

Reseñas: JLA/JLE #7

JLA/JLE #7, de varios autores (Planeta de Agostini, octubre de 2006). 176 páginas. PVP: 8,95 euros.

Muchos lo habrán notado al comprar su volumen de JLA/JLE. Planeta ha cambiado el papel y ha puesto uno de menor grosor. Sólo hay que comparar este ejemplar con el primer número, que tiene las mismas páginas. La diferencia en el lomo es más que apreciable. Tampoco se incluye artículo de David Hernando, salvo la introducción propia de los Clásicos DC, y para colmo no se respeta la disposición original de las hojas, con lo cual se arruina cualquier sorpresa que los autores hubieran reservado al lector a la hora de pasar la página. Por el contrario, se reproducen las cubiertas originales y se añade el JLI Special #1 –el Bot ha asegurado que la serie tendrá finalmente 18 volúmenes-.

A los créditos principales se suman en esta ocasión los correctos lápices de Tom Artis, Joe Phillips y Chris Sprouse. La serie apuesta cada vez menos por los episodios autoconclusivos y más por la continuidad de la colección. Los números están salpicados de infinidad de detalles que aflorarán más tarde.

Empieza el tomo con la conclusión de la aventura en KooeyKooeyKooey, donde acompañaremos a Maxwell Lord, Hielo, Oberón y Cazadora a bordo de una balsa congelada. Por su parte, Aquaman y Mayor Desastre lograrán detener la isla flotante. La diversión continúa en la siguiente historia, protagonizada por G’nort, que se enfrentará al Esquiador Escarlata, un irónico homenaje de Estela Plateada. Si el último era el heraldo de Galactus, el nuevo villano es el consejero de Mr. Nébula, decorador planetario.

Más tarde veremos el alcance de un contrato que firman Manga Khan, Funky Flashman y Mr. Milagro, para promocionar por toda la galaxia un nuevo producto de limpieza. Mientras tanto, la rama europea de la Liga de la Justicia se verá las caras con Simon Stagg cuando Metamorofo acuda a visitar a su hijo, que ha heredado los poderes. En el camino peleará con Guy Gardner y los Metal Men, al tiempo que unos metahumanos soviéticos (Hechicera y Blue Jay) escapan de una prisión militar.

Habrá que esperar un mes aproximadamente para saber a qué acuerdo han llegado Booster Gold y la señora Montgomery, y así también conoceremos los planes de ese vagabundo que anda fisgando en la basura de la JLA. Además, un gato amarillo hará saltar las alarmas y el riego antiincendios en las sedes del supergrupo justo en medio de una visita escolar y de un robo frustrado del estrafalario Jean-Jean de Jean.



A Keith Giffen le preguntaron una vez cuál era el personaje con el que se sentía más identificado. No quiso contestar, pero creemos haber encontrado la respuesta:

3.10.06

Reseñas: Bone #1 (Lejos de Boneville)

Bone #1: Lejos de Boneville (Astiberri, septiembre de 2006). 144 páginas. PVP: 15 euros.

Comienza la edición en color de Bone, la serie de Jeff Smith que Astiberri publicará de manera íntegra en nueve tomos de pequeño formato. Los volúmenes reúnen seis episodios de las aventuras de Fone, Smiley y Phoney Bone, una extensión idónea para obtener una mejor perspectiva de la historia, que los comic-books, pese a su unidad de sentido, no permitían.

En la trama encontraremos un dragón rojo que protege al protagonista, un diminuto insecto con forma de hoja llamado Ted y una familia de simpáticas zarigüellas. También hay humanos como la hermosa y despreocupada Thorn, la fortachona abuela Ben y Lucius, el tabernero de Barrelhaven. La nota oscura la ponen las mostrorratas, lideradas por Kingdok y el Encapuchado.

Steve Hamaker tiene un gusto exquisito para colorear el trabajo de Jeff Smith, y juntos han conseguido que Bone llegue al público mayoritario. No en vano es una propuesta clásica, de vuelta a los orígenes, una renovación del cuento de hadas lleno de emoción y sentimientos, conjuros y revueltas.

El siguiente número está previsto para el mes de noviembre. ¡Ya estamos impacientes por ver cómo se desarrolla la carrera de vacas!

2.10.06

Reseñas: Ed, el payaso feliz

Ed, el payaso feliz, de Chester Brown (La Cúpula, septiembre de 2006). 226 páginas. PVP: 11,95 euros.

Chester Brown dedicó más de diez años de su vida a terminar Ed, el payaso feliz. La novela gráfica se publicó por entregas en Yummy Fur, una revista autoeditada por el dibujante canadiense. Ahora se publica en España (con buen papel y a un precio inmejorable) de la mano de La Cúpula, que editó en su día El Playboy –obra que se merece una inmediata reedición en tomo-. Confiamos en que las ventas permitan la recuperación de otros títulos como I never liked you.

Al ver tantos personajes siniestros y semejantes situaciones descabelladas, uno piensa que el autor no tenía muy claro su objetivo al empezar la historia. En este sentido, creo que Álvaro Pons la comparó acertadamente con El garaje hermético. Pero según avanza el libro, comprobamos que Chet va atando cabos y otorgando sentido a los detalles más surrealistas.

Como en el Otoño en Pekín de Boris Vian (que ni se desarrolla en otoño ni tiene lugar en Pekín), la alegría del payaso feliz apenas dura una viñeta, pues Ed será el blanco de casi toda la violencia generada en la novela. Su parecido con los niños desvalidos de Carlos Giménez es más que palpable:



Atención a la traducción actualizada de Hernán Migoya.



Brown maneja las perspectivas y las elipsis tan bien como Tarantino. Sabe mezclar pigmeos con caníbales, mujeres cazadoras con matavampiros, doctores sádicos con policías que llevan antifaz... Con extrema crudeza, combina caminos ascéticos y viajes astrales, programas científicos de TV y portales dimensionales, la cabeza de Ronald Reagan transformada en un pene y un hombre que no puede parar de cagar.

Ed, el payaso feliz es un cómic tan desconcertantemente revelador que tiene un puesto asegurado entre los mejores del año.