11.3.05

Estela Plateada, Kane nº2 y Freak Brothers

Siempre he sido un fan de las sagas cósmicas, así que después de saber que Panini iba a editar un volumen de Estela Plateada con la miniserie de seis números Comunión, editada en 2004, me entró el gusanillo y quise agenciarme la gloriosa etapa firmada por Stan Lee y John Buscema. ¡Cuál sería mi sorpresa cuando descubrí que ni siquiera aquellas librerías que se autodefinen como las poseedoras de los stocks más completos disponían de los tebeos que yo quería! Tan sólo buscaba tres tomos de la colección Clásicos Marvel en Blanco y Negro (ejemplares 4, 8 y 10, que contienen del 1 al 18 de la tirada americana), y la respuesta fue la siguiente:

"Lamentamos comunicarte que todo lo que nos pides está ahora mismo agotado y con pocas posibilidades de recepción en breve plazo debido a que Planeta dejó de ser editor de Marvel a principios de este año, de forma que no creemos que lleguen otra vez estos cómics que nos pides."

Ahora comprendo la magnitud de la tragedia, y el grito entusiasta de aquellos aficionados que aún se quedan boquiabiertos ante la "ejemplar labor editorial" de Panini se convierte en una auténtica molestia. ¡Como si Planeta no nos hubiera tratado bien todos estos años! ¿Olvidaron los buenos ratos y se cambiaron de chaqueta sin más? Por otra parte, la tienda on-line en cuestión (calma, no daremos su nombre, sólo sus iniciales: "A.C.") podría haber mostrado estar un poco más al día y hablar de la "no renovación del acuerdo entre Norma Editorial y DC Comics tras ocho años de publicación", que ha salido hasta en los periódicos.



Pero hay más noticias por otros frentes. A saber, Dolmen anuncia que el número 2 de Kane podría retrasarse hasta el día 23 de este mes o incluso a primeros de abril, dependiendo de la consabida imprenta. Desde aquí ya le adjudicamos el título de tebeo del mes, dado que todo el material que contendrá el tomo es inédito, una vez superada la edición de seis números que hizo Planeta años atrás. Además, la editora ha mostrado su voluntad de seguir publicando la serie de Paul Grist (si nada se tuerce, el tercer volumen saldría a la venta en junio), que en Gran Bretaña -autoeditado por el propio dibujante bajo el nombre de Dancing Elephant Press- ya ha alcanzado el número 31.

Esta obra narra la vida cotidiana en Nuevo Edén, a cuya comisaría acaba de reincorporarse el detective Kane, que fue expulsado del cuerpo por matar a su compañero Dennis Harvey. Para sustituirle surge la agente Kate Felix, una mujer policía bastante inquietante y de métodos contundentes. Enfrente, personajes bien trazados como el rencoroso Lovett que le hace la vida imposible, el capo Oscar Darke con su particular pronunciación, el mercenario Frankie (vaya obsesión con los acentos, ¡éste cecea!), un alcalde digno de risa, un superhéroe llamado Megaman y hasta conejos rosas poco fiables. Grist se sirve de numerosas técnicas para sorprender al lector, con especial predilección por los flash-backs (diferenciados por viñetas más estrechas) y los golpes de efecto al final de los episodios. Igualmente prueba experimentos como enhebrar historias enteras sin bocadillos o relatar los hechos a través de las conexiones en directo de TV y radio, muy presentes en Nuevo Edén.

Lo bueno de la periodicidad de Dolmen es que, teniendo en cuenta que el número anterior salió en noviembre, los seguidores de esta serie disponemos de tiempo de sobra para releer y ponernos al día mientras se anuncia la aparición del próximo ejemplar, una prueba que sólo los cómics de calidad superan hoy en día.

Para terminar, reseñar que La Cúpula viene reeditando los libros descatalogados de la colección Obras Completas de Gilbert Shelton, y en concreto este mes sale a la luz el número 3 de Freak Brothers, largamente esperado por los completistas. En su interior, un montón de historias en blanco y negro que han sabido envejecer estupendamente. ¿Cómo es posible que las desventuras de Fat Freddy, Freewheelin' Franklin y Phineas sigan pareciendo tan actuales, casi cuatro décadas después del Mayo del 68? Uno se percata de que, o bien han cambiado muy poco las cosas, o bien el arte y el sentido humor de su autor están por encima de todo.