27.4.05

Oro, trufas y bellotas para Superserdo #8

Wonder Wart-Hog El Superserdo #8 (La Cúpula, abril 2005). 52 páginas. PVP: 2,50 euros.

Casi un año después de que apareciera el número anterior (¿de ahí el nombre de Fuera de Serie Cómix?), regresan las aventuras del marrano superhéroe creado por Gilbert Shelton. En esta ocasión, en lugar de las historietas cortas a las que nos venían acostumbrando, el ejemplar de Superserdo sólo contiene la carcajeante Duelo de titanes, tan extensa que se inicia ya en la página 2 (sí, en el reverso de cartón de la portada) y se prolonga hasta tocar la contraportada. ¿Habrá aguardado La Cúpula hasta la recta final de la colección para dar salida a las epopeyas más desarrolladas de Philbert Desanex?

Imaginaos lo que puede dar de sí este planteamiento en manos de Shelton y sus cochinas creaciones gráficas: Superserdo se encuentra con su antepasado el Serdocantropus, con su hermano malvado Punkyserdo Paranoide y con el Serdo del Futuro, un descendiente suyo que viaja en el tiempo a través de una máquina con forma de water. Si habéis leído La Vuelta al Mundo de los Freak Brothers o pudisteis hojear el tomo en que estos hippies conocían al cuarto freak, el resultado es similar: un completo desfase humorístico lleno de gags y caricaturas sin precio.

El peculiar cuarteto gorrino dispone además de una pistola roba-almas con la que convierten, entre otras cosas, al comisario en una pizza voladora de masa fina. Sus acciones violentas en la prehistoria repercutirán en el presente, de modo que cuando Superserdo vuelva a la ciudad tendrá que enfrentarse a la corrupción que se ha generado. ¡Y sus métodos disuasorios nunca fallan! Después de degustar la droga incautada y ejecutar los mismos crímenes de los delincuentes contra los que actúan, el alter ego de Desanex organiza una flota de camiones y animadoras para detener a cuantos deparavados se muevan por la calle. Eso sí, los banqueros y abogados permanecerán en prisión.

Cabe remarcar la traducción españolizada de Félix Sabaté, con expresiones como Mutadrid (el escenario donde actúa el Serdo de Asero), "jander", "los documentales de La 2", etcétera, que si bien desvirtúan el original, también mantienen el mismo lenguaje fresco que Shelton suele usar en sus viñetas.