14.5.05

El triunfo del Esplendor Americano

American Splendor es una auténtica rareza en su género. Su autor, Harvey Pekar, sólo escribe los guiones, pero se acompaña de dibujantes de la talla de Robert Crumb o Gary Dumm para plasmar sus visiones de la vida cotidiana. Como ya es sabido, el éxito alcanzado por la película del mismo nombre ha permitido al escritor dedicarse al noveno arte a tiempo completo. Y aprovechando la coyuntura La Cúpula editó recientemente, dentro de su colección de Obras Completas, las historias que dibujó Crumb a las órdenes de Pekar.

En una de sus tiras, el autor se pregunta hasta qué punto pueden exportarse al resto del mundo las desventuras de un judío coleccionista de vinilos en Cleveland, y tras esbozar varias sonrisas durante la lectura uno advierte que sí puede sentirse identificado con ello. En las viñetas de American Splendor hallamos estampas más reconocibles de lo que pudiera parecer a simple vista, quizá porque la influencia americana ya sea irreversible. Por otro lado, ¿quién no ha padecido los abusos de amigos gorrones como los que se retratan aquí? ¿Con cuántos funcionarios peculiares nos hemos topado al cabo de nuestra vida? En esos detalles se fija el bueno de Pekar.

Protagonizadas por él mismo, en las páginas de American Splendor encontramos esa filosofía que se oculta detrás de todo obrero, la poesía del vecindario. Tal y como dice Harvey en una de sus creaciones, "cualquier cosa puede ser un tebeo". La genialidad de los diálogos (basados en hechos reales) se deja notar en pasajes como el siguiente:

"Evita el rebaño apestoso, rechaza la manada contaminada, vive como el pájaro estoico, el águila de las montañas... ¿Sabes lo qué significa? ¡Significa que te alejes de tu familia! ¡Tu familia no te hará ningún bien! ¡¡Aléjate de ella cuanto puedas!!" -el comienzo de esta arenga la hace un parroquiano de Cleveland mientras baja en un ascensor atestado de gente.