16.8.05

Ex presidente con pasado célebre en la Ci-Fi

Si nada varía, éste será el último post que escriba apostado en mi residencia de verano. Por eso mismo, en nuestra tendencia de tratar asuntos frívolos para una ligera digestión estival, he creído acertado referirme aquí a los anuncios de cómics de mediados de los setenta. Mientras rescataba del zulo de los recuerdos algunas páginas amarillentas cuyo era valor incalculable, me tropecé con unos cuantos mensajes al lector que difícilmente podrían superar hoy las promociones de cualquier editorial española:



Nos venden un producto que reúne los ingredientes básicos para que una serie obtenga éxito: se trata del regreso de alguna celebridad que las nuevas generaciones aún desconocen; y además de la acción inherente a la historieta, el título se presenta en formato de coleccionista. Sigamos leyendo...



Las grandes empresas de comunicación saben que el secreto está en hacer creer a sus clientes que son los más listos del mundo. Entre los aficionados al cómic se encuentran, por otro lado, verdaderos cerebros plagados de datos concretos y cifras fidedignas. Su utilidad en la vida diaria, sin embargo, es muy dudosa. Hemos decidido omitir nuestros comentarios acerca de la ortografía puesto que en esos años aún se abogaba por no acentuar las mayúsculas.



Empezamos a comprender de qué nos están hablando: se trata de un anual a todo color, pero dan por sabido (avezados lectores) el nombre del héroe en cuestión. Este aparente error es subsanado más tarde, cuando nos damos cuenta de que es una de esas campañas misteriosas en donde no se menciona el artículo que se oferta hasta el último instante, un auténtico colofón de curiosidad satisfecha:



¡En efecto! Un antepasado de nuestro ex presidente José María Aznar, era un mito de los viejos tebeos de ciencia-ficción. El resto de la historia, ejem, es de sobras conocida.