7.8.05

Roberto Alcázar y Pedrín: ¡vaya pareja!

Si hay un título entre los tebeos españoles que pueda presumir de haber marcado a varias generaciones de adolescentes, ése es Roberto Alcázar y Pedrín. Hay otros personajes de sobra conocidos, como el Capitán Trueno y demás clásicos, pero sólo en dicha colección hallaremos el cruce perfecto entre Terry y los Piratas y Jimmy Olsen. Repasando la biblioteca familiar encontré algunas viñetas reveladoras que nos ayudarán a profundizar en la psicología de esta extravagante pareja.



Como puede comprobarse, los dos representaban el arquetipo perfecto de ciudadano. ¿Lo consideramos entonces una vía de propaganda en los quioscos? El dato objetivo es que el espíritu carpetovetónico les embargaba más allá de toda duda: sentían gran pasión por el fútbol, el espectáculo por antonomasia durante el régimen (junto a los toros, claro).



Era un recurso extendido en los cómics de la época que hubiera un protagonista joven con el que los lectores se identificaran. Pedrín tenía predilección por las armas blancas: desde el clásico garrote -con el que solía esperar tras la puerta- hasta hojas más perfeccionadas como la navaja albaceteña.



Tales artilugios en manos de un menor sólo podían acarrear consecuencias funestas. Pero en aquellos años, sin la información suficiente, los editores debían prestar atención a otros aspectos de sus publicaciones. Así, desde el noveno arte se pregonaban, bajo el manto de la inocencia, imágenes tan cruentas como ésta:



Es complicado no centrarse en la figura de Pedrín que, al igual que otros niños célebres de la historieta, se caracterizaba por su insolencia y su temeridad. Estos rasgos servían tanto para enredar el argumento cuando flojeaba como para dotar de chispa los diálogos. A continuación exponemos dos ejemplos bastante significativos:





Con el paso de los años, los aficionados revalorizarían muchas series por la cantidad de escenas bizarras que contienen, como Jimmy Olsen, el secundario de Clark Kent, leit motiv de Jotace. ¿Hay imagen más reveladora que la de Roberto Álcazar llevando a caballito a su pequeño camarada?



No obstante, a mí la estampa que me pirra es una donde Pedrín sale huyendo del estruendo provocado por una sirena. Ensimismado, su carrera cuesta abajo vaticina un final inesperado...



En próximas entregas ahondaremos en anuncios de viejas publicaciones juveniles y recuperaremos héroes que permanecían inexplicablemente olvidados. Abróchense los cinturones.