13.9.05

Las Aventuras de Batman: Sombras y Máscaras

Las Aventuras de Batman #2: Sombras y Máscaras (Planeta de Agostini, septiembre de 2005). 112 páginas. PVP: 5,50 euros.

Planeta saca a la venta el segundo número de Las Aventuras de Batman en formato digest con un papel más resistente que el del ejemplar anterior. Al comenzar a leer, uno se topa con la primera errata: el rótulo del primer capítulo, Disparo en el corazón, parece repasado por los mecánicos de la imprenta. Pero era una falsa alarma. El resto del tomo es pura delicia.

La acción se sitúa en los días en que Máscara Negra intenta adueñarse de Gotham con la ayuda de sus compinches. Batman se infiltrará en la banda caracterizándose de Cerillas Malone, y gracias a su soplón Anguila O'Brien logrará truncar los planes de Deadshot, Firefly, Araña Negra, Tigre de Bronce, Sportsmaster y Jefe Gorila. Pero detrás de todo estará Capucha Roja, que decide postergar su aparición para otra ocasión.

Paralelamente, los autores de la serie retratan el rostro más íntimo de Bruce Wayne, un hombre de negocios que no tiene tiempo siquiera para enamorarse. En concreto se cuenta su desencuentro con Julie Madison, la candidata ideal para recibir la joya que el Hombre Murciélago heredó de su madre hasta que la descubre en una fotografía junto al Pingüino. Más tarde encontrará a la portadora perfecta: la doctora Leslie Thompkins, experta en curar heridas de bala y capaz de reconocer a Batman por sus cicatrices.

En el puzzle de episodios cortos que ofrece el volumen conoceremos a detectives más terrenales como Bullock o Ricky Squib, que padecen en carne propia el mandato de Cobblepot. Asimismo irrumpen secundarios como Phantasm, alias de la hermosa Andrea Beaumont (¿cómo es posible que disfrazada adquiera esa fisonomía tan masculina e imponente?), y veremos al Señor de la Noche vestir su armadura ignífuga.

Su corazón solidario le impide olvidar a las víctimas colaterales de los actos cometidos como Malone (cuyo bigote le recuerda a su padre), y a la joven madre soltera Charlotte Reade le facilitará un empleo en Empresas Wayne. Los lectores avispados hallarán sendos homenajes al pintor norteamericano Edward Hopper y a la famosa comedia televisiva Friends, el segundo a raíz de un chiste de Batgirl.

Hacia el final del ejemplar nos topamos con la suculenta Trampas a go-gó, una secuencia de pin-ups que funciona a modo de lección magistral, donde Batman le explica a Robin cómo logró escapar de las peores trampas de sus enemigos más letales. ¡Ojo a la doble página de la casa de los horrores del Espantapájaros! Por último, El sofá nos permite descubrir los pensamientos más profundos del superhéroe durante una particular sesión de psicoanálisis.

Y no lo olvides: ¡si sólo puedes comprar un tebeo de Batman este mes, que sea éste!