27.2.06

Reseñas: Sonámbulo y otras historias

Sonámbulo y otras historias, de Adrian Tomine (La Cúpula, febrero de 2006). 104 páginas. PVP: 8,95 euros.

Es una pena que un libro tan hermoso como Sonámbulo y otras historias contenga un error garrafal de edición como el de las páginas 38 y 39... ¡Que son la misma! En papel de gran calidad, donde mancha muy bien la tinta, el volumen reúne historietas de Adrian Tomine fechadas entre 1994 y 1997. La Factoría de las Ideas publicó hace unos años una versión de la obra que hoy se encontraba descatalogada, una jugada similar al Peepshow de Joe Matt, que aparece ahora de la mano de La Cúpula con el título de Pobre Cabrón.

Leyendo a Tomine me siento identificado como un bobo con muchas de las situaciones que presenta, propias del juego de casualidades de Paul Auster. En este tomo hallamos personajes en la edad del pavo, como Dylan y Donovan y su padre guay o el drama cotidiano de las familias uniparentales americanas en el Cuatro de Julio. También se deja entrever cierta filosofía derrotista, de “todo puede empeorar”, y se ahonda en la necesidad de un rincón físico donde llorar a gusto (Sonámbulo). Al dibujante no le importa ofrecer una visión rastrera del género masculino, ni retratar el voyeurismo en pareja o los secretos inconfesables del abuelo. No en vano, mientras escribe sobre manías persecutorias y arrebatos de violencia es capaz de firmar un episodio tan emotivo como Hora del Almuerzo, donde insiste en aferrarse a los buenos recuerdos.

El creador de Rubia de Verano es, además, uno de los artistas que mejor saben representar las facetas de la juventud. En Curro de Verano -mi preferida de la colección-, narra a la perfección la inhibición de un adolescente que trabaja en una copistería y que, pese a ciertas oportunidades para redimirse, continúa en la empresa con una actitud reprobable (una práctica extendida entre los empleados de medio mundo, por otro lado).

Otros capítulos ejemplares son Escala, o qué hacer un día que no entraba en los planes; Supermercado, donde nos sentiremos ciegos por un instante; y Seis días resfriado, que funciona como secuela de Sonámbulo al plantear una situación semejante con una pareja más madura que la anterior. El libro se cierra con una acertada disertación sobre la amistad, la desconfianza y los celos.

Aunque se trata de una reedición, Sonámbulo y otras historias se perfila como uno de los mejores tebeos que han aparecido en lo que va de año.