Tetas by Corben (y II)

Continuamos nuestro recorrido por las viñetas con mejor delantera de Richard Corben, para detenernos en aquéllas que muestran escotes tan insostenibles como éste publicado en Cage:



Unos milímetros todavía nos separan del top-less y, aun así, las íntimas fantasías entre marido y mujer narradas en Bigfoot logran cautivarnos del mismo modo:



En otros casos, la ley de la gravedad hace de las suyas y suele premiar a la portadora de mamas descomunales con un destape al más puro estilo de Sabrina Salerno en TVE. Eso sí, asegúrate de que a tu perro no le importa:



Existe una manera fortuita de sacar a flote las gracias femeninas. Cuando van a la carrera (y encima vienen de la ducha), lo más probable es que acaben aflorando a la superficie:



No obstante, si se resisten a emerger, no hay nada como la intervención manual para corregir tal defecto:



A Corben le apasiona igualmente presentar a sus heroínas vencidas, casi moribundas o a punto de ser víctimas del abuso masculino. Parece como si su propósito fuera destacar la hermosura en manos de los salvajes.



En estas escenas, las mujeres tienen todas las de perder. Suelen ser atadas y vejadas a capricho:



¿Y qué ocurriría si metieran en una prisión de hombres a una mulata desnuda con proporciones de ensueño?



Las demás especies también reivindican su derecho a acariciar las carnes imaginadas por Corben. ¿Y quién podría negarse a ser sobado por un insecto gigante, cuando incluso tiene la delicadeza de guiñarte un ojo?



Si se portan muy mal o se ponen nerviosas, el autor prefiere usarlas como sacrificio humano en ciertos tipos de rituales:



(Pincha aquí para verlo más grande).

¡Hasta la inocente Alicia de Lewis Carroll, en manos de Corben, es atacada por una horda de conejitos blancos en pleno celo!