8.4.06

Reseñas: Las Aventuras de Batman #4

Las Aventuras de Batman #4: Amor Loco (Planeta de Agostini, marzo de 2006). 144 páginas. PVP: 5,95 euros.

Con este tomo da por finalizada Planeta la andadura del Batman cartoon por nuestros lares, incluyendo el magistral Amor Loco de los pioneros Paul Dini y Bruce Timm como broche final de la serie. Pero los aficionados al género no se quedan huérfanos: a la vuelta de la esquina están el Spiderman/Antorcha Humana de Panini y el Superman Aventuras que aparecerá en el Salón del Cómic. El volumen sufre un incremento de páginas (y precio) a costa de un papel aparentemente reciclado (fíjense en las hojas en blanco del final), aunque la editorial tiene la delicadeza de reproducir por primera vez las portadas originales de la colección.

Jason Hall y Kelsey Shannon firman el episodio más flojo de la entrega: “Que se sirva frío”, donde se cuenta la historia de celos entre Mr. Frío, su ex esposa Nora y el nuevo marido de ésta, con las acostumbradas apariciones de Nightwing y Batgirl. Se ahondará en estos personajes en el complemento titulado “Koonak del Norte”.

Los compenetrados Ty Templeton y Rick Burchett recuperan en “La esposa del Joker” a sus predilectas Harley Quinn e Hiedra Venenosa. El mayor enemigo de Batman le pedirá matrimonio a la primera con una anilla (de granada) de compromiso, después de saber que acaba de heredar una fortuna. La segunda irá en busca de sus orígenes hasta el laboratorio de la Cosa del Pantano, donde vive la verdadera Pamela Insley.

El último capítulo de la edición americana, titulado “El Horror”, centra la mirada en Joe Chill, el hombre que mató a los padres de Bruce Wayne y ahora padece de manía persecutoria. Su presencia pasará desapercibida para un Batman desenmascarado y empeñado en detener a Killer Croc con la ayuda del detective Giella.

Por su parte, la parte gráfica de “Amor loco” corresponde al diseñador original de la versión animada del Hombre Murciélago, y narra el origen de la sensual y desequilibrada Harley Quinn. Desde sus labores de psicóloga en Arkham, donde quedó fascinada por la personalidad del Joker, hasta su implicación en la muerte de las cien sonrisas.