19.7.06

La juventud de Lucky Luke

En los años noventa, Dargaud, propietaria de las historietas del cowboy solitario, se suma a la fiebre de infantilizar personajes que vive el sector. En TV triunfan series como los Pequeñecos o los Pequeños Picapiedra, y la editorial francesa decide hacer lo mismo con su vaquero. Para ello, Morris contará con el efectivo Pearce y los brillantes diálogos de Léturgie, brindándonos la oportunidad de conocer un poco más acerca del joven Luke.

En los álbumes Kid Lucky (1995) y Oklahoma Jim (1997) se presenta a Lucky Luke como un niño huérfano que ejerce de escudero de un old timer (ya sabéis, un venerable aventurero que aún confía en encontrar vetas de oro). El pequeño ha de conformarse con un tirachinas, pero por las noches entrena a escondidas con el revolver de su compañero. Los autores aprovechan para instruirnos sobre los secuestros de blancos a manos de los indios, encarnados aquí por los falsos indígenas Gran Mocasín y Puercoespín Paliducho. Las diferencias culturales, el aborrecimiento del pemmican (plato típico en los asentamientos) y los despistes del anciano provocarán buena parte de las risas.

En la génesis del protagonista no podía faltar el primer encuentro con Jolly Jumper, a quien salvará del ataque de unos lobos. Kid Lucky convivirá además con los leñadores de la región y viajará por el río en balsa como Huckleberry Finn. Luego tendrá que vérselas con el Séptimo de Caballería y con unas personas que dicen ser sus padres.

La segunda historia narra el paso de Luke por la escuela durante su estancia en Mushroom City. Ya entonces se dedica a capturar a los niños que intentan eludirla, entre los que se encuentran los infantes Dalton, imberbes y deliciosamente tiernos. Cuando la señorita Zee pide a Joe que escriba su apellido en la pizarra, éste pondrá: “Reward”. Poco después irrumpe en el pueblo un sospechoso Oklahoma Bill, que se gana la confianza de los críos con caramelos rojos, pistolas y malabares. La amistad acabará desembocando en un atraco encabezado por los pequeños Dalton y el robo de la pepita de la suerte servirá para que el old timer tenga una buena racha. Un U.S. Marshall va en busca del bronco libre, con el que representará un duelo heroico en el desierto. La maestra, por su lado, provocará algunos de los momentos más hilarantes del volumen.