1.9.06

Reseñas: Hellblazer #9

Hellblazer #9, de Delano, Hoffman, Buckingham y Alcalá (Planeta de Agostini, agosto de 2006). 64 páginas. PVP: 3,50 euros.

Comienzan los atrasos en la línea Vertigo poco después de la introducción de nuevas series. Hellblazer, que había ido apareciendo casi puntualmente junto a Doom Patrol, se estanca justo en mitad de la saga de La Máquina del Miedo. En esta entrega, además, asistimos a otro cambio de dibujantes: llega Mike Hoffman, que colaborará en la colección de forma intermitente, y el tándem formado por Buckingham y Alcalá, que conocen la cabecera desde su inicio y cuyas sombras recuerdan al trabajo de John Ridgway. Planeta sigue derrochando páginas: cuando se ven obligados a cuadrar páginas dobles pasan de 48 a 64 páginas sin problemas: unos mapas del Reino Unido por aquí, unas promociones de la línea por allá, y para acallar a los más exigentes, un superficial artículo de Abraham García (que insiste en el horror cotidiano y las referencias políticas). No se explica que, con semejante despliegue, no metan los créditos en color. O que ningún colaborador firme un glosario de personajes secundarios.

John Constantine viaja en tren buscando a Mercury, pero el trayecto será accidentado: un espía soviético le persigue, mientras que Geotroniks desata el pánico en los vagones a través del cabo Morgan, un rastreador psíquico. En estas turbadoras escenas, Delano usa con maestría el fluir de conciencia y los diálogos ilógicos de los sueños, como vimos en el episodio de la playa.

En el siguiente capítulo tendremos noticias de Marj, Zed y los demás hippies, que ya se han instalado en Escocia al lado de la Nación Pagana. A través de su correspondencia con el protagonista seremos testigos del drama del inspector Geoff Talbot y su esposa, así como de los avances telepáticos de la joven secuestrada.