23.9.06

Reseñas: Solo #2 (Richard Corben)

Solo #2: Richard Corben (Planeta de Agostini, septiembre de 2006). 48 páginas. PVP: 3,95 euros.

El propósito de esta colección no queda demasiado claro. Supuestamente se trata de un escaparate donde algunos autores ilustres dan su visión del universo DC. Y a la vez, como su propio nombre indica, Solo debería albergar únicamente trabajos en solitario, en los que estos artistas asumieran todas las partes del proceso. Pues en este caso, tampoco. El bueno de Richard Corben ignora casi por entero la galería de personajes de la casa y se alía con el guionista John Arcudi y el colorista Lee Loughridge para rematar dos historias. No obstante, en el trasfondo de las cinco narraciones que componen el ejemplar se intuyen las constantes del dibujante de Kansas, lo cual hace pensar que la labor de los otros firmantes ha sido de mero apoyo.

Hemos de recalcar que Planeta ha tomado nota de los errores del anterior número, y ahora hallamos una cubierta más gruesa donde el blanco no transparenta. Además, en esta ocasión, Corb aprovecha al máximo el espacio proporcionado por la colección, y no termina rellenando sus páginas con bocetos y portadillas como Tim Sale.

El tesoro de Belzon cuenta las andanzas de un arqueólogo perseguido en busca de unas valiosísimas joyas egipcias. En la tumba sagrada se topará con una misteriosa centinela que le mostrará sus encantos carnales (en la medida que DC lo permite). Tras la profanación, como no podía ser de otra manera, habrá un castigo para el más codicioso. La plaga huele a las viejas adaptaciones de los clásicos a que nos tiene acostumbrados Corben –particularmente a Sombra, de E. A. Poe-. Confinado en una torre, el rey Sadali ha mandado propagar la peste contra los ejércitos enemigos mientras los suyos disfrutan de una bacanal sin límite. ¿Qué sucederá cuando el castillo esté rodeado por millares de soldados? La última historia larga, La desaparecida, recupera al Espectro (¡por fin!), la ira de Dios encarnada en el agente Corrigan, capaz de ver a los muertos y de llevar a los injustos a donde pertenecen. El episodio parece sacado de una de esas series de Cuatro que triunfan los domingos por la noche.

Entre los relatos breves, El cíclope posee los mejores ingredientes corbenianos: un monstruo mitológico en extinción (que se merece una novela gráfica), la ruda batalla propia de la era salvaje y el mejor color de todo el número. La vuelta a casa es un western con un cuatrero de gatillo fácil como protagonista. Su padre y un rastreador piel roja completan el cuadro. Su familia siempre ha estado marcada por la mala suerte y ya es hora de que se haga justicia.

Lo más importante es que el maestro del gore sigue en activo. Confiamos en que las editoriales españolas no tarden demasiado en publicar sus relecturas de las Narraciones Extraordinarias ni, como hemos sabido hace unos días, su versión del mismísimo Motorista Fantasma. ¡Apartad chicos, que viene Nicolas Cage!