24.1.07

Reseñas: Hellblazer #14

Hellblazer #14, de varios autores (Planeta de Agostini, enero de 2007). 48 páginas. Color. PVP: 3,50 euros.

A estas alturas de la serie no vendría mal una cronología de los episodios que componen la muy destacada pero intermitente saga de The Family Man (traducida aquí como “El Familiar”), o algún comentario sobre la sobresaliente participación de Neil Gaiman y Dave McKean en la colección. Pero en este sentido, Planeta sigue en horas bajas.

Nos hallamos ante otro de los momentos cumbre de Hellblazer. Gaiman y McKean (que volverá a los lápices en el número 40), con ayuda en los colores de Danny Vozzo -que llena de tonalidades frías el episodio- presentan una historia autoconclusiva desconsoladora en la que John se topa con un espíritu errante falto de cariño. La trama se ambienta en una fiesta en honor a Ray Monde, aquel homosexual que murió de sida en los primeros capítulos firmados por Delano. El protagonista se topará allí con Anthea, una lesbiana que quiere hacerle una proposición bastante especial.

El segundo capítulo significa el regreso triunfal de Jamie Delano a la cabecera de Vertigo, que ya no soltará los guiones hasta su marcha de Hellblazer –salvo en el fill-in de Dick Foreman en el número 32-. Vuelve con un apasionante argumento sobre un asesino en serie muy peculiar que en estas páginas contactará con el padre de Constantine, al que no conocíamos. De paso, saludamos a Chas y vemos la cara del fetichista Hackett, que colecciona recuerdos macabros. Sin embargo, John se da cuenta de que el Familiar nunca deja testigos, y él todavía está vivo…

Ron Tiner y Kevin Walter se coordinan a la perfección, presentando una composición de viñetas de 3x3=9 influenciada por Watchmen. Cabe reseñar el parecido entre la portada del número 1 y la del presente, pues no en vano se trata de una revisión de la misma a cargo de McKean. En este aspecto, Kent Williams ofrece un trabajo mucho más tosco en la contracubierta.