Reseñas: Superman Aventuras #3

Superman Aventuras #3: El último hijo de Krypton, de varios autores (Planeta de Agostini, diciembre de 2006). 112 páginas. Color. PVP: 5,50 euros.

De esta colección no podemos esperar artículos explicativos, ni reproducción de cubiertas… Ni una buena traducción. ¿Desde cuándo tiene la Tierra 6 billones de habitantes? ¿Y por qué se le llama aquí Dr. Fate si en JLA/JLE dicen Dr. Destino? En fin, un mal menor si pensamos que la próxima será la última entrega de la versión animada del Hombre de Acero, y que Planeta no piensa editar la serie cartoon de la Liga de la Justicia ni los números antiguos de Las Aventuras de Batman.

El tomo comienza con un episodio doble firmado por los habituales Millar y Amancio, que rescatan a los padres de Superman, Jor-El y Lara, para una historia sobre dimensiones paralelas donde Lex Luthor, Metallo, Parásito y Bizarro (los villanos más repetidos de esta cabecera) se llevarán los laureles. El planteamiento es original, pero la resolución del capítulo resulta demasiado obvio –además hay más de una reiteración-.

David Micheline y Neil Vokes se estrenan con una entretenida trama protagonizada por el Comandante, cuyo poder hipnótico dejará a Lois Lane en manos del bedel del Daily Planet. Son precisamente los argumentos menos pretenciosos los que mejor funcionan en Superman Aventuras. Otra historieta, a modo de what if…?, abunda en la posibilidad de que alguien revele la identidad secreta de Clark Kent, y para ello se recupera a un personaje de su juventud en Smallville, además de Batman. El número llega a su final con la aparición del Dr. Destino y un extraterrestre invasor de cuerpos que pide “santuario”. Hay algún que otro pasaje políticamente incorrecto, como un diálogo entre policías que dice:

“Odio inspeccionar en barcos del norte de África. Nunca sabes qué te va a morder en una de esas cosas. ¿Recuerdas la última vez? ¿La ardilla con rabia?”



¿Ardillas venidas de Marruecos?