Reseñas: Tomás el Gafe #1 y #2

Tomás el Gafe #1 y #2, de Franquin (Planeta de Agostini, enero de 2007). 48 páginas. Color. PVP: 5,95 euros.

Por fin han llegado al quiosco los dos primeros álbumes (de 19) de Tomás el Gafe, una oferta de lanzamiento que se mantendrá en las dos siguientes entregas. Planeta presenta la edición integral que se publicó en Francia, recopilando cronológicamente todas las apariciones del personaje de Franquin. La única pega que se le puede poner a esta versión, aparte de no traducirlo como “Gaston”, son las cubiertas y la cabecera escogida, por no ser fieles a la original. Un mal menor, después de saborear el suculento interior de los volúmenes.

En estas páginas veremos las viñetas de presentación de Tomás –aún con el pelo corto y los ojos pequeños, pero ya con su eterno jersey verde y sus zapatillas gastadas- en la revista Spirou. En estos gags, la presencia de Fantasio es muy importante para que haya contraste entre la redacción seria y los desastres ocasionados por el novato (que por las alusiones parece entrar en Dupuis gracias a un enchufe). A través de historias de media página vamos conociendo su carácter tranquilo y disperso, su ingenuidad y su extraordinaria facultad para inventar extraños artilugios.

Como muchos lectores españoles saben, Tomás el Gafe inspiró la creación de personajes de Ibáñez como El Botones Sacarino o Tete Cohete. En este sentido, Ediciones B nunca ha recopilado, al contrario que la edición francesa, las planchas publicitarias protagonizadas por sus creaciones -¿Hay algún Súper Humor con las páginas de Mortadelo y Filemón anunciando el Tulicrem?-. Dado el propósito completista de esta serie, veremos en el nº2 al becario de Spirou probando la Orange Piedboeuf.