Reseñas: Tomás el Gafe #3 y #4

Tomás el Gafe #3 y #4, de Franquin y Jidéhem (Planeta de Agostini, enero de 2007). 48 páginas. Color. PVP: 9,95 euros.

En estos dos volúmenes, Tomás sigue su evolución gráfica, que dará como resultado la imagen arquetípica del personaje que aparece en las portadas. Hay gags con sillas de caucho y muñecos de látex de distinto tamaño que realzan el carácter lánguido del empleado más incompetente de la redacción de Dupuis. El Gafe es además un inventor temerario, provocando que Fantasio le trate cada vez con más violencia… ¡Sobre todo cuando lleva una vaca al despacho! Por ello será despedido, aunque las cartas de los lectores conseguirán que le readmitan. Este funcionario tan desordenado construirá el anudador de corbatas o la caja amortiguadora de ronquidos. Más tarde trae un erizo al edificio, justo cuando el señor De Mesmaeker viene a firmar los famosos contratos. ¿A quién sino a Tomás se le ocurriría criar champiñones en el cuarto de revelado? ¿Y una puerta abatible para evitar la corriente? De hecho, algunas páginas del número 3 se presentan como una galería de inventos al más puro estilo TBO. Poco a poco vamos conociendo a más compañeros del Gafe, aparte de los ya citados, como la tímida Jeanne. En las oficinas de Spirou podemos encontrar botellas y perros por todas partes, reclamos para pájaros, y un loro de mascota. En definitiva, humor blanco un pelín más salvaje que la media acostumbrada en la BD, capaz de arrancarnos unas cuantas carcajadas.