22.2.07

Reseñas: Tomás el Gafe #6

Tomás el Gafe #6, de Franquin y Jidéhem (Planeta de Agostini, febrero de 2007). 48 páginas. Color. PVP: 9,95 euros.

Este álbum resalta sobre todo por la cantidad de texto que se incluye en sus páginas. Además de tiras cómicas, Franquin se empeñó en hacer crónicas ilustradas de cuanto ocurría en la redacción de Spirou. Para ello recurre a ingeniosos juegos de palabras como: “No es lo mismo una selva virgen que una virgen en la selva”, que también usaría en Ideas Negras. Los cuerpos de Policía y Bomberos no salen demasiado bien parados en estos chistes de media o una página. ¿Qué tal recurrir al enorme camión para una cita con Jeanne? Por fin conocemos el nombre del agente gafado, Longtarin, y del vecino del edificio Smith, Jules, con quien Tomás trata de tender un cable. Continúan los vaivenes con el coche de segunda mano y los retiros al campo y la playa. ¡Hasta una visita a una plaza de toros española! Asimismo, vuelve a aparecer Juan Cenizo, primo carnal del protagonista. Criador de mirlos, palomas y camaleones, El Gafe protagoniza varios gags con la máquina de escribir como excusa: el carro volador –que debía hacerle mucha gracia a Ibáñez—, las letras cambiadas… Aficionado a la comida enlatada, entre las medallas del personaje se encuentran docenas de escapes de gas, nuevos sistemas de pintura con aspersores, el sabroso café dispensado por el calentador, un abrigo con sistema de irrigación, peculiares timbres de teléfonos para alegrar la oficina, un reloj que se pierde en las tuberías e inocentadas por doquier para el pobre Fantasio.