13.4.07

Reseñas: Tomás el Gafe #9

Tomás el Gafe #9, de Franquin y Jidéhem (Planeta de Agostini, abril de 2007). 48 páginas. Color. PVP: 9,95 euros.

Hasta ahora, la traducción de Tomás el Gafe (salvando el flagrante error de no llamar al personaje Gaston) de Mireia Rué ha sido casi impecable, dada la cantidad de juegos de palabras que contienen las tiras. Sin embargo, en este volumen convierte el nombre de Léon Prunelle –actual superior directo del protagonista— en Buenavista, que suena bien pero no tienen nada que ver. Los acostumbrados secundarios de la plantilla (Lebrac, Boulier, De Mesmaeker, Jules…) sí habían mantenido sus apelativos originales. Invito a los lectores más inquietos a reconocer todas las celebridades de la BD que aparecen escondidas en los carteles que el dibujante (seguramente Jidéhem) ha puesto por todas las paredes de la redacción de Spirou. La entrega contiene chistes sobre narices coloradas (¿resfriadas o borrachas?), sillas trucadas que se elevan como escaleras, maquetas a escala del tomasófono y la oficina –¿qué ocurrirá a continuación?—, y Tomás convertido en monstruo de agujas de pino. Por otra parte, el coche del Gafe servirá de un patinete y será acribillado a balazos tras ser utilizado en una película de mafiosos. ¿Y no habíais pensado siempre que este peculiar inventor es de los que se quedan dormidos mientras se llena la bañera? Sólo a él se le ocurriría construir un reloj al que hay que darle cuerda cada dos días subiéndose a la fachada del edificio. ¡Si los fusibles estallan a su paso! ¿Qué pasará con el sistema neumático de aitre comprimido que sirve para enviar documentos? Luego cruzó la frontera en cohete y empolló unos huevos de tortuga, se empecinó con el juego del boliche y dijo adiós con un salto en su superbola. Uno de los gags más destacados se ceba en la manía de Boulier de cerrar las puertas con cuidado, y otro muestra la genialidad de Franquin a la hora de plasmar el movimiento: con una sencilla secuencia de cuatro viñetas comprendemos lo lento que es el coche de Tomás. En esta entrega Fantasio hace una visita puntual a su amigo, que sigue con sus experimentos químicos y descubre el gas de la risa.

This album is powered by BubbleShare - Add to my blog