7.12.07

Reseñas: Súper Puta

Súper Puta, de Manel Fontdevila (Glénat, noviembre de 2007). 120 páginas. B/N y Color. PVP: 19.95 euros.

Los lectores habituales de Manel Fontdevila, acostumbrados al humor ortodoxo de sus colaboraciones en El Jueves, se sorprenderán ante la originalidad de su última propuesta. Súper Puta, confeccionado por el autor de “La Parejita” en sus ratos libres durante unos cuantos años, sólo puede calificarse de experimento (genial o fraudulento, eso ya queda en manos del aficionado). Con su característico trazo de pincel grueso y un uso muy peculiar del color –destacan el amarillo y rojo… ¿los colores de la bandera española?—, el dibujante propone una trama sin pies ni cabeza manejada por los siguientes personajes: Súper Puta (denominada alternativamente Marcia o Pantera), una prostituta que sólo esconde lo que los demás enseñan –antifaz, guantes y botas—; y Nicomedes, un predicador de TV con el que mantiene una relación violenta (un curioso parecido con la Gata Loca) a causa de la dicotomía ayuda / deseo. No en vano, hay una frase nihilista que se repite a lo largo del libro: “Nadie puede ayudar a nadie”. La mayor parte de la obra se ambienta en el garaje Le Impeccable, donde tendrá lugar un secuestro, con un taxista y un mecánico que ejercen de secundarios junto a dos misteriosos muertos –Púmpida y Palito Bayona Stick—. Sin embargo, si sobresale una tercera figura en este relato es la del escritor automático de tinta invisible (¿un alter ego de Fontdevila?).

No cabe duda de que Súper Puta requiere toda la atención del lector, pues se topará con la ausencia de un argumento lógico, así como diálogos plagados de sentencias y acotaciones llenas de juegos lingüísticos. También hay sitio para escenas surrealistas, como la lluvia de sombreros de mexicano o la cópula celestial del epílogo. Por no hablar de las referencias veladas, las connotaciones freudianas y la simbología sexual presentes en la novela gráfica, que se prestan a infinidad de interpretaciones. ¿Quizá esté sugiriendo que en la mente calenturienta de los hombres todas las mujeres son superheroínas? Las ideas de Fontdevila surgen a borbotones, como un torrente incontrolable, y en ocasiones el texto le gana la partida a la viñeta. Puede que nos hallemos ante una novedosa tendencia de ciertos autores nacionales que, llegados a una mayoría de edad profesional, prefieren propuestas menos amables o evidentes. Sea como fuere, Glénat no facilita el acceso a estos títulos más arriesgados poniendo precios tan elevados.

Free Image Hosting at allyoucanupload.com