Reseñas: Gagarin #7

Gagarin #7, de Ferran Esteve (marzo de 2008). 28 páginas. B/N. PVP: 1 euro.

Las páginas de Ferran Esteve destilan naturalidad y veracidad. Su aspecto inocente denota cierta influencia de Scott Adams, mientras el uso de grises y el cuidado de los fondos otorgan un valor añadido a sus viñetas. La séptima entrega de su fanzine personal Gagarin continúa una historieta larga que comenzó en el número anterior (podéis repasarla en Los Comentarios de Gagarin). Todo gira en torno a un colegio de confesión religiosa –sus alumnos y sus profesores—, y a la espera del desarrollo final de la trama, parece indicar que se trata de un tebeo coral. Aquí, un maestro moralista chatea en secreto con una jovencita de la escuela, una situación que no por cotidiana deja de resultar interesante. El pliego se completa con una tira de su personaje Joseph D. Presión, la descripción de algunos sueños (sección que he encontrado muy destacable) y “Sonámbulo”, una pequeña vivencia que le sirve al autor para rendir cuentas con el pasado. Después de contar con las colaboraciones de Luis Demano y Martín Romero, ahora llega Félix Díaz recuperando a Blacky Oveja, un alegato sobre la xenofobia disfrazado de fábula bucólica. A ver si Ferran Esteve se anima y reedita los viejos números de Gagarin, agotados a día de hoy. O quién sabe, quizá alguna editorial se fije en él –ya va siendo hora— y recopile sus mejores trabajos.