20.4.08

Reseñas: Insekt

Insekt, de Sascha Hommer (Sins Entido, abril de 2008). 128 páginas. B/N. PVP: 16 euros.

La primera novela gráfica de Sascha Hommer remite a clásicos como La Metamorfosis de Kafka, El Hombre Elefante de Lynch y El Niño Gusano de Hino, pues habla del rechazo social de lo diferente (cuyas convenciones enseguida lo transforman en algo “monstruoso”). Con cierta dosis de crueldad, la historieta de Pascal ahonda en las falsas apariencias –el humo negro que envuelve la ciudad no es más que una metáfora física—, que se antojan más trágicas después de narrar su éxito previo: de delegado de clase invitado a los cumpleaños pasa a ser humillado por sus amigos. En este sentido, el aspecto horrible de su cometa funciona como un triste presagio de la soledad que le aguarda.

Llama la atención el uso de tramas de Hommer, que encajan a la perfección en su trazo estilizado, tan influenciado por Schulz como por Ware. Hay unas cuantas escenas sobresalientes dada su capacidad de transmitir sensaciones: el túnel secreto que separa la oscura urbe del campo luminoso; los parientes que viven al otro lado (en concreto, su amorfo primo Sven); la desolación que transmite Pascal al atarse los cordones o al compartir su linterna en el colegio… Si hubiera que escoger una, me decantaría por la secuencia en el bosque –no está lloviendo; son las lágrimas del personaje—.

Frente al fútbol y los videojuegos, de los que ya no podrá disfrutar el protagonista, las figuritas de acción de Insektman se alzan como su única vía de escape (que recuerdan, dicho sea de paso, a aquel relato corto de Hommer publicado por Fanzine Enfermo con muñequitos de Masters del Universo). A continuación, el autor nos brinda un final poco explícito, apoyando la idea de la sublimación / evasión del outsider como justiciero enmascarado. ¿No se asemeja al momento en que Elliot y E.T. vuelan sobre la luna llena montados en su bicicleta?

Sins Entido presenta Insekt en una edición impecable, una razón idónea para llevarse a casa esta obra previsible pero conmovedora al 100%. ¿Para cuándo más material de Hommer?