Reseñas: Adobo #1
Adobo #1, de varios autores (abril de 2008). 44 páginas. Blanco y negro. PVP: 2 euros.
El fanzine de los chicos díscolos de Ojodepez afianza su camino con una entrega más extensa y contundente que la anterior. La revista es un derroche de mala baba mediante el que los autores se empeñan en cosechar enemigos de ámbitos dispares: gitanos, canis, anoréxicas, señoras mayores, disminuidos de toda condición, víctimas del 11-M… Porque en su concepción del humor (o la crueldad) no existen los tabúes.
Los más achispados vuelven a ser Néstor Fernández y Nacho García. El primero posee un trazo aparentemente sin límites (echen un vistazo a su brillante relato “Papadonia”, del que procede la imagen inferior, o a la continuación de Valentino). Y el segundo nos conquista con esa ingenuidad tan arrebatadora, capaz de explorar los límites del cómic mediante un juego de viñetas interconectadas.
Por cantidad de páginas, Molg H. se alza como estandarte de Adobo –no en vano se encarga de la cubierta—, y logra sorprendernos con personajes tan emblemáticos como ese gato gigante tan inquietante o aquel perro con la mancha en forma de mapa de América. Fresús, por su parte, consigue revolvernos el estómago con ese beso de tornillo de Pelegrín. Y Pablo Muñoz se muestra especialmente inspirado en su sección “¿Por qué no soy Amelie?”.
Entre el material aportado por El Otro Samu (a mi juicio, bastante más interesante que el que suele hacer el Samu de Rantifuso) sobresale su asombrosa capacidad para adoptar la jerga cani, brindándonos un mensaje navideño del Rey en ese dialecto que resulta complicado leer sin soltar una carcajada. Este número también significa la vuelta a los lápices de Nathan, fundador y webmaster de Ojodepez, al que le pierden los personajes esperpénticos –ojo a ese visitante de Andrómeda—.
Otro de los puntos fuertes de este Adobo es el pliego interior en supuesto ruso, donde se homenajea a Gordito Relleno, el Profesor Franz de Copenhague y la Gorda de las Galaxias. Más adelante nos topamos con una tal Mortadela, y a esas alturas uno se pregunta: ¿Son acaso estos dibujantes la evolución deformada y estupefaciente de la escuela Bruguera?
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4 Comments:
Has dado en el clavo. Somos los zombies trasnochados y devoradores de almas de Escobar, Vázquez y Peñarroya.
Nos alegra comprobar que lograste hacerte con un ejemplar (teníamos nuestras dudas) y que por lo visto no te ha defraudado. No sé si los textos siguen sin gustarte, en este número hemos probado un par de cosas nuevas para que sean más atractivos.
Es innegable el salto cualitativo que habéis dado, en todas las secciones. Siento haber obviado los textos en la reseña, pero los chistes de C. Buenafuente me han gustado bastante, y el consultorio es un clásico que no suele defraudar ;-) ¡Espero impaciente el próximo número!
Agradecido y emocionado como editor y colaborador señor "tirador, franco". Grandísima reseña: detallada y motivadora.
Nuestro repertorio de enemigos se amplía, y seguro que el fanzine tocará a su fin cuando tomen acciones legales y letales contra nosotros, así que el factor kamikaze va intrínsecamente unido a Adobo.
El siguiente número verá la luz en el Expocómic de Madrid, y esperaremos impacientes su crítica (esperemos que sincera y positiva).
Muchas gracias por todo.
PD. Es usted malo malo malo... :D
Gracias a vosotros por poner tanto esmero en Adobo. Como lector se agradece. ¡A esperar al Expocómic!
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