6.10.08

Reseñas: Las aventuras de Sock Monkey

Las aventuras de Sock Monkey, de Tony Millionaire (Rossell, septiembre de 2008). 88 páginas. Blanco y negro. PVP: 9,95 euros.

Después de leer “Las aventuras de Sock Monkey” y quedarme boquiabierto, resulta inevitable citar la imaginación desbordada y el preciosismo de Winsor McCay, los diálogos shakespearianos de los personajes, el parentesco con el Carroll de Alicia y “La caza del Snark” (por el absurdo y las canciones de piratas) y el Ionesco de “El peatón del aire” –esa idea de saltar dos veces y echar a volar—, por no mencionar los constantes episodios marinos al estilo Melville.

Este tomo contiene cuatro historietas largas y seis cortas, la mayoría protagonizadas por el mono de trapo Tío Gabby y el pájaro de peluche Señor Cuervo. Dada su naturaleza inconsciente, sus hazañas suelen acabar con un incendio o un suicidio. Ya sea escalando a una lámpara de araña (o a un palacio en el aire, como prefieren denominarlo los protagonistas), o defendiéndose de un zafarrancho en miniatura, el destino suele ser tan cruel con las criaturas de Tony Millionaire como lo fuera un niño que sonríe mientras tira una torre de piezas recién levantada. De esta manera, los finales no acostumbran a ser felices, al menos para todos, en especial cuando vienen acompañados de una enfermiza moraleja.

Dictófonos y osamentas pueblan la enorme casa familiar donde viven los muñecos, de corte victoriano. En una ocasión, Gabby y Cuervo viajan hasta Borneo para conducir a un cabeza reducida hasta su hogar. En otra, cambian el hábitat de una comunidad de hormigas. También se toparán con una ballena loca y el temible turbión. Sin embargo, destacan los capítulos más dantescos, aquéllos que describen a un murciélago que se cuela en una casa de muñecas y a un ratón que perdió su rabo al cruzar la vía de un tren eléctrico. ¿Y qué decir de la lección que da el Trumbernick a la urraca azul con el esqueleto de ganso y la fractura de cráneo?

Las historias más breves, bajo la estética de una tira de prensa tradicional, hablan con ingenio de ruleta rusa y medidas drásticas –como la del gusano de biblioteca, siempre en un tono filosófico y generoso en violencia. La asequible edición de Rossell (con La Cúpula nos hubiera costado el doble) incluye una introducción de John Flansburgh, integrante de They Might Be Giants que profundiza en la arrebatadora personalidad del autor.

4 Comments:

At 6:36 p. m., Anonymous Anónimo said...

Sabía que te gustaría. :)

 
At 7:12 p. m., Blogger Kalashnikov said...

Está genial ;-) Por cierto, olvidé poner un enlace a tu estupenda reseña, así que la pongo aquí:

http://werewolfshow.blogspot.com/2008/09/sock-monkey-de-tony-millionaire.html

 
At 4:18 p. m., Anonymous Anónimo said...

justo hoy me lo presentaba un amigo
tendré que leerlo

 
At 5:48 p. m., Blogger Kalashnikov said...

¡Ey, Ed! ¿Para cuándo el "Manu" de Mamut Cómics?

 

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