19.1.09

Reseñas: Una oportunidad en el infierno

Una oportunidad en el infierno, de Gilbert Hernandez (La Cúpula, diciembre de 2008). 132 páginas. Blanco y negro. PVP: 18 euros.

Gilbert Hernandez envuelve su última obra de arte bajo una cubierta que recuerda tanto a las tonalidades de Edward Hopper como a las pinceladas de las portadas de Los Cinco. La narración comienza con una primera mirada a los niños del vertedero, una alegoría del estado natural del ser humano donde prevalecen los instintos y el concepto de protección. Aquí es donde se cría Princesa, la protagonista, entre escenas violentas y sucesivas vejaciones. Hasta que un hombre rico, de curioso parecido con Edward Gorey, decide adoptarla y ponerla bajo su tutela (en unas secuencias que recuerdan a Lolita). De manera simbólica, las vallas de precaución son derribadas continuamente, y las sangrías y los golpes en la cabeza –que emparentan “Una oportunidad en el infierno” con su precursora “The Grip”— son el pan nuestro de cada día. Dado el estilo gráfico del autor de “Pereza”, uno creerá estar leyendo un tebeo censurado de los Archies. Y una vez más, demuestra su dominio de la elipsis narrativa. El autor también describe las relaciones peligrosas de la joven: un niñato encargado del prostíbulo Corazones de Oro y un muchacho andrógino mal consejero. El aprendizaje mimético, el elitismo, el sexo prohibido y la doble vida de los personajes centran otras cuantas páginas. Y el desenlace vendrá de la mano de un cruce de caminos fatal. Ambientado como una película futurista de serie B, “Una oportunidad en el infierno” es una de las novelas gráficas más ricas que han pasado por mis manos últimamente.