9.4.07

Lloyd Llewellyn, indispensable ópera prima

“Roba a este mundo un portador de sonrisa y te verás obligado a asumir la carga”.

Aún quedaba material inédito de Lloyd Llewellyn por leer en español, después de los números de Bola Ocho y el primer tomo de sus aventuras lanzado hace unos meses. Muchos críticos –incluso el propio Daniel Clowes da pie a ello en la introducción—, minusvaloran esta obra al catalogarla de primeriza. Pero eso no debe ahuyentar a los buenos aficionados al cómic: sólo a través de estas aventuras podremos entender al autor de Chicago en toda su magnitud. ¡Aquí está por fin el volumen que pone el broche de oro a la edición española de las historias completas del detective más fiel al bar La Mota! Para los más avispados, el tomo incluye 9 historias no publicadas o, dicho de otra forma, 52 páginas nunca traducidas.

Clowes ha creado un investigador dipsómano –que bebe para recordar en el capítulo “502”— con un talento especial para meterse en problemas que trascienden las fronteras planetarias. Siente debilidad por las mujeres crueles y dominantes –“¡Arrástrate, gusano!”— y se acompaña de secundarios de lujo como el bocazas Ernie Hoyle, pegado a sus gafas oscuras; o los policías de la vieja escuela Red Hoerring y Hassler. Según avanzan sus guiones, Llewellyn se va transformando en alter ego del artista y se pone a hablar de tebeos y otras fobias, como se pone de manifiesto en “Te odio profundamente” o “Te quiero tiernamente”. En “Arpía de cemento”, el protagonista hojea el guión y lee un monólogo donde describe una ciudad al igual que a una mujer (en un tono cercano al Frank Miller más risible), para acabar haciendo apología del cómic. La línea clara de los primeros episodios da paso a experimentos con leyendas urbanas capaces de provocar escalofríos en la espalda, como “El fantasma del camionero”, aparecida igualmente en la recopilación inicial.

Acercarse a Lloyd Llewellyn es evadirse a un mundo alucinante, lleno de disfraces, pelucas y cadáveres, asesinos sin escrúpulos, sueños extraños y viajes estelares con ambientación bizarra. ¿Quién iba a decir que lo que más atraía a Clowes de la ciencia-ficción era hermanar las distintas razas del universo? ¡Y si no contad el número de parejitas intergalácticas que se forman en estas páginas!

Entre las historias contenidas en el segundo tomo sobresalen las del Combatiente Americano (encarnado por el Doyle Llewellyn, un hermano de Lloyd), que poseen cierta continuidad, así como el capítulo de despedida de Hoerring, con la presencia de un peligroso cantante folk. Otro primo, Floyd, músico de profesión, pululaba por el primer libro. Cualquiera que se haya acercado a las viñetas del detective sabrá que la música juega aquí un papel muy importante. Sin ir más lejos, el Aullador Thurston III protagoniza su propio relato. También destacan momentos cómicos como las faenas de canguro con el sobrino oriental o la sesión de espiritismo del Hombre Divisible, un personaje de Mort Todd –encargado de los lápices en “Qué te parece esto”—.

Mientras, en títulos como “La última vez que vi a Irvin” o “#$@&!”, Lloyd y Ernie se limitan a mencionar situaciones que jamás han sido narradas, unas historias imaginarias que acaban constituyendo el eje de estos episodios. En este sentido, “Bajo la carpa” y “El hombre que ríe y escupe” cierran la etapa más convencional de Llewellyn, la segunda a modo de precuela de Como un Guante de Seda Forjado en Hierro.

La Cúpula comete un pequeño error al titular de dos maneras distintas el volumen. Por un lado, en la portada reza “Monstruos, fantasmas y más mujeres salvajes”, mientras que en las páginas interiores aparece “mujeres fatales”. A mí me gusta más la segunda opción. El libro contiene, además, las cubiertas originales de la serie y breves anotaciones del dibujante sobre cada episodio.


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3 Comments:

At 8:18 p. m., Blogger Unknown said...

Pelín pesadetas sí que son estas historias, aunque el segundo tomo mejora mucho, y más aún a lo largo del tomo. Cuanto más experimentales son, mejor.

 
At 9:38 p. m., Blogger Kalashnikov said...

Es cierto. Hay veces en que Clowes no parece tener el desarrollo muy claro, y sus personajes van dando tumbos sin demasiadas consecuencias. Por otro lado, me gustan más las historias extrañas que las previsibles listas de "odio tal o cual cosa". Y "Doble LL" tiene unas cuantas de las primeras para enmarcar.

Gracias por comentar, Merrick. ¡¡Bonito Nick!!

 
At 11:28 a. m., Blogger Unknown said...

Lamento interrumpir el hilo de la crítica sobre éste tebeo excelente (es que cuando Clowes se desata en plan experimental me gusta mucho, aunque no tanto como en las historias más "slice" de Bola Ocho o en esa POM que es Ghost World).

Pero eso, Francotirador, dame un toque a sulacostudios@gmail.com, que hay algo que quiero enviarte.

Un saludo,

-El Torres

 

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