Ciudad 14

Ciudad 14, de Gabus & Reutimann (Planeta de Agostini, febrero de 2009). 284 páginas. Blanco y negro. PVP: 14,95 euros.

El integral de Ciudad 14 pone de manifiesto la capacidad de sus autores para inventar y plasmar un universo creado con mimo y perfilado hasta su último rincón, tan cercano a Miyazaki (los animales antropomórficos, los dirigibles...) como al Kike Benlloch de Dámsmitt y Capital. Michel Elizondo es el protagonista paquidérmico de esta novela coral con numerosas subtramas, donde abunda el género negro --la corrupción, la mafia y los espías--. Al igual que en el inaprensible edificio Bambell, en la obra de Gabus & Reutimann hay lugar para casi todo: sesiones de espiritismo, sensuales cortejos, superhéroes y extraterrestres. Asimismo, cabe destacar la extraordinaria puntería en la caracterización de personajes (el búho de juez, la perrita de amante fogosa, el topo de soplón), que conviven con humanos y animales que retornaron a su estado salvaje. Un riquísimo microcosmos que alberga secuestros, destrucción de pistas y caracteres duales --el comandante Bigoodee y el Sr. Voltére-- y que asegura una lectura trepidante. De propina, Planeta recopila los doce álbumes en un formato manejable al precio que cuesta una novedad en cartoné.

Madman #1

Madman #1, de Michael Allred (Planeta de Agostini, mayo de 2009). 296 páginas. B/N y color. PVP: 19,95 euros.

Por suerte, el tomo que acaba de editar Planeta termina justo donde empiezan los números publicados por Norma. Es decir, comprende la génesis del personaje creado por Mike Allred, aquellas historietas largas con regusto a ciencia-ficción de serie B y las primeras páginas en color de Madman (el pop lo pone Laura). El protagonista es un superhéroe cool --nunca repite traje-- con poderes telepáticos que, con la escusa de la amnesia, suele ponerse trascendental (hay incluso atisbos de la adaptación del Libro del Mormón), aunque sus armas son un simple yo-yó y un tirachinas --por aquí le veréis hacer auto-stop o montar en bici--. Como autor completo, el dibujante de X-Statix confecciona un cómic a su medida, tan cercano a los momentos universitarios de Spiderman como a la escabrosa EC, dos extremos que se complementan al sumar al plantel de secundarios una chica hermosa como Joe y unos científicos sin escrúpulos como los doctores Flem y Boiffard. Además, Allred añade sus ingredientes favoritos de los tebeos que leía de pequeño: mutantes, dinosaurios, hazañas subterráneas, viajes en el tiempo y humor abundante (por no mencionar la sobresaliente escena circense). La edición española se basa en el integral de Image y contiene las cubiertas originales, así como una galería de ilustraciones a cargo de reputados dibujantes, entre los que destacan los hermanos Hernández, Michael Kaluta, Steve Rude o Sergio Aragonés.

Pascal Brutal

Pascal Brutal, de Riad Sattouf (Norma Comics, marzo de 2009). 96 páginas. Color. PVP: 15 euros.

Nos sorprendió cuando lo conocimos en El Manglar (que acaba de anunciar que seguirá publicando entregas inéditas del personaje) y ahora Norma reúne sus dos primeros álbumes en un pequeño volumen muy atractivo. Se trata del macho alfa del siglo XXI, un bisexual de dos metros que aun desnudo viste sus Adidas Torsión y el nomeolvides de plata. En Pascal Brutal, Riad Sattouf continúa la labor sociológica de "La vida secreta de los jóvenes", aventurándose con un futurismo neoliberalista lleno de expresiones frescas y situaciones imprevisibles. Eva Reyes de Uña borda la traducción, anotando al pie todos los guiños a la cultura francesa que hace el autor --atentos a su visión de belgas y bretones--. El protagonista sólo pega cuando es irremediable y resulta tan insultantemente sudoroso como arrebatador. Tiene amigos y amantes en todas partes y es aficionado al hip-hop y las motos de gran cilindrada. En estas páginas conoceremos a sus antepasados, a su madre directa, a un posible hijo bastardo (fijaos en la nariz clavadita a la de su padre de Gérard; pág. 75) e incluso a un ridículo --pero afortunado-- doble. Sattouf además narrará sus sueños, sus pensamientos o sus emociones. Y en particular, se detendrá en las escenas sexuales (en solitario, acompañado o en plena orgía) de este nuevo icono gay ingenuo pero espabilado: ¡ojo, Ralf König! La edición de Norma incluye las cubiertas originales y unas curiosas guardas. Sólo Pascal Brutal se atreve a recoger la pastilla de jabón en la ducha de la cárcel.

El otro mundo, de Miguel Brieva

El otro mundo, de Miguel Brieva (Mondadori, marzo de 2009). 144 páginas. Color. PVP: 16,90 euros.

No es aconsejable leer de un tirón "Atentos a sus pantallas" (subtítulo de esta enésima recopilación de Brieva) porque indigesta. Quizá sea más saludable encontrarlo semanalmente en una esquina de El Jueves que toparse de pronto con esa estética excesiva de colores chillones que alcanza lo kitsch. Me interesa más su incursión en el género de la tira cómica --que realizó para Cinemanía-- porque se aleja del humor anticapitalista de Dinero, del que ya nos ha entregado suficientes páginas. Es innegable que el autor de Enciclopedia Clismón es un dibujante magnífico y virtuoso, pero a mí sus chistes cada vez me parecen más previsibles. Tengo verdaderas ganas de verlo inmerso en una novela gráfica (solo o acompañado de guionista), donde pueda dar rienda suelta a sus facultades secuenciales y desplegar su subyugante universo interior. Ya lo disfrutamos así --aunque en pequeñas dosis-- en las páginas de Recto y Nosotros Somos Los Muertos. A los más avezados siempre se les ha de exigir lo mejor...