29.5.05

Aparecido en TV (y me regalaron Mafalda)

>> El jueves 26 vendían el álbum de Mafalda con El País, que no tenía pensado comprarme, pero al final me lo han regalado. Había hecho una selección con los volúmenes que más me interesan, pues al fin y al cabo cada número sale a 3,5 euros (porque el diario no lo regalan), y si hacemos cuentas, solemos regatear más con las series que seguimos que con los coleccionables de los periódicos. Según indica Álvaro Pons, se trata de una selección de tiras realizada por el propio Quino, con la que pretende dar una visión más o menos completa del universo que rodea al personaje que le dio la fama. Las viñetas están organizadas bajo los siguientes epígrafes temáticos: Pensamientos de Mafalda, Los padres, El hermanito, Los amigos, La escuela y Las preguntas. Una vez leído el tomo completo parecen sobrar estos títulos, dado que al final todo está conectado entre sí: Felipe, Miguelito, Manolito, Susanita, Guille y los sufridos padres de Mafalda deambulan por las viñetas emitiendo sus juicios y mostrando las peculiaridades de su carácter. En total son casi 60 páginas (más de dos centenares de tiras... y una repetida, como bien apuntaba Jim Summers) que resumen bastante bien las historias de Mafalda, aunque personalmente he echado de menos aquellos chistes sobre las vacaciones de ese verano en que conoció a Libertad.

>> Esta semana, en algún telediario (perdón por la escasa documentación, pero el fragor de la caja tonta tiene estas consecuencias) hacían referencia a la Feria del Libro de Madrid, y uno de los stands visitados era uno dedicado a los cómics. Entre las recomendaciones del vendedor estaba 1602 (Panini 2005), "superhéroes Marvel en la época del Quijote", según el entrevistado... ¡O cómo vender tebeos en el año del cuarto centenario!

24.5.05

Tebeo del mes: X-Statix (De entre los muertos)

X-Statix: De entre los muertos #3, de Peter Milligan y Mike Allred (Panini Comics, mayo 2005). 112 páginas. PVP: 7,50 euros.

Por fin tenemos en nuestras manos el primer volumen que Panini dedica al grupo de mutantes con menos principios del universo Marvel: X-Statix. Precisamente en este tomito (cuyo papel ya no deja huella), Mr. Sensible, Tike Alicar y compañía destilan más crueldad que nunca, como si a raíz de la polémica por la frustrada inclusión de Lady Di en la serie, Milligan se hubiera propuesto desafiar a la Casa de las Ideas con sus guiones más irreverentes. En el apartado gráfico, igual que otras veces, Allred se apoya en las tintas y acabados de Phillip Bond y J. Bone debido a sus proyectos en paralelo. Sigue repitiendo viñetas, como Avon Oeming, un recurso del que empieza a abusar (y que detesto).

El primer capítulo autoconclusivo (son dos, luego vendrá el arco de seis números que da título al álbum) contiene el ingreso oficial de El Guapo en X-Statix, un skater latino que ya había salvado el pellejo a Guy Smith. En realidad se trata de la enésima estratagema de Spike Freeman por seguir en el punto de mira del star-system, así que Vivisector, Venus Dee Milo y demás montan una fiesta para impresionar al novato: relojes que alertan del peligro, pastillas para la resaca por si hay que entrar en combate inminente con el ejército de turno... Y Doop que lo graba todo. En cierto modo, Milligan y Allred responden al gusto del lector de tebeos de superhéroes al presentar a menudo nuevas incorporaciones al grupo, con ésas ya clásicas proyecciones en la sala de vídeo.

La siguiente historia tiene como protagonista a la hermosa heroína de portada Chica Muerta, que aprovecha su popularidad en los medios para triunfar en las pasarelas de moda. A cambio tendrá que enfrentarse a una horda de madres horrorizadas con la línea gótica que un cadáver puede promocionar ante sus hijas (ya sabéis, los americanos rotulan cuidadosamente sus carteles reivindicativos). Al final, el episodio se convierte en un asunto personal entre un forense necrófilo y su hija inadaptada, con hermosas ilustraciones de ultratumba... Si Ghost tuviera una versión en cómic, Allred sería el hombre perfecto.

Luego da inicio la saga más esperada de la temporada, y aunque Panini nos deja con la miel en los labios (¿Cuándo saldrá el próximo? ¡Que nos dejan con la historia a la mitad!), la cosa promete. Por otro lado, los cameos de Lobezno y Spiderman podrían haber dado más de sí. Diálogos y gestos muy medidos como puede comprobarse en estos dos extractos:

Mr. Sensible: ¿Es de los nuestros, Profesor-X?
Xavier: Hasta que no le haga más pruebas no podré asegurarlo. Pero hasta entonces sugiero que asumamos que Harriet es portadora del gen-X mutante.
Mr. Sensible: Creía que estaba muerta.
Chica Muerta: Tch. Etiquetas
Spike Freeman: Viva o muerta es una estrella. Es perfecta para subir caché.
Tike Alicar: Vamos Venus, telepórtanos, ¡Yendo rápidos podemos salir en las noticias de la noche!
Venus Dee Milo: Subid chicos. ¡Próxima parada, Europa!

(...)

Venus Dee Milo: Violencia. ¿Es lo único que se te ocurre para resolver las cosas?
Tike Alicar: Soy un superhéroe mutante antisocial. ¿Qué esperas?

Henrietta Hunter es una estrella del pop que resucita después de que unos mafiosos octogenarios trataran de acabar con ella. Su única falta: hacer el bien y predicar la solidaridad entre los pueblos... Su poder es la empatía. Pero Freeman volverá a liarla con un grupo de villanos-paquete con los alias más ridículos aparecidos en los últimos meses: La Palos, Mono Abandono, Oxford Blue, El Muro y El Ciego Alí. ¿Afectará a ética de X-Statix la llegada de una santa? ¡Lo veremos dentro de unos meses!

Entre nosotros... Grendel

Un tomo que dejé pasar en su momento para disfrutarlo ahora, pues proporciona buenas dosis de acción, suspense y violencia. Firmado por el reputado Matt Wagner, que además de crear el concepto/personaje e hilvanar los diálogos hace estupendas estampas en las cubiertas; el ahora en plena ebullición en nuestro país Paul Grist (autor de Kane y Jack Staff) y los coloristas Mireault y Delaney que, si por un lado aportan una rica combinación de tonalidades a la historia, también dan, por desgracia, un volumen a los trazos de Grist que éstos no necesitan.

La trama está bien abigarrada de cabo a rabo y el ritmo es el justo para contar la maldición del grendel Jonah, un miembro de la hermandad de Carlomagno que fue marcado a fuego y todo cuanto quiere es morir para eximir sus faltas. Asistiremos a su oscuro pasado y su complicado aprendizaje a través de distintos retazos de una memoria plagada de tormentos. Su interlocutora es Caroline, jefa de operaciones de una compañía de residuos tóxicos abandonada a su suerte en el Polo Sur. Jonah irrumpirá en dicho asentamiento y los ánimos se caldean en cuanto un virus desconocido haga mella en algunos de los miembros del equipo. Los secundarios, entre los que destacan un amotinado Drake y un viejo grendel llamado Alexander, condimentan esta aventura por donde desfilan lobos, piratas, aerotrineos, monstruos gigantes y lanzallamas.

A pesar de que Jonah demuestra con sus actos que es un tipo íntegro, algún designio de orden satánico -el juramento grendel- no le permite librarse de sus pecados y cumplir su voluntad: el suicidio. Una obra genial que engancha desde el comienzo con la narrativa cinematográfica de Wagner y los encuadres magistrales de Grist. Y lo mejor es que no es indispensable conocer la serie para disfrutar como un enano de este Grendel Tales: el diablo entre nosotros.

Las Historias Jamás Contadas de Mike Allred

El viaje a Barcelona (y al mágico entorno de Alí-Bei) se saldó, entre otras cosas, con la adquisición de algunos ejemplares que llevaba buscando bastante tiempo. Como fiel seguidor y completista de Mike Allred, por fin he podido leer su especial de Las Historias Jamás Contadas de Spider-man (en EEUU se publicó en 1996 y aquí en 1998). Los números anuales de las colecciones de superhéroes suelen ofrecer historias más distendidas de lo normal, con menos bajas y más invitados estelares. En este caso se traduce en un guión insulso de Kurt Busiek, que narra una trama de celos entre la Antorcha Humana, Namor y Spiderman por el amor de la Chica Invisible, que jamás terminará de asumir que Mr. Fantástico se casó con su laboratorio. Resulta curioso fijar la vista en el arte de un Allred de hace casi diez años, sin contar con los colores de su mujer Laura y con el académico entintado de Joe Sinnot. Contiene material adicional imprescindible como la receta de las tortitas de Tía May, una galería de villanos y hasta un tebeo sobre cómo se las gastan Busiek y Pat Olliffe a la hora de crear las páginas de esta colección del Trepamuros. Le seguía la pista a este ejemplar, pero eso no impide que la sensación tras la lectura haya sido decepcionante.

Recortes de prensa (el cómic en otros medios)

>> El 15 de mayo, el suplemento dominical de La Voz de Cádiz, LV2, publicaba a doble página (y en color) una información firmada por Mabel Amado sobre la primera subasta de cómic español organizada por Soler y Llach Subastas Internacionales S.L. el día 5 de este mes. Los lotes de tebeos estaban fechados entre 1938 y 1970, y entre ellos se hallaban títulos que, para un joven como yo, resultan tan insólitos como: Johnny Fogata, Diego Valor, El Charro Temerario, Cartucho y Patata, El Capitán Coraje, Cantinflas y Cateto o Pocholo. La autora del artículo, titulado “Entre la literatura y el dibujo”, asevera que la fecha de nacimiento del noveno arte en España se remonta a 1917, pero tampoco da muchas razones. Pese a ir generosamente ilustrado, en general no se trata de un reportaje bien documentado, escasean los datos concretos y se realizan algunas valoraciones gratuitas.



>> Este domingo bajé a comprar El País a las diez de la mañana, para asegurarme mi álbum de Astérix el Galo. Por tanto, desconozco si se habrán agotado las existencias. ¡Y qué grato reencontrarse con el fino humor de Uderzo y Goscinny y sus ingeniosas notas a pie de viñeta! No se le pueden poner muchas pegas a este volumen gratuito, salvo una rotulación que se torna mecánica o manual dependiendo de la ocasión. Se entiende que apenas han tocado el material proporcionado por Salvat. Además, en la costura de las páginas queda patente que en la imprenta/modista han trabajado a contrarreloj. Por lo demás, una aventura de sobras conocida: la del romano que se infiltra en la aldea gala para conocer el secreto de la fuerza de sus hombres. A cambio, Astérix y Panorámix, el druida que prepara la consabida poción mágica (a la que son adictos todos los bárbaros del poblado, excepto Obélix), darán muestras de su sana picardía con numerosas escenas hilarantes, como la de las sillas musicales o la del crecepelo.



>> En el avión de Sevilla a Barcelona hojeo La Revista 40 y la edición española de Rolling Stone. En la primera, Paco Alcázar firma cuatro páginas a todo color con Joaquín Luqui como protagonista absoluto. La historia se desarrolla en el más allá, y de mano del carismático locutor comprobamos cómo las grandes estrellas del rock han vendido su alma a otras empresas bastante menos respetables. En la segunda revista, bajo el epígrafe de El otro mundo, Miguel Brieva dibuja una viñeta donde, para variar, dos escarabajos peloteros mantienen un diálogo de alto nivel. Es alentador constatar el éxito que están cosechando estos dos autores del underground nacional que al principio de sus carreras llegaron a coincidir bajo la misma cabecera fanzinera. Si bien sorprende que mentes tan preclaras se hayan vendido a dos publicaciones tan comerciales, parece que no habrá que cruzar los dedos, pues por ahora continúan siendo igual de agudos e inquietantes que el primer día.

14.5.05

Si el País de las Tentaciones habla de cómics...

> Este viernes El País de las Tentaciones incluía una reseña de Red Rocket 7, el fabuloso álbum de Mike Allred que editó Recerca a principios de año. El artículo, firmado por Ana Gabriela Rojas, estaba ilustrado con una viñeta donde aparece el protagonista junto a Kurt Cobain. Sin duda, lo que atrajo la atención de la redacción de este suplemento fue el trasfondo musical de toda la obra, y la manera de cautivar al lector, para qué darle más vueltas, el reclamo del ídolo del grunge. Pero lo peor viene al final, cuando la autora recomienda este tebeo bajo el consabido epígrafe de "Te gustará si te gusta... ¡Fangoria y Flash Gordon!" ¿Pero cómo ha llegado a semejante conclusión? ¿Dónde están los lazos de unión? En fin, todo sea por promover el noveno arte.

> La revolución que ha supuesto Tebelogs en el universo de los blogs dedicados al mundo del cómic ya se está dejando notar. Unos hablan de competencia desleal, otros de clasificar las entradas por géneros... Y nosotros, mientras, lo único que podemos alegar es que cada vez tenemos menos tiempo para escribir posts porque lo gastamos leyendo otras bitácoras. ¿Es que ya se han olvidado de las maravillosas páginas web, como las dedicadas a las Tortugas Ninja o a las Aventuras de Batman? ¿También quedaron obsoletos los fotologs, como Recto, con inéditos de Paco Alcázar? Entretanto, La Espada de Orión se desmarca con curiosos resúmenes semanales de "lo mejor de Tebelogs", donde figuran casi siempre las mismas firmas.

El triunfo del Esplendor Americano

American Splendor es una auténtica rareza en su género. Su autor, Harvey Pekar, sólo escribe los guiones, pero se acompaña de dibujantes de la talla de Robert Crumb o Gary Dumm para plasmar sus visiones de la vida cotidiana. Como ya es sabido, el éxito alcanzado por la película del mismo nombre ha permitido al escritor dedicarse al noveno arte a tiempo completo. Y aprovechando la coyuntura La Cúpula editó recientemente, dentro de su colección de Obras Completas, las historias que dibujó Crumb a las órdenes de Pekar.

En una de sus tiras, el autor se pregunta hasta qué punto pueden exportarse al resto del mundo las desventuras de un judío coleccionista de vinilos en Cleveland, y tras esbozar varias sonrisas durante la lectura uno advierte que sí puede sentirse identificado con ello. En las viñetas de American Splendor hallamos estampas más reconocibles de lo que pudiera parecer a simple vista, quizá porque la influencia americana ya sea irreversible. Por otro lado, ¿quién no ha padecido los abusos de amigos gorrones como los que se retratan aquí? ¿Con cuántos funcionarios peculiares nos hemos topado al cabo de nuestra vida? En esos detalles se fija el bueno de Pekar.

Protagonizadas por él mismo, en las páginas de American Splendor encontramos esa filosofía que se oculta detrás de todo obrero, la poesía del vecindario. Tal y como dice Harvey en una de sus creaciones, "cualquier cosa puede ser un tebeo". La genialidad de los diálogos (basados en hechos reales) se deja notar en pasajes como el siguiente:

"Evita el rebaño apestoso, rechaza la manada contaminada, vive como el pájaro estoico, el águila de las montañas... ¿Sabes lo qué significa? ¡Significa que te alejes de tu familia! ¡Tu familia no te hará ningún bien! ¡¡Aléjate de ella cuanto puedas!!" -el comienzo de esta arenga la hace un parroquiano de Cleveland mientras baja en un ascensor atestado de gente.

5.5.05

Lucky Luke y Terry y los Piratas, según el ISBN

Accediendo al ISBN del Ministerio de Cultura, como hizo en su día el avispado de Vic en Via News, obtenemos ciertos detalles sobre las próximas ediciones que Planeta de Agostini tiene planeado hacer de Lucky Luke y Terry y los Piratas. Las historias del cowboy que dispara más rápido que su sombra (cuyo primer volumen ya está glosado en la Tienda Dreamers, aunque sigo sin encontrarlo en los quioscos y librerías de mi ciudad) aparecerán con el clásico formato en cartoné de 30x22 centímetros. Tras la oferta del número 1, que costará 2,95 euros, el resto de historietas tendrán un precio de 7,64 euros (sin IVA). Entre los títulos que la editorial catalana publicará, hasta un total de 24, ya se encuentran registrados los siguientes:

- Los primos Dalton
- Rieles en la pradera
- Lucky Luke contra Joss Jamon
- El juez
- La evasión de los Dalton
- Lucky Luke en Canadá

Por su parte, la serie de Terry y los Piratas estará integrada por 16 tomos (24x17 centímetros), con 192 páginas a 9,57 euros (sin IVA). Como ya avanzó Planeta, la colección de Milton Caniff se abrirá con un volumen especial donde se presentan los personajes principales de la tira.

La juventud cabreada de Johnny Ryan

Hace más de medio año, la editorial española que más se preocupa por el underground americano* sacó al mercado Juventud Cabreada, un hermoso comic-book infestado de escenas escatológicas, navajazos y papel del water de segunda mano. Se trata de una de las creaciones del sin par Johnny Ryan, lo último en EEUU según las mejores firmas, y lo que se publica ahora en nuestro país (el segundo número aún no ha aparecido) constituye el volumen II de la obra. Loady McGee y Signus O’Gynus, los personajes centrales de la serie, ya no portan esos rasgos sucistas y fanzineros, sino gestos dinámicos y trazos limpios al estilo de Peter Bagge.

Es el atolladero, lo más profundo de la cloaca por donde se mueve el cara-cráter protagonista de esta colección fantagráfica, capaz de “maquearse la polla” para una cita a ciegas y reventarse los granos con un clavo. McGee es un tipo violento, que llama a tu puerta para quedarse unos días y termina montando la casa de putas del Dr. Moreau. Además, en sus ratos libres, cuando no esta viendo la TV, alumbra ingenios como el detector de judíos, que pita a poco que se mueva un hebreo. En el ejemplar que nos sirve de referencia hay signos de zoofilia y antropofagia, y la novia del Loady quiere hacerse la cirugía estética para parecerse a Piolín (¿?). La marihuana que fuma Ryan debe ser bestial.

En otras páginas, después del numerito de las pelucas de pastel de carne, la crueldad no tiene límites para Nubenata y Coponieve, que pugnan por la supremacía blanca en el Bosque de Gominola. En otro episodio conoceremos a Mullet (famoso por sus peinados), otro adolescente temerario que se atreve a okupar la barba de uno que debe ser pariente del sabio de Érase una vez el Espacio. ¡Y acabar engulléndolo mientras sus camaradas holligans lo animan coreando su nombre!

Juventud Cabreada es un título similar al Bola Ocho de Clowes, un álbum de autor donde tienen cabida otros géneros como la tira o el chiste gráfico de una sola viñeta, en el que el dibujante se siente especialmente cómodo y obtiene resultados sorprendentes. En los pasatiempos hallamos juegos tan educativos como el siguiente:

“¡Eh, capullos! Soy Ed, el ex marido. ¡Ayudadme a sortear la orden de arresto domiciliario y a encontrar a mi ex mujer para que pueda darle una buena paliza!” Y al final del laberinto, una desencajada esposa que chilla: “¡Iiiiihh!”.

Los lectores adultos con ganas de exceso y carcajadas no pueden dejar pasar esta oportunidad, porque hoy en día Johnny Ryan es el artista que mejor sabe retratar a la juventud de nuestra época. Échale un ojo a estas tiras on-line. No tienen desperdicio.

(*) Vamos a contar mentiras, tralará. Para celebrar nuestra integración en el colectivo I Want Your Comment subastaremos cuantiosas dosis de autoestima entre los participantes que acierten a qué editorial nos referíamos al inicio del post.

4.5.05

Lamu: Hormonas alborotadas

Lamu / Urusei Yatsura #1, de Rumiko Takahashi (Ediciones Glénat, mayo 2005). 414 páginas. PVP: 12 euros.

En formato big-manga, quizá el más apropiado para las historietas procedentes del Sol Naciente, Glénat presenta ahora la edición integral de otra obra cumbre de Rumiko Takahashi: Lamu, una comedia de más de 6.000 páginas publicada originalmente a finales de los setenta por donde desfilan naves invasoras, monstruos de la cuarta dimensión y una gran concentración de hormonas adolescentes.

Ataru Moroboshi, el protagonista, es un joven cuyo gafe supera las fronteras terrenales, y conforma un triángulo amoroso junto a Shinobu, su compañera de clase y novia oficial, y Lamu, un súcubo que vuela y echa descargas eléctricas a su cariñín. A su lado, el inseparable y monje Cherry, un pájaro de mal agüero. Como secundarios destacan Sakura, la sobrina del maestro de las artes dhármicas, una sacerdotisa con la que provocará más de un desaguisado. También entra en escena Rei, un habitante del planeta de Lamu con un hambre desaforada que se transforma en toro cuando le vence el instinto. Además hay papeles sin nombre muy valiosos, como los desencantados padres de Ataru, sus compañeros de colegio o los curiosos vecinos de la familia.

Sobre el argumento central de este manga sobrevuela siempre la tensión sexual no solucionada de sus personajes. La fatalidad suele cebarse con Moroboshi cuanto más cerca está de lograr su obejtivo. Y de vez en cuando Takahashi premia al lector con algún desternillante top-less. ¿Para qué si no los cuernos y el bikini de leopardo?

La serie está estructurada en episodios cortos de 20 páginas, y en este primer volumen se recopilan un total de 19 historias. La medida justa para continuar con la lectura, merced a la envidiable inventiva de la autora, que no tropieza en la repetición de gags de instituto y alcanza momentos geniales en aventuras como la del muñeco vudú, o aquella en la que hace acto de presencia un hilarante Ataru júnior.

Los fabricantes de estanterías se frotan las manos: con la presente y las demás colecciones de la reina del manga (Maison Ikkoku, Ranma 1/2 y Inu-Yasha) ya se puede llenar un armario empotrado. Sin hacer cálculos de precios, ¿no asustan al otaku medio series tan extensas? Yo desde luego, pese a haber disfrutado de lo lindo leyendo este tomo (sin comparación al lado del formato comic-book que usó Planeta en su edición inconclusa), prefiero picotear en otros títulos, géneros y autores. Ya me ocurrió antes con supuestos clásicos como Black Jack o Astroboy. ¿Me habré convertido en un occidental impaciente?