24.2.05

Cuando la luna quema (Spoilers a go-gó)

“Me sentí como si mirara al futuro... y el futuro era un asco”

Seattle, década de los setenta. Anuario de infectados por el bacilo.

Acaba de salir el último número de Agujero Negro, la obra cumbre de Charles Burns, y dado que la edición en nuestro país ha sido bastante intermitente, en El Francotirador hemos pensado que sería de gran utilidad hacer un pequeño resumen de lo acontecido hasta ahora. ¡Así no tendréis que revisaros toda la colección para afrontar el final de la historia, aunque lo recomendamos!



Número 1:
Biología 101: Keith Pearson se desmaya en clase después de realizar una incisión en el estómago de una rana. A su lado está la atractiva Chris Rhodes.
Planeta Xeno: Keith suele ir al bosque con sus amigos Steve Dee y Todd para colocarse. Allí encuentran restos de dulces y extraños muñecos. Hay rumores de que Rob Facincani tiene el bacilo: una pequeña boca ha aparecido en su cuello.
Ssssssssss: Chris tiene sueños premonitorios con hombres desnudos y serpientes, con una herida en el pie y con un pantano lleno de basura donde conviven los afectados por la plaga joven. Se arranca la piel como si se tratara de un reptil y la tira en el bosque.

Número 2:
Corriendo hacia el lago: Después de una fiesta en casa de Marci Hunt, Chris sale con Rob a beber una botella de vino. Hacen el amor en el cementerio, y entonces ella ve la extraña mutación de Rob. Más tarde, en una fiesta de la cerveza, Rick Ames y los chicos proponen bañarse desnudos en el lago. Al quitarse la ropa, todos aprecian una siniestra marca en la espalda de Chris.

Número 3:
¿Quién es Chris?: Rob está durmiendo con Lisa y ésta se enfada porque su boquita pronuncia el nombre de otra. Ella también está afectada por el bacilo: tiene membranas en los dedos.
Corte: Steve cuenta a Keith y Todd lo que vio en el lago. Keith se ausenta un momento para ir a mear y encuentra herida a Chris. Le cura el pie, pero al ver el resto de sangre en sus manos piensa en un posible contagio.

Número 4:
Comprando hierba: Keith y Todd van a pillar marihuana a casa de unos estudiantes. Al levantarse para ir a beber algo, Keith se encuentra con Eliza, una joven con cola de lagarto que hace unos dibujos siniestros. Le invita a un sándwich muy especial.

Número 5:
Cena al aire libre: Los infectados por la plaga joven se reúnen en el Hoyo, un lugar recóndito donde suelen hacer fogatas y engullir desaforadamente fast-food y otros caprichos. Rob se integra en este grupo, que lo acoge con ciertos recelos después de haber encontrado un brazo amputado en el bosque.
Viendo doble: Segundo encuentro entre Chris y Rob. Se guarecen bajo un árbol ante la lluvia y allí Chris le cuenta cómo descubrió sus marcas en casa de Marci. Se emborrachó, volvió a tener visiones y mudó de piel una vez más. Finalmente, besa a Rob en su boca mutante.

Número 6:
Windowpane: Es viernes y Keith va a salir con sus amigos, que se retrasan un poco y aparecen colocados por el ácido. Se despide de sus padres, que se muestran amables pero bobos, y salen hacia casa de Jill, la novia de Steve. Agobiado, Keith decide salir a tomar el aire y se encuentra con la hermana mayor de Jill llorando dentro de su coche. Más tarde se sincera con los marginados del Hoyo y les cuenta todo lo ocurrido.

Número 7:
Bajo el cielo abierto: Chris y Rob huyen en coche hacia Bremerton, donde disfrutan de un perfecto día de playa. Hay baño, comida, vino y sexo, pero mientras duermen la boquita de Rob vuelve a balbucear: “No saldremos con vida”.
El bosque: Chris vive de noche y duerme de día a la espera de Rob. Se han trasladado al bosque después de que sus padres se enteraran de que ella les había engañado. El día posterior a la escapada a Bremerton, el paisaje ya no era el mismo: había más gente y las nubes no paraban de amenazar. Como sus padres empiezan a controlar todos sus movimientos, Chris escribe una nota y se despide de su hermano pequeño, para encaminarse luego hacia el parque Ravenna. Allí Dave, otro de los infectados, les ayuda a instalar la tienda. Vuelven a aparecer los siniestros muñecos atados a los árboles.

Número 8:
Lizard Queen:
Keith se ha afeitado las patillas y cortado el pelo porque trabaja en un supermercado de Albertson. Dando un paseo se topa con Eliza, que tiene la cara magullada. Al compartir un polo del 7-Eleven ella lo rompe. Entran en la casa para fumar y ven a Fausto, el perro, que ha sido recientemente atropellado. Los dibujos han desaparecido de las paredes. Él se acuesta y ella se sienta encima suya mientras lía un cigarrillo de marihuana. Al lamer el papel, Keith eyacula. Vuelve del lavabo y riñe con los camellos, que acaban de llegar. Vuelve a la cama con Eliza, hacen el amor y él se queda con un trozo de la cola en la mano.
Lo siento: Rob se despide de Chris y uno de los contagiados por el bacilo le ataca con una barra de acero hasta matarle. Su boca dice: “Lo siento”.

Número 9:
Vacaciones de verano: Chris empieza a coincidir en el Hoyo con Keith, que le proporciona alimentos y se preocupa por ella. Le lleva a la casa de unos amigos de sus padres, los McCrosky, y le prepara una cena sorpresa. Después de unos gin-tonic y unos sándwiches de salchichón, lava su ropa y se ducha. Entonces relata sus roces con Marci al ridiculizar su peinado al estilo Bowie y cuando le pidió insistentemente la foto de Rob del anuario. Aunque todavía conservaba la pistola que le dejó Rob, Dave la ayudó a salir del bosque. Borracha, se acuesta y vuelve a tener sueños con la roca agujereada de la playa y con Rob, que tiene cuerpo de serpiente.

Número 10:
Una chica de ensueño:
Hace un verano lluvioso, y la rutina laboral invade a Keith. Los afectados por la plaga juvenil se han instalado en casa de los McCrosky. Hay basuras por todas partes y un hedor insoportable se apodera de la estancia. Keith sabe que se equivocó con Chris cuando escuchó que ésta pronunciaba el nombre de Rob en sueños. Un día se la encontró borracha en la bañera. Estaba más demacrada que nunca y tenía la piel levantada. Keith recuerda sus clases de reproducción humana mientras repasa los bultos que le han salido en el pecho tras intimar con Eliza. Rememora los renacuajos que cuidaba en su infancia y el día en que la Reina Lagarto apareció bastante mejorada en el supermercado. En casa de los McCrosky alguien dispara a Roy, uno de los contagiados.

Número 11:
Rick el Mamón: Dave y Rick, otro afectado por el bacilo, conviven en el bosque. Dave ha ido al Kentucky Fried Chicken a por comida y ha escupido en la boca a un fortachón que le había insultado. Él lleva la pistola de Chris. Dave va a por el tablero de ajedrez, pero se da la vuelta y dispara a Rick. Luego se suicida.
Rumbo al sur: Keith y Eliza se desplazan hasta un lugar idílico. Logró escapar de casa de los McCrosky junto a dos contagiados. Uno de ellos, Carla, revela que vio cómo Dave llamaba a la puerta de Chris. Al parecer le gustaba y no tenía ninguna posibilidad. En las montañas, Eliza narra a Keith cómo conoció a los camellos en el bosque. Todo se estropeó en una fiesta, cuando le dieron un barbitúrico y tras abusar de ella arrancaron todos sus dibujos.

17.2.05

Tebeo del mes: Reseña de 'Red Rocket 7'

Red Rocket 7 (Recerca Editorial, febrero 2005). 208 páginas. PVP: 29,95 euros

Después de unos meses de espera desde que Recerca anunciara su publicación, la edición española integral de Red Rocket 7 ya está en las librerías. La obra más personal de Mike Allred conjuga ciencia ficción y rock and roll, como una mezcla imposible entre Forrest Gump, Velvet Goldmine y Mis dobles y yo (valga la comparación cinematográfica). Aparecida originalmente en 1998, esta historia contiene algunas de las viñetas con fondos más esmerados de Allred, secundado como siempre por su esposa Laura a los colores (o cómo introducir paletas planas satisfactoriamente en el cómic de hoy en día, a excepción de esos recortes de carátulas que pululan por todo el volumen).

El argumento gira en torno al enfrentamiento entre Enfinitos y Celestonianos, dos razas procedentes de planetas distintos con intereses opuestos. Los primeros encarnan el apego a la vida terrenal y los segundos son descritos como una nueva generación de cristianos que confían en la trascendencia a otra realidad espiritual. Nótese aquí la influencia religiosa del autor, cuyo trabajo más reciente ha consistido en llevar al Noveno Arte el célebre Libro del Mormón.

En este escenario surge Red Rocket 7, uno de los seis clones del celestoniano original que aterrizó en la tierra en su escapatoria. Junto a sus hermanos (cada uno con sus propias habilidades), el álter ego de Mike Allred vivirá de primera mano los momentos clave de la historia del rock, donde desfilan con especial relevancia de The Beatles, David Bowie y Dandy Warhols, así como las legendarias estrellas que no sobrepasaron los 27 años. El guiño a lo musical se completa con el CD de The Gear, la banda lo-fi del propio dibujante, con un sonido cercano a unos Smashing Pumpkins de finales de los 80 (y producción absolutamente casera). ¡Sólo para adictos al creador!

Mención especial a la narración en flash-back surgida entre el clon número 5 y una periodista musical, que hilvanan toda la historia de una forma recurrente pero efectiva. Igualmente, Allred aprovecha la libertad que le brinda Dark Horse para incluir algunas de las viñetas más gore publicadas en los últimos años.

Se han comentado en otros foros los errores tipográficos de la introducción, a cargo de Robert Rodríguez, y en el completísimo dossier de cubiertas e ilustraciones promocionales (que por número de páginas podría figurar como el octavo número de la serie), un fallo que apenas eclipsa el logro de la editorial por sacar esta joya en nuestro mercado. Un mal menor.

Ahora sólo resta esperar a que Recerca se anime a seguir publicando material de Mike Allred, como Vertical, otro cómic donde el dibujante experimenta con los formatos, o la continuación de Madman que no pudimos disfrutar tras el cese de la serie de Norma o, por qué no, The Atomics, otra estupenda colección independiente donde los beatniks del universo Madman adquieren superpoderes.

9.2.05

Panini finaliza su repaso de Marvel con Hulk

Ya ha aparecido en los quioscos un nuevo volumen de la colección Clásicos del Cómic que viene publicando As de la mano de Panini, en esta ocasión dedicado a Hulk. Se trata del último tomo dedicado a un héroe de Marvel, por lo que ésta también será nuestra última reseña en El Francotirador (para los interesados, la semana que viene es la entrega final: ¡Goofy!). El texto explicativo, a cargo de Estudio Fénix, ocupa más páginas de lo usual, con un total de 12, aunque en esta edición no han echado mano de ilustraciones a modo de cortinilla para respetar las páginas dobles. La antología contiene los siguientes episodios:

- Hulk (Stan Lee / Jack Kirby, 1962)
- Cariño, he encogido a Hulk (Peter David / Dale Keown, 1991)
- Abominación verde (Peter David / Dale Keown, 1991)
- Pequeñas charlas (Peter David / Dale Keown, 1991)
- Que no os sorprendan las tinieblas (Peter David / Gary Frank, 1994)
- De todas las palabras tristes... (Peter David / Adam Kubert, 1998)
- Encuentro mortal (Erik Larsen / Ron Garney, 1999)
- Carrera silenciosa (Bruce Jones / John Romita JR, 2002)

Después de ojear la colección entera comprobamos lo importante que ha sido para el desarrollo de la personalidad de muchos superhéroes la introducción de los personajes femeninos. Nos referimos a esa innumerable lista de parejas sentimentales de todo hombre con poderes que se precie. En el caso de esta semana es Betty Ross la que trae de cabeza al pobre Bruce Banner, pero no olvidemos que el clan completo de las consortes ha dado pie a multitud de spin-offs y, más de una vez, ha salvado el pellejo de los guionistas de desenlaces imposibles.

3.2.05

Tebeo del mes: Reseña de 'Big Baby'

Big Baby (La Cúpula, enero 2005). 100 páginas. PVP: 7,80 euros

Por fin edita La Cúpula esta novela gráfica del desquiciado amante de los zombies Charles Burns, que está dedicada a uno de sus personajes más carismáticos: Tony Delmonto, esto es, Big Baby (o Niñato, como ellos mismos lo traducen en una historia). Quizá por seguir fielmente la edición de Fantagraphics, el volumen contiene, entre otras, Club de sangre, que ya fue publicada en 2000 dentro de la colección Brut Cómix (y que además ganó el premio a la mejor obra extranjera del Saló de Barcelona). Las otras aventuras se titulan Big Baby, La maldición de los hombres topo y Plaga juvenil.

En Big Baby, a Burns le bastan dos páginas para presentar a su personaje y meternos de lleno en el sadismo de sus juegos, observando desde un primer plano la crueldad con la que trata a sus soldaditos de plástico. La maldición de los hombres topo es una historieta que parte de las agresiones que un vecino de Big Baby propina a su esposa a causa de los celos. Con la excusa de que se está construyendo una piscina junto a su jardín, Delmonto tendrá un nuevo escenario para dar rienda suelta a sus particulares fantasías, en las que confunde la inquietante realidad que le rodea con las imágenes terroríficas que quedaron grabadas en su mente mientras veía la televisión. De esta manera, Big Baby accede a un mundo subterráneo donde habitan mujeres topo con antenas resplandecientes y hombres encarcelados cuya única función es engendrar sabe Dios qué híbridos monstruosos.

Plaga juvenil puede considerarse un antecedente de Agujero Negro, la gran saga sobre jóvenes infectados por un extraño virus que el dibujante acaba de finalizar (y que La Cúpula pretende editar este mes de febrero). En ella, Burns hace un planteamiento muy interesante al presentar una estructura de "relato dentro de otro", pasando con un ritmo trepidante de las vivencias de Tony Delmonto al cómic de terror que lee el propio Big Baby y de ahí a las pesadillas que embargan al novio de su canguro. La imaginación enfermiza del protagonista hace que los clásicos chupetones adolescentes se conviertan en "el beso mortífero de Kaballa-Bonga", un alienígena perturbado dispuesto a extender su semilla por todo el orbe terráqueo. Un argumento perfecto para plasmar la debilidad del autor por las enfermedades de transmisión sexual.

Por último, Club de sangre cuenta la experiencia de Big Baby en un campamento de verano en el que habrá sitio para navajas multiusos, historias escalofriantes junto al fuego, ritos iniciáticos marcados con sangre, una isla prohibida, un chivatazo y hasta una revista erótica que aparece en una letrina. Como telón de fondo hay una leyenda acerca de un niño fantasma que murió unos años atrás en la misma zona por no obedecer a sus superiores, un caso que Delmonto resuelve, para variar, con éxito. En la aventura aparece su amigo Sam, que también figura en Plaga juvenil.

Es curioso que todas las historietas terminen con el clásico titular de periódico donde se da fe de lo que ha ocurrido con los personajes secundarios, no obstante, pese a que muchas veces parece que el guión va a continuar por el camino más obvio, Burns no falla y vuelve a sorprendernos con brillantes golpes de efecto. Sin duda, se trata de un tebeo donde los litros y litros de tinta china están más que justificados, y lo más seguro es que se alce como una de las mejores obras del año. En el horizonte nos queda aguardar la salida del ya mencionado último número de Agujero Negro y de otra novela gráfica del dibujante, Skin Deep, que si no me equivoco contendrá el también aparecido como one-shot en Brut Cómix Burn Again y alguna tira procedente del descatalogado Misterios de la carne. Pero eso será en el mes de mayo.

2.2.05

Un lugar en el bloguiverso...

Desde la redacción de El Francotirador queremos agradecer el apoyo de aquellos visitantes que nos votaron como el mejor blog sobre cómics en 2004 en la convocatoria de premios de La Cárcel de Papel. ¡Conseguimos un modesto trigésimoprimer puesto y un total de tres votos! Después de cuatro meses ofreciendo información exclusiva sobre el Noveno Arte, al fin vemos recompensado nuestro esfuerzo. Y a los que nos hayan conocido ahora, anunciarles que se avecinan grandes cambios... o al menos una reseña de vez en cuando.

Por otra parte, resulta curioso ver cómo evolucionan las estadísticas de visitantes. ¡Se confirma! Los seguidores de Los 4 Fantásticos son más numerosos que los de Daredevil, pero los fans de X-Men se llevan la palma. Ésta es la conclusión que podemos sacar si se contabilizan las entradas que hemos registrado merced a nuestro profundo seguimiento a la colección Clásicos del Cómic de Panini. Asimismo, se registran más visitas a través de La Cárcel de Papel (que nos ha nombrado dos veces) que haciendo spam en Cómic a Gritos. A tener en cuenta.

1.2.05

¡Mutantes invaden el As!

Fieles a nuestros principios, desglosamos a continuación el volumen dedicado a X-Men que el periódico As viene distribuyendo esta semana:

- X-Men (Stan Lee/Jack Kirby, 1963)
- Segunda Génesis (Len Wein/Dave Cockrum, 1975)
- Primera noche (Chris Claremont/John Bolton, 1986)
- Días del futuro pasado (Chris Claremont/John Byrne, 1981)
- Mente fuera del tiempo (Chris Claremont/John Byrne, 1981)
- Lobo herido (Chris Claremont/Barry Windsor-Smith, 1986)
- Los caballeros de Madripoor (Chris Claremont/Jim Lee, 1990)
- La cura (Scott Lobdell/Salvador Larroca, 2001)

En esta ocasión el Estudio Fénix dedica nueve páginas a repasar la historia de la Patrulla-X, una más de lo usual, aunque ya empiezan a hacer autobombo descarado. Además de insistir en que Panini ha adquirido los derechos de Marvel, avanzan que X-Statix podría aparecer o bien en la colección Clásicos Modernos o en el formato 100% Marvel. En cuanto a la antología en sí, continúa el propósito de ofrecer al lector una selección de las aventuras más significativas de cada década, lo cual provoca, como en anteriores tomos de Clásicos del Cómic, que sean precisamente las historias más recientes las que queden peor paradas. ¡No tenemos nada en contra de los autores españoles que triunfan en EEUU, pero sí nos mostramos contrarios al desmesurado tratamiento infórmático del color, cortesía en este número de Hi-Fi Design, que convierte al respetable género de superhéroes en un mero virtuosismo propio de grafiteros!