31.7.05

Hellboy en El País

El pasado viernes nos agenciamos el álbum de Hellboy que entregaba El País. Es un volumen de 44 páginas que contiene las historias: El cadáver, Zapatos de hierro y Baba Yaga. 30 minutos de lectura entretenida. Mike Mignola creó este título a su medida, al igual que otros grandes popes de Dark Horse. Su arte se reduce a la mínima expresión, el desarrollo de las historias no suele presentar obstáculos, más bien al contrario: Hellboy se alza contra toda criatura infernal que se tercie. El demonio trabaja al frente de la Agencia de Defensa e Investigación Paranormal pero mantiene una maravillosa relación con los monjes de clausura.

Varios casos se narran en este tomo, que se hace breve, pero tendremos otra entrega el 9 de septiembre. El episodio más largo trata sobre el rescate de un bebé que permanece en manos de unos hombrecillos con un gran sentido lúdico de la vida. Proponen un juego a Hellboy y él acepta, sorteando cada una de las trampas hasta dar sepultura al cadáver que le acompaña durante todo el viaje. Los claroscuros de Mignola son una delicia, así como los destellos humorísticos de sus diálogos.

El libro termina con dos historietas cortas, basadas en presuntas leyendas nórdicas. El protagonista es capaz de quebrantar las leyes del folclore, de romper el equilibrio entre las fuerzas del bien y el mal... Y por último, unas hermosas viñetas donde un águila, una rana, un gato y un oso intentan aclarar un final que el propio autor prefiere dejar abierto.

29.7.05

Viñetas de pederastia en el Guai!

Hace unas semanas mencionábamos en nuestros artículos sobre Zipi y Zape la curiosa serie espejo que Escobar tuvo que dibujar para Grijalbo sin emplear a sus personajes estrella: Terre y Moto. Entonces no disponíamos de imágenes para corroborar paralelismos tan flagrantes, así que reproducimos ahora la cubierta original:



(pincha aquí si quieres contextualizar la imagen).

En el interior de este álbum encontramos un extraño episodio sobre la llegada del nuevo profesor, Don Socratín, cuyo poder de atracción desencadena unas cuantas estampas ambiguas:



Lo cierto es que las historietas de Escobar nunca siguieron una lógica tradicional. Arriba observamos cómo uno de los alumnos sucumbe a la tentación y decide acoplarse al maestro para efectuar una... ¿felación? Muchos podríais pensar que semejante postura se trata de una casualidad, pero el rey de la historieta nos proporciona otras cuantas:



Por fin hacen acto de presencia los gemelos de nuevo cuño, pobre metadona para los lectores de Zipi y Zape. A continuación se procede a la separación de los cuerpos (¡agua fría para los perros!), donde el autor nos obsequia con otra tanda de viñetas procelosas:



Mientras el empollón se queda aferrado a las faldas del profesor, los discípulos van abandonando sus actividades de moral dudosa. En este momento asistimos a la escena más peliaguda del capítulo, pues retrata a Don Socratín en plena sodomía (mientras el pelirrojo de los hermanos imita la pose de los mencionados canes):



Y como no podía ser de otra manera, la clase acabará en orgía desenfrenada:



Aprovechando la coyuntura, hemos de protestar ante la torpeza de El Mundo (que viene editando una serie de tomos sobre Zipi y Zape), pues su cuarto volumen incluye cerca de 40 páginas ya contenidas en el primer ejemplar. ¿No existían miles de aventuras de la familia Zapatilla? El periódico ha optado hasta la fecha por publicar las historietas más recientes, en su mayoría procedentes de la revista homónima. Es una lástima que no hayan preferido divulgar aquellas maravillosas viñetas de la etapa Bruguera con su color original -los degradados actuales son de juzgado de guardia-, como están apareciendo en la colección Súper Humor.

Atentos al siguiente post veraniego: ¡alcohol y drogas de diseño en los clásicos del humor ilustrado!

28.7.05

Portadas insólitas de Forum: Spiderman

Después de toparme con portadas así, sólo puedo añorar esos años en que Forum aún publicaba Marvel. La primera estampa pertenece al número 84 de la colección original de Spiderman (El Hombre Araña). Con motivo de un cross-over con el Capitán América, la editorial se saca de la manga la siguiente cubierta:



(pincha aquí para verlo más grande, merece la pena).

Nos quedamos sin saber si la edición americana sacó algo parecido -lo siento, no ha habido tiempo de contrastar la noticia y me he dejado llevar por la fuerza de las imágenes, como los de Aquí hay tomate-. Lo verdaderamente triste es que no se animaran a formar el cuadro entero de artistas invitados: ¿no había presupuesto para La Masa y El Vigilante?

Un poco más tarde, la editorial catalana sacaría a la venta un extra de primavera (con las tapas verdes, marcando temporada) memorable: aquél en que Peter Parker se casaba por fin con Mary Jane. Para todos los que no pudieron asistir a la fiesta en su momento, adjunto ahora la invitación oficial del enlace:



(ésta también podéis verla en tamaño real).

La ocasión merecía semejante despliegue gráfico, así que Forum decidió incluir la fotografía más emotiva de la ceremonia entre las páginas del especial:



(¡esto hay que verlo de cerca!).

En siguientes entregas sacaremos a la luz viñetas políticamente incorrectas pertenecientes al cómic nacional. Manténgase agarrados a los brazos del sillón orejero.

26.7.05

X-Statix #4: La Cura (reseña)

X-Statix #4: La Cura, de Peter Milligan y Mike Allred (Panini, julio 2005). 120 páginas. PVP: 8,50 euros.

Llegamos al final de la saga de Henrietta Hunter, aquel trasunto de cantante pop-zombie capaz de hacer temblar los cimientos de X-Statix. Aquí se cierran casi todas las líneas argumentales (aunque siempre permanece un hilo que engarza un episodio con otro): Mr. Código de Barras -un Rorschach vía comercial- sigue al frente de los francotiradores que disparan indiscriminadamente; Lacuna, presentadora de TV y teleportadora, se insinúa a Mr. Sensible poco antes de ser alcanzada por una bala y quedar en coma... Milligan no sólo recurre a las noticias de los periódicos (algo generalizado entre muchos guionistas) para nutrir sus historias, sino que adopta trucos propios del opera-soup y la serie B. Sin ir más lejos, todos aquéllos que tararean el single póstumo de la Lady Di mutante mueren en extrañas circunstancias, ¡y acaban con la cara desencajada, como en Los Siete Samuráis!

En este tomo hay tantas bajas que uno se pregunta si los autores, con la mira puesta en el final de la serie, han optado por un efecto pirotécnico para mantener el interés de los lectores hasta la última página. De hecho, los propios personajes bromean diciendo que se han "convertido en Los 4 Fantásticos". Caerán Spike Freeman, propietario de X-Statix, y Grasas, el rapero gay del grupo. Henrietta resucitará por segunda vez clamando venganza, después de que un tullido El Guapo presente su uniforme paralímpico... ¿Han perdido la cabeza Milligan y Allred o asistimos a los mejores momentos de la serie?

El volumen que Panini ha publicado con celeridad, apenas dos meses después del anterior y quedando pendiente sólo el arco final de Los Vengadores, contiene asimismo otra aventura de dos episodios protagonizada por Vivisector, el licántropo más impopular del grupo. Éste sucumbirá a la tentación de eliminar su gen-X, atosigado por la tortuosa relación con su padre (¿Cuántas llevamos ya? ¿No recuerda al capítulo anterior de Chica Muerta?) Destaca la labor de Nick Dragotta a los pinceles, que otorgan una visión distinta pero acertada de los superhéroes diseñados por Allred.

24.7.05

Persépolis 1 y 2 (El País)

El País entregaba esta semana los dos primeros álbumes de Persépolis, la obra más premiada de la iraní Marjane Satrapi. Su estilo naif, desarrollado en el exilio francés con el apoyo de David B. -compañero de L'Associatión- recuerda a los dibujos de los niños de la guerra, pues sus historias tienen la misma visión infantil, economía de trazos e idéntico trasfondo bélico. Desde Europa se permite elaborar un relato fidedigno aunque tomando parte en el conflicto, dado que se trata de su autobiografía.

Los tomos que oferta el periódico (de 76 y 88 páginas, con un total de 19 capítulos y un artículo biobibliográfico) culminan con la marcha de Marji a Austria -Norma editó las cuatro partes a 14 euros el ejemplar-. Para entonces, la autora habrá destilado buena parte de su humor negrísimo: chistes sobre torturas y mártires que aquí chirrían un poco (¡ay, lo políticamente correcto!). No obstante, Satrapi intenta ser crítica con todos los bandos y se detiene para contarnos cómo se hace propaganda en las escuelas, describe la confusión de los pequeños ante los cambios de discurso, así como las manifestaciones arriesgadas y la persecución de contestatarios, denunciando el clasismo.

La artista iraní sabe transmitirnos las miserias de un barrio enfrentado al país vecino, el recrudecimiento de un régimen que prohíbe el alcohol, la música y cualquier símbolo occidental. Leyendo Persépolis uno se hace una idea más certera de lo que ocurre en Oriente Próximo que viendo los telediarios. Y en medio de un sinfín de crueldades y de hermosas ilustraciones a toda página -deudores de la tradición del grabado persa-, ocurrencias sobre la aerofagia en tiempos de escasez y el mercado negro, donde se pueden obtener cintas de Jickael Mackson.




19.7.05

Críticas: Los 4 Fantásticos (la película)

Igual de fortuita fue mi visita al cine como esta crítica. Sinceramente, nunca pensé en ir a ver la película de Los 4 Fantásticos, de hecho he pasado olímpicamente de X-Men, Spiderman y demás secuelas. Pero el verano en un pueblo puede hacerse muy largo si no se aprovechan todas las ofertas de ocio...

La primera evidencia a tener en cuenta es que los filmes basados en personajes de cómics no están pensados para los lectores, pues se dirigen a un público mucho más amplio. De este modo, dejando a un lado las posibles críticas por falta de fidelidad, el secreto se encuetra en mezclar los ingredientes más hollywoodienses de la serie -y si no los hay, se inventan- y regurgitarlo todo en forma de cinta.

Si hacemos un análisis por personajes, nos percatamos de que Mr. Fantástico resulta insulso -George Clooney tampoco lo hubiera mejorado-, la Antorcha Humana se alza como el bufón insolente que mantiene el tono cómico de la serie (buen golpe cuando bromea con la Cosa mientras duerme), la Chica Invisible parece muy joven y escotada y el disfraz de Ben Grimm, para qué mentir, mejor de lo que imaginaba. Siempre he preferido el látex a los efectos digitales, y aunque en esta ocasión se convierte en una suerte de tortuga ninja, la escena del puente en que detiene un camión es espectacular. Abundando en este apartado, es curioso cómo el director es capaz de aunar tecnología a lo Minority Report con diagramas (el de la cabina que emula una tormenta cósmica) más propios de trabajo de instituto o del programa Redes. Ah, el Dr. Muerte es la simbiosis perfecta entre Morrisey y Terminator.

La sección musical destaca sólo cuando está fuera de lugar: ¿a qué venía ese temita grunge? Yo me inclino por la vertiente orquestal de los títulos de crédito... Mirando la pantalla se me ocurrió un paralelismo bastante peculiar, en ese instante en que la Cosa escapaba de la cuarentena. ¡Era clavadito al indio de Algo voló sobre el nido del cuco!

18.7.05

El caso del collar (Blake & Mortimer en El País)

El viernes pasado, haciendo caso omiso al aluvión de críticas negativas que recibió en los comentarios de La Cárcel de Papel, me agencié el álbum de Blake y Mortimer: El caso del collar que se entregaba junto a El País. Edward P. Jacobs firmó el álbum en 1966, once años después de La marca amarilla, y puede atisbarse en sus páginas cierta estilización (si cabe) en su trazo. La edición del rotativo contiene un exhaustivo análisis a cargo de Antoni Guiral, donde resume la trayectoria del dibujante -¡y también cantante de ópera!-, así como su concienzudo método artístico y repasa todas las aventuras protagonizadas por estos personajes.

La trama de esta novela gráfica está ambientada en las cloacas de París, por las que transitará la pareja de investigadores en su intento por recuperar un collar que perteneció a María Antonieta. La reliquia ha sido robada por Olrik, el antagonista de la serie, gracias a la complicidad de un joyero en crisis. Sin embargo, no nos hallamos frente a una historieta cualquiera de Blake y Mortimer: aquí hay desencuentros, llamadas cortadas y tiempos de espera, algo infrecuente en una colección que suele regirse por una estructura bastante académica. Jacobs logra dar una vuelta de tuerca y elude la repetición presentando a un villano que no actúa como de costumbre, además de sorprender al lector con su juego de dobles collares.

Como sabrá todo aficionado medio, la creación del ayudante de Tintín tuvo tanto éxito que aún continúan editándose sus aventuras, ahora en manos de otros autores. Al parecer, Jacobs se inspiró en dos colegas de profesión, Jacques Laudy y Jacques Van Melkebeke, para perfilar a Blake y Mortimer, respectivamente.



Jacques Laudy, modelo para Blake.



Jacques Van Melkebeke, modelo para Mortimer.

15.7.05

El origen de Spirit (El País)

Según pasan las semanas, cada vez es más complicado agenciarse las entregas de El País. Hay que ampliar el perímetro de búsqueda hacia otros quioscos donde no pongan mala cara cuando preguntamos por el álbum (Via News hablaba de algo parecido recientemente). En esta ocasión el esfuerzo merecía la pena, pues se trataba de El origen de Spirit, un volumen que reúne las primeras tiras semanales del personaje de Will Eisner. Hay que recordar que el dibujante sólo tiene 23 años cuando firma estas páginas, y sin embargo ya se muestra como un diamante en bruto.

La edición de este periódico incluye, al igual que el número 1 de Los Archivos de Spirit de Norma, tanto el artículo de Alan Moore titulado "Spirit, el pionero" como el tratamiento de color de Digital Chameleon, así que asistimos a una presentación inusual de la serie: ¡más grande y chillona que nunca! Y yo me pregunto... ¿Serán estas gamas las que está barajando Planeta para el Cuarto Mundo de Kirby?

El tomo incluye siete historias ordenadas de forma cronológica: El origen de Spirit, El regreso del Dr. Cobra, La Reina Negra, Johnny Marston, El Ejército de la Reina Negra, El rapto de Daisy Kay y Los huérfanos. En ellas asistiremos a la génesis de Denny Colt, un policía que resucita después de haber sido dado por muerto y enterrado para luchar contra el crimen y en favor de los necesitados. A su alrededor desfilarán el comisario Dolan, su hija Hellen, el novio de ésta, Homer (que proporciona los momentos más cómicos del ejemplar), el taxista y acompañante Ebony White (el Memín Penguin de turno) y la Reina Negra, malvada abogada del diablo.

En estas entregas iniciales el protagonista está aún por perfilar: posee una base de operaciones en el cementerio de Wildwood, reparte pequeñas lápidas a modo de tarjeta de visita, se disfraza como Hannibal Smith y hace tunning con su coche hasta convertirlo en un batmóvil alado que le salvará el pescuezo en más de una ocasión.

13.7.05

¡Las Tiras del Francotirador!: último número

¡Último post antes de las vacaciones! Me retiro a un hermoso municipio de la costa andaluza para disfrutar de un merecido descanso de treinta días. Desde allí trataré de seguir en activo, reseñando los coleccionables que pueda leer en la playa -no serán pocos, pero me tienen que prestar el ordenador-, escaneando y recuperando viñetas imposibles, además de planear lo que será el Volumen 2 de la Tiras del Francotirador. Como prometimos cuando iniciamos la serie, en la web de El Francmasón (el sitio de un... pariente) ya podéis leer las primeras diez entregas, a un tamaño más razonable que el que permite este blog. Lo dicho: apenas notaréis que me he ido. Palabra de Kalashnikov.

12.7.05

Reseñas: Dick Tracy #2. La venganza del Chicarrón

Dick Tracy #2: La venganza del Chicarrón, de Max Allan Collins y Rick Fletcher (Recerca, julio 2005). 76 páginas. PVP: 5,95 euros.

Segundo y último (por el momento) tomo de la edición española de Dick Tracy, que contiene las páginas del volumen titulado The Collins Casefiles -ver portada más abajo-, publicado entre 1978 y 1979. Se podría pensar que asistimos al periodo decadente del jefe de detectives más famoso del cómic, no obstante, Max Allan Collins y Rick Fletcher son capaces de devolver el interés a la tira retomando viejos villanos, como en este caso, el Chicarrón. Es una trama bien elaborada sobre la recompensa de un millón de dólares que el moribundo miembro del sindicato del crimen pone por la cabeza de Tracy. Destacarán los intentos frustrados de "Little" Littel y El Témpano, experto en explosivos plásticos y albino con picahielos, respectivamente, por acabar con su vida.

La edición de Recerca incluye a modo de apéndice una Galería de Villanos donde lo mejor son las ilustraciones, pues nos quedamos sin ver en acción a la gran mayoría de personajes. Por cierto... ¿y la prometida segunda parte del artículo de Carlos Díaz Maroto (www.lacarceldepapel.com [sic]) sobre las adaptaciones al cine de Tracy?

Por otro lado, en este episodio veremos cómo tiemblan algunos cimientos de la serie: mientras el sindicato del crimen se posiciona contra la arriesgada oferta del Chicarrón, Dick Tracy sospecha que hay un topo en la Unidad del Crimen Organizado. Además, asistiremos a la muerte de un secundario: la esposa de Junior Tracy, el mejor pintor de retratos-robot del Cuerpo.

Sulaco Studios, encargados de la rotulación, hacen frente a toda clase de letreritos -muy característicos de la tira-, aunque dejan algunos vacíos y en otros las palabras se salen del recuadro. Iván Sarnago vuelve a firmar la cubierta, introduciendo un súcubo de generosos volúmenes en la mismísima mesa de despacho de Tracy.

En comparación con el primer número se aprecian unas tapas más blandas y un precio superior, debido al incremento de páginas. No cabe duda de que éste no es el formato más adecuado para publicar tiras de prensa, sobre todo por el escaso grosor de los tomos en una colección tan extensa, aunque siga resultando más cómodo que el apaisado.

11.7.05

10.000 páginas vistas



Gracias a todos los visitantes (comentaristas o silenciosos) del blog.

10.7.05

¡Las Tiras del Francotirador!: número 8

Las perversiones de Bruce Timm

Se ha hablado largo y tendido de la labor de Bruce Timm en el diseño de la versión animada del Hombre Murciélago, sobre su inconfundible estilo cartoon que otros autores han imitado con desigual éxito… Pero muy poco se ha debatido –sobre todo porque es irrebatible- acerca de su maestría a la hora de esbozar personajes femeninos y curvas vertiginosas. Ojeando un sketchbook de Kaleidoscope Cómics no he podido resistir la tentación de escanear y divulgar estos suculentos ejemplares…



9.7.05

Más sobre Z y Z (anexo)

Entre las páginas que Escobar dedicó a Zipi y Zape, entre 10.000 y 15.000 según el autor –nada que envidiar al dios del manga-, hallamos otros cuantos papeles secundarios: Lechuzo, el compinche perfecto de Peloto en sus travesuras; Don Pildorín, el raudo médico de la familia; y los Plómez, la alegoría de todo vecino pesado que no hace más que aprovecharse de la hospitalidad de la familia Zapatilla.

Un tebeo con otro nombre debatía hace unos días sobre la vigencia de estas viñetas, cuyos derechos siguen en manos de Ediciones B. Durante algún tiempo editó las historias de los gemelos en la revista homónima, de periodicidad mensual, así como en numerosos álbumes Olé y los genuinos Súper Humor, aunque seguimos sin disponer de una edición cuidada y cronológica de este clásico español.

¡Las Tiras del Francotirador!: número 7

El Hombre Enmascarado de El País, guillotinado

"Una mujer bella y cubierta de joyas puede pasear tranquila por la selva."

Este viernes adquirí el álbum de El Hombre Enmascarado que se entregaba con El País, que contiene las tiras dominicales publicadas entre junio de 1973 y enero de 1974, cuando los dibujos de la serie de Lee Falk corrían a cargo de Sy Barry. El volumen, de 76 páginas, engloba tres aventuras: El país del Hombre Enmascarado, El gran tesoro y La historia de Jumba, cuyo desenlace nos quedamos sin conocer debido a la selección realizada por el rotativo.

De no ser por el abuso de la repetición de viñetas, comprensible hasta cierto punto en las aventuras serializadas para prensa, la lectura de este tomo proporcionaría un agradable sentimiento de nostalgia por el exotismo de viejos títulos como Mandrake, también presente en la colección. A través de las historias podemos indagar en la personalidad de The Phantom, uno de los primeros justicieros enmascarados de los que se tiene constancia. Su sobrino Rex, artífice del rescate de la princesa pigmea Aurora, le llama tío Walker, y todo parece indicar que será él quien herede el cargo para mantener la inmortalidad del héroe.

Más tarde seremos testigos de cómo unos comerciantes tratan de apropiarse de la valiosa madera de los Bosques Susurrantes, que la tribu de los Oogan trabajan como si fuera oro. El Hombre Enmascarado se verá obligado a mediar, pues queda en vilo la boda de Obiju con Rona: como ocurre con Tarzán, la creación de Falk mantiene una saludable relación con los oriundos de la isla y sus fieras. Y finalmente, en la historia más larga, un grupo de exploradores acude al Pico del Hombre Enmascarado para obtener el valioso botín que esconde: la espada del Rey Arturo, el cuerno de Rolando, la lira de Homero y otras reliquias legendarias. The Phantom defenderá sus posesiones como acostumbra: montado a caballo y empuñando una pistola.

4.7.05

Rapsodia Húngara en El País

La semana pasada apareció en el quiosco la edición de El País de Rapsodia Húngara, una de las obras más emblemáticas de Vittorio Giardino, en dos volúmenes de 60 y 42 páginas respectivamente (más una introducción sobre el autor italiano). La historia, protagonizada por el espía Max Fridman, está considerada como una de las mejores novelas gráficas de la escuela europea, por su dibujo claro y preciso, una trama llena de suspense y una labor de documentación admirable. No obstante, hay que recomendar al neófito que lea la historieta con atención para no terminar confundiendo nombres de personajes, bandos y lugares.

Giardino nos introduce en la Hungría de entreguerras para contarnos una aventura de contraespionaje donde el personaje principal tendrá que poner especial cuidado con sus informes y sus contactos, pues en estas ocasiones uno no se puede fiar de nadie. En el camino habrá pistas falsas, cebos y sabotajes por parte de los dos servicios de Inteligencia implicados: el Abwehr y el Deuxiéme Bureau. Y al igual que en las novelas de James Bond, la carne será una de las tentaciones más peligrosas para Fridman, cuya aparente frialdad acabará sucumbiendo ante Etel, la espía del grupo Rapsodia a la que protege.

El dibujante de Sam Pezzo acaba su argumento con la entrada triunfal de las tropas nazis en Austria, dejando claro que la persecución del barco Glaros, cuya misteriosa carga iba destino a España, no era más que una treta para tener entretenidos a los agentes seretos mientras la incursión alemana se llevaba a cabo.

¡Las Tiras del Francotirador!: número 6

1.7.05

Los escenarios increíbles de Pulgarcito

Otro de mis hallazgos en las profundidades, allí donde se apilan y se empolvan cientos de tebeos antiguos, ha sido un álbum de Pulgarcito, la serie para niños que Jan realizó para la revista del mismo nombre. Muchos aficionados, tras la reedición de Laszivia y Pasolargo, han solicitado la recuperación de esta colección, y con toda la razón del mundo. En sus páginas, el creador de Superlópez ya hacía gala de su civismo proponiendo aventuras sanas para una infancia feliz, una tónica políticamente correcta que también iría asimilando su personaje de más éxito.

Pulgarcito nacía como una revisión del cuento popular para el citado relanzamiento de Bruguera, con historias cortas donde el protagonista daba fe de su carácter justo y valiente. Hermano de los quintillizos Agapito, Elías, Isidoro, Óscar y Ulises y acompañado siempre por su gato Medianoche, el pequeño de la familia entrará en contacto con el Profesor Ogro, un inventor aficionado a la botánica con muy mal genio. Gracias a su hija Trini –y a sus famosas tazas de chocolate- la relación se irá afianzando, a pesar de las travesuras de otros amigos de Pulgarcito, como Gregorio o Hipo, que se la tienen jurada al jardín del científico cascarrabias. En su casa se esconde una máquina del tiempo que le servirá para transportarse a épocas pasadas. Otras veces será su imaginación quien lo traslade a una realidad distinta.

Como reseñamos en nuestro comentario sobre Laszivia, Jan posee grandes facultades para sumergirnos en escenarios increíbles llenos de detalles –veréis diminutos letreros por todas partes-, causando posibles rechazos entre los lectores más vagos (a mí me ocurría algo semejante con todos esos caracoles fumando que pintaba Ibáñez). El dibujante aprovechó este título para recrear multitud de relatos clásicos, una labor a la que ya se dedicó en otra biblioteca de la misma editorial, con adorables versiones de El soldadito de plomo, Ricitos de Oro, Caperucita Roja, Los tres cerditos...

¡Las Tiras del Francotirador!: número 5