27.2.07

Reseñas: Escalofrío, de Hudnall y Ridgway

Escalofrío, de James Hudnall y John Ridgway (Recerca, febrero de 2007). 128 páginas. Color. PVP: 11,95 euros.

Recerca empieza el año con ambiciosos proyectos y excelentes lanzamientos. Por un lado, vuelve la antología de Negative Burn en marzo, y en el mes de abril, un nuevo tomo de Jack Staff. Para una editorial pequeña que quiere estar presente en las librerías, son precisamente estos “meses de transición” los que más daño hacen.



La presentación de Escalofrío es casi ejemplar si ignoramos una numeración de páginas que a veces tapa algunos dibujos, la no inclusión de las cubiertas originales de la serie y la inexistencia de artículos biográficos sobre los autores. A cambio, los mallorquines ofrecen una portada exclusiva de Antonio Vázquez y Fran Gamboa bastante correcta.



A partir de un argumento más o menos atractivo, James Hudnall se sirve de unos cuantos trucos narrativos para mantener despierta nuestra atención. Un demonio que fue invocado siglos atrás por la poderosa sociedad de los Arquitectos ha sido liberado en la actualidad. Brian Marx, un mago al estilo Hellblazer capaz de interpretar grafitis, y Tracy, una periodista con antepasados ilustres, serán los encargados de capturarlo, empleando por el camino juegos de cartas, monedas y dados, teleportaciones y estrellas pentagónicas.



John Ridgway, que paradójicamente fue el autor de los primeros pasos de John Constantine, hace un trabajo fenomenal, aportando realismo a una trama llena de violencia y escenas de espanto (pese a la escuálida silueta del Oscuro).

26.2.07

Reseñas: Hellblazer #15

Hellblazer #15, de varios autores (Planeta de Agostini, febrero de 2007). 48 páginas. Color. PVP: 3,50 euros.

Llegamos al final de la saga de horror terrenal “El familiar”, una de las más interesantes de Hellblazer. En medio de una atmósfera propia de la novela negra, John Constantine persigue al asesino en serie tras la muerte de un ser querido. Mientras trasnocha junto a una prostituta se pegunta si está preparado para apretar el gatillo. Por su parte, Chas está más presente que nunca, al frente de su casa de apuestas. ¿Qué método sigue el protagonista para acertar en las carreras? ¿Y por qué ahora simpatiza con los hollingans? Una imagen como la del viejo homo familiaris haciendo abdominales sólo podía aparecer en esta colección de Vertigo. Resulta curioso que Planeta haya llamado “Víctima Mortal” a un capítulo que no llevaba título originalmente –en algunos índices aparece como “Fatality”—. En el horizonte nos esperan Mercury y Marj, que regresarán en el tramo final de esta cabecera.

Ron Tiner se encarga del dibujo, comandado en esta ocasión por Kevin Walter y Mark Buckingham. Juntos retratan la Inglaterra de extrarradio, a través de pequeñas viñetas que forman panorámicas de vías del tren y fábricas desoladas llenas de dinamismo. En el próximo número, como ya anunciamos, Dick Foreman se encargará de uno de los guiones. Asimismo, Planeta ha anunciado la publicación del annual #1 como volumen independiente para el mes de abril, al igual que Bad Blood en tomo como novedad de junio, una ocasión ideal para volver a ver a Philip Bond. Todo con guiones de Delano. Sólo nos queda esperar que la editorial concrete cuanto antes los cambios de formato que tiene previstos para esta línea. ¿Será algo semejante a lo sucedido con Doom Patrol?

23.2.07

Reseñas: Macanudo #2 (Liniers)

Macanudo #2, de Liniers (Random House Mondadori / Reservoir Books, febrero de 2007). 96 páginas. Color. PVP: 11,90 euros.

Con bastante retraso desde que se anunció como novedad (La Cárcel de Papel lo presentaba como lanzamiento de diciembre del año pasado) llega ahora a las librerías convencionales y grandes superficies Macanudo #2, la segunda recopilación de tiras de Liniers. Publicadas recientemente por el diario La Nación, y prologadas aquí por Kevin Johansen, el nuevo libro del dibujante argentino –un centímetro más alto que el anterior— contiene las mismas (si no mejores) acuarelas entrañables a las que nos tiene acostumbrados. ¿Cómo se le puede acusar de plagio a alguien capaz de reunir tantos chistes graciosos? ¡Si hasta colorea los bocetos! Quienes le comparan con Quino o Maitena se equivocan: el joven autor juega en otra liga menos realista y mucho más divertida.

En las páginas de este volumen nos reencontramos con la niña Enriqueta, el gato Fellini y Madariaga, el osito de peluche, los tres igual de soñadores y contemplativos. Por desgracia, Z-25, el robot sensible, no protagoniza sus aventuras más alegres. Para contrarrestar aparece la aceituna Oliverio –mi nuevo personaje favorito—, así como la serie de instantáneas “Gente que anda por ahí” y “El señor que traduce las películas”. Después, los vaivenes de pingüinos, duendes, ranas, búhos, ovejas, la vaca cinéfila, el Coso Azul y el Coso Amarillo, el Misterioso Hombre de Negro, escenas del infierno, sombreros por todos lados y cierta animadversión por los psicólogos argentinos. Y ojo, porque Liniers empieza a experimentar con la plumilla.

22.2.07

Reseñas: Tomás el Gafe #6

Tomás el Gafe #6, de Franquin y Jidéhem (Planeta de Agostini, febrero de 2007). 48 páginas. Color. PVP: 9,95 euros.

Este álbum resalta sobre todo por la cantidad de texto que se incluye en sus páginas. Además de tiras cómicas, Franquin se empeñó en hacer crónicas ilustradas de cuanto ocurría en la redacción de Spirou. Para ello recurre a ingeniosos juegos de palabras como: “No es lo mismo una selva virgen que una virgen en la selva”, que también usaría en Ideas Negras. Los cuerpos de Policía y Bomberos no salen demasiado bien parados en estos chistes de media o una página. ¿Qué tal recurrir al enorme camión para una cita con Jeanne? Por fin conocemos el nombre del agente gafado, Longtarin, y del vecino del edificio Smith, Jules, con quien Tomás trata de tender un cable. Continúan los vaivenes con el coche de segunda mano y los retiros al campo y la playa. ¡Hasta una visita a una plaza de toros española! Asimismo, vuelve a aparecer Juan Cenizo, primo carnal del protagonista. Criador de mirlos, palomas y camaleones, El Gafe protagoniza varios gags con la máquina de escribir como excusa: el carro volador –que debía hacerle mucha gracia a Ibáñez—, las letras cambiadas… Aficionado a la comida enlatada, entre las medallas del personaje se encuentran docenas de escapes de gas, nuevos sistemas de pintura con aspersores, el sabroso café dispensado por el calentador, un abrigo con sistema de irrigación, peculiares timbres de teléfonos para alegrar la oficina, un reloj que se pierde en las tuberías e inocentadas por doquier para el pobre Fantasio.

20.2.07

Marvel Knights en pequeñas dosis

Atraído por las portadas de Mike Allred, me agencié los números 3 y 4 (edición especial) de Los 4 Fantásticos. El guionista Roberto Aguirre-Sacasa decide tomar partido en la historia que narra, como ya hicieran en Marvel Stan Lee o John Byrne. Sólo así conocerá de primera mano a Reed, Sue, Johnny y Ben, que están enfrascados en el rapto de Franklin y Valeria a manos del Hombre Imposible. Una pena el dibujo orientaloide de Sakakibara (¿se podía esperar otra cosa con ese nombre?).

Tras la entrega de Los Nuevos Vengadores, fui a buscar mi dosis de Frank Cho en la ya desaparecida Marvel Knight: Spiderman (números 5 y 8), dos historias salteadas con Veneno y los Fortunato como villanos. ¡Vaya melones tienen Mary Jane y la Gata Negra! Así cualquiera se acuerda del secuestro de tía May y los problemas con la identidad secreta. Sin duda, Planeta necesita un Julián Clemente en sus colecciones grapadas…


16.2.07

Reseñas: La Cosa del Pantano #3

La Cosa del Pantano #3, de Alan Moore y Stephen Bissette (Planeta de Agostini, febrero de 2007). 48 páginas. Color. PVP: 3,50 euros.

En este número hallamos una Cosa del Pantano letárgica sin resquicio alguno de humanidad. Moore describe sus pesadillas con una lucidez tremenda e introduce de nuevo al Hombre Florónico, flexi-flesh en mano, que está dispuesto a cometer un genocidio en nombre de la naturaleza. Mientras tanto, Matt Cable sigue dando rienda suelta a sus fantasías, pero su esposa empieza a sospechar algo. La segunda parte del volumen, ambientada en Lacroix, se aleja del género de terror para acercarse al de superhéroes, con el despliegue de fuerza de Woodrue y el despertar de Swampy.

El trazo detallista de Stephen Bissette se asemeja en las últimas viñetas al superventas Todd McFarlane. Por otra parte, resulta curiosa la portada de Yeates, que recupera a muchos secundarios de la etapa Wein/Wrightson.

La edición de Planeta es casi perfecta, al incluir las cubiertas originales y respetar las paginación original de las historias. Lo idóneo hubiera sido introducir un artículo en el encarte que sirve para cuadrar la única splash-page doble del tomo. No en vano existe un lapso gigantesco entre lo aparecido en Génesis Oscura y la llegada de Alan Moore. Sin ir más lejos: ¿cuándo se casaron Matt Cable y Abigail? Asimismo, desde comienzos de año, la editorial ha dejado de traducir los títulos de los episodios y ha optado por subtitularlos en español en casi todas las series. Es una buena opción para no destrozar los originales y, además, ahorrar costes de rotulación.

15.2.07

Reseñas: Tomás el Gafe #5

Tomás el Gafe #5, de Franquin y Jidéhem (Planeta de Agostini, febrero de 2007) 48 páginas. Color. PVP: 9,95 euros.

Termina la oferta de los álbumes de Tomás el Gafe, pero no el humor en sus páginas. En esta entrega encontraréis más visitas del señor De Mesmaeker y la entrañable Jeanne. Mientras, él bedel de Spirou practica el rock and roll y domestica un bogavante. Por si fuera poco, Tomás provoca una inundación en la redacción de la revista, luego recupera su muñeco de látex y se abre paso en la nieve gracias a un lanzallamas. Hay un chiste muy gracioso sobre un desatascador de tuberías, así como un gag que recuerdo haber leído en las páginas del Botones Sacarino. ¿No os suena una escena en la que el susodicho se pone a mirar el cielo y la gente lo imita, cuando lo que llama de verdad la atención del personaje son los pelos de su flequillo? Son muy divertidos los juegos de Tomás con el edificio de enfrente, las referencias a las ballenas y las distintas patentes que consigue con sus descabellados inventos. Lo mejor del volumen: el coche de segunda mano decorado con crucigramas que se agencia el protagonista.


¡Qué bien te sienta la cincuentena, Gaston!

13.2.07

Lucien, un clásico olvidado de la BD

Frank Margerin gasta un trazo grueso, tan detallista que parece haber pertenecido a la escuela Bruguera. Además es un destacado colorista y sus guiones destilan un falso humor blanco sazonado con pimienta, como si se tratara de un infiltrado del cómix en la BD. Con sólo echar un vistazo a sus tebeos se percibe un aire ochentero inconfundible. ¡Atención porque vuelven los tupés y las cazadoras de cuero!

La primera obra de este autor que vio la luz en España, si mis cálculos no fallan, fue Ricky VII (1984), bajo el sello de Metal Hurlant y dentro de la colección Humor Humanoide, en un formato parecido a los álbumes en rústica de El Jueves. En sus páginas, Lucien, Ricky y Gillou conducen viejos cadillacs y comparten protagonismo con moteros, rockeros y macarras con banana. Otras escenas familiares, más costumbristas, se alternan con números de bricolaje y curiosas infidelidades. Pese a una apariencia inocente, en el trasfondo de algunas historias descubrimos cierta sexualidad encubierta, así como un homenaje a Rocky Balboa. Esta obra fue editada también en la serie Dragón Pocket de Ediciones B, que ofrecía páginas remontadas pero inéditas sobre ligues y viajes.



En tamaño de bolsillo salió igualmente Radio Lucien, que incluye episodios navideños memorables (con regalos como “el kit del pequeño camello”), aventuras ambientadas en la nieve y el supermercado (esa rueda que sólo hace “flap, flap, flap”), y encuentros con sus amigos más indiscretos y caraduras. En estos capítulos se ahonda en la afición por los futbolines, los coches customizados y la radio pirata de los personajes.

Ya en cartoné, en la misma biblioteca que otros clásicos olvidados como Mujeres de blanco o Cecilia, Julia, Clara… y los otros, aparece Lulú se echa novia (1987), el primer álbum largo del personaje. Lucien vuelve de la mili con el pelo corto y sus amigos Ricky y Gillou le invitan a compartir piso con ellos. Tras remozar la buhardilla y conseguir trabajo como vendedor de ropa, conoce a la joven Suzie en una fiesta. Poco a poco irán surgiendo las diferencias entre ellos –aparte de que a su alrededor siempre hay moscardones—. Y una pequeña nota cómica: Pompom, ese gato tan vago al que los chicos llaman “Comeyduerme”.



El bar de Lucien (1989) contiene historias cortas y estampas de varias tribus urbanas. Sobresale un sketch cíclico en el que varios personajes van adulterando y traficando la misma cocaína. Hay otra, más ensoñadora, en la que Ricky piensa en todo lo que podría hacer si fuera rico, pero sus amigos le quitan las ganas relativizando sus sueños. Y un apunte de lo que vendrá: la convivencia con okupas.

La trayectoria de este dibujante en nuestro país finaliza con Lucien se va al campo (1991), otra aventura extensa en la que Margerin ironiza con los escrúpulos del urbanita. Aquí surge la divertida figura del primo Nanard –el hippie de la familia—, que hace de cicerone para el rockero parisino mientras conocen de primera mano a los bebedores rurales. Completan esta publicación varios chistes sobre el rodaje de una película y otro más de carácter navideño. ¿Dónde puedo conseguir una cama bretona?

12.2.07

Ponga una grapa –o dos— en su vida

>> Los fans de Bruce Timm deberían bucear en el nº18 de Conan: La Leyenda (como hice yo siguiendo el consejo de Eme A), pues allí encontrarán una escena poco común en las crónicas de Cimmeria. Ninguneando a Kurt Busiek, se trata de cuatro páginas dibujadas y coloreadas bajo el título de “El chiste preferido de Conan”. ¡Se incluye top-less! Es curioso que Planeta sólo mantenga la firma Forum para esta publicación y los Fanhunter.

>> Los partidarios del estilo cartoon han de correr a por el especial nº6 de Wonder Woman (que reproduce el #200 versión USA), para toparse con tres historias intrascendentes de Rick Burchett, Ty Templeton y Linda Medley. Una clase de mitología y viñetas con regusto clásico capaces de bajarle los humos a la mismísima Diana Prince.

>> Los aficionados a la épica que todavía ven cierto atractivo en el Capitán América no habrán dejado pasar el Especial 65 Aniversario, que contiene una historia completa firmada por Ed Brubaker, Javier Pulido y Marcos Martin. Los autores recuperan a Bucky –el Robin de Marvel—, Nick Furia y Cráneo Rojo en una trama cinematográfica que recuerda a The New Frontier.

>> ¡Frank Cho en los Nuevos Vengadores! ¿Alguien de PAMMHG no se ha enterado? ¡Si con los nervios me llevé la edición normal, en lugar de la especial! Splash-pages sin desperdicio y volúmenes realzados con colores artificiales. ¿Pero qué hacen Luke Cage y ese poco carismático Vigía en el grupo? ¡No pegan ni con cola!


11.2.07

Reseñas: Génesis Oscura

La Cosa del Pantano: Génesis Oscura, de Len Wein y Berni Wrightson (Planeta de Agostini, febrero de 2006). 240 páginas. Color. PVP: 16,95 euros.

El ingenioso y barroco Len Wein sólo necesita ocho páginas para contarnos el origen de Alex Olsen y su esposa Linda. Un año más tarde, ese cuento dibujado por el delicioso Berni Wrightson (que aguantaría en la colección tres números más que el guionista) se convertiría en serie regular, ya con Alec Holland como el científico que se transforma en la Cosa del Pantano.



La portada que Planeta no ha incluido en esta edición, en grande.

A Swampy le gusta asfixiar a sus víctimas. Incluso cuando Arcane le da la oportunidad de recuperar su naturaleza humana emplea el mismo método. ¿No recuerda en ese instante al asesino de la hitchcockiana Frenesí? La condición errante del monstruo (que gusta de alejarse rumbo al horizonte como el Llanero Solitario en la última viñeta de cada número) le llevará de un destino a otro: Louisiana, los Balcanes, Escocia, Vermont, Gotham y los Apalaches. Casi siempre llega tarde, pero los malvados recibirán su castigo.



Compárese con el malvado estrangulador de la película...



Entre los personajes más destacados de este volumen se halla Matt Cable, un empleado del gobierno que ayuda a Alec y Linda a desarrollar en secreto su fórmula biorregeneradora. En el bando contrario están el malvado Ferret y el perro enviado por el Cónclave a modo de señuelo. Luego conoceremos a Arcane, tío de Abigail y creador de un ejército de no-hombres, incluido su hermano Gregori, al que dota de un parecido extraordinario con el mismísimo Frankenstein (ya sabemos de donde salen esas vetas blancas y negras).



¡Quién tuviera la suerte de Timothy!

Habrá tiempo para hombres-lobo y pistas de aterrizaje falsas, así como para presentar a la bruja Rebecca Ravenwind y su hermano Timothy, a los que intentará ajusticiar una turba descontrolada. Más tarde surge el misterioso relojero Klochmann, capaz de dotar a sus autómatas de un aspecto casi humano. Batman también tiene su sitio en el desenlace de la trama del Cónclave, dirigido por Nathan Ellery.



Uno de los momentos más emotivos del tomo, a todo color.

La Cosa del Pantano se enfrentará a una criatura lovecraftiana llamada M’Nagalah que vaticina el fin de los tiempos. Por si fuera poco, lo confundirán con el extraterrestre que ha venido a la Tierra en son de paz. La historia se cierra con el regreso de Arcane al más puro estilo Parada de los Monstruos, con una lucha en un cementerio lleno de zombies de esclavos y un tono terrorífico de leyenda urbana.



¿Caben más erratas por metro cuadrado?

La edición de Planeta incluye una introducción escrita por Len Wein en 1991 y las cubiertas originales reproducidas a modo de viñeta (excepto la del House of Secrets #92). La encuadernación en cartoné resulta impecable, algo que no podemos decir ni de la traducción ni de la rotulación. Si vemos un bocadillo donde el texto en español y en italiano se pisan… ¿Será porque lo han traducido directamente del idioma de los Apeninos? En este sentido, aparecen vocablos como “purria” o “quintar”, que si bien son recogidos por el diccionario, no concuerdan muy bien con la acción. Aparte, hay otras erratas menores.



Por la convivencia de todas las lenguas.



Maravillosa composición de Wrightson, en detalle.



La parada de los monstruos, versión Vertigo.

7.2.07

Reseñas: Bone #3 (Los Ojos de la Tormenta)

Bone #3: Los ojos de la tormenta, de Jeff Smith (Astiberri, febrero de 2007). 192 páginas. Color. PVP: 15 euros.

Este volumen contiene ocho episodios de Bone, dos más de lo usual en esta colección. En ellos, la abuela Ben revelará algunos secretos de la infancia de Thorn, mientras Lucius seguirá ajustando las cuentas con Smiley y Phoney Bone. Jeff Smith es un genio alternando las líneas argumentales, al intercalar escenas de acción con momentos humorísticos, y mezclar los episodios amorosos con el mundo de los sueños.

En estas páginas veremos de nuevo al dragón rojo, que parece proteger a Fone Bone del Enmascarado, Kingdok y las mostrorratas. También desfilan por este número el insecto Ted –que cada vez se asemeja más a una especie de conciencia— y las ardillas. Las mejores secuencias tendrán lugar durante la tormenta, donde el autor juega con la luz de los relámpagos para involucrarnos más en la historia. Otra viñeta divertida es el salto del barranco de Smiley…

Alusiones a Moby Dick y persecuciones sin descanso dan pie al regreso a Barrelhaven, donde se vivirá una nueva competición. De esta manera, todo queda en suspenso hasta el mes de septiembre, cuando Astiberri edite el siguiente tomo en color, titulado “El matador de dragones”.



Volumen complementario de la serie, aún sin fecha de edición en España.

6.2.07

Reseñas: Concrete #3 (Una Criatura Frágil)

Concrete #3: Una Criatura Frágil, de Paul Chadwick (Norma Editorial, enero de 2007). 208 páginas. B/N. 14 euros.

Resulta una gozada sumergirse en el universo de Concrete, plagado de guiones interesantes y hermosas viñetas. ¿Aún no lo habéis probado?

El grueso de este tomo está formado por la entretenidísima serie limitada “Una criatura frágil”, que sitúa a Concrete en el rodaje de una película de ciencia-ficción titulada “Los reyes del omniverso”. Chadwick aprovecha la ocasión para narrarnos su experiencia como director artístico y mostrar una industria llena de envidias, sabotajes y extravagancias. Mientras Ron Lithgow abarata los efectos especiales de la producción y sobrelleva el ego del musculoso protagonista, Maureen confiesa el secreto de su investigación a un científico con el que llega a intimar. El autor, como explica en el prólogo, experimentó con la plumilla en estos cuatro números, ofreciendo un trazo distinto pero igual de convincente.

“El abrazo gris”, “Brillar con intensidad”, “Unos empujoncitos” y “La siguiente será mejor” son historias cortas que ya aparecieron en la antología en formato grande que editó Norma en los años noventa. Todas están fechadas en 1987 e insisten en la relación de Concrete con Hollywood y su asistencia a fiestas. Además, se presentan el personaje de Strangehands, una artista que se inspira en el hombre de roca a la hora de pintar sus cuadros. Otras escenas de rutina y sueños prohibidos completan esta parte.

“Disparos en el crepúsculo” explica por qué Larry lleva una venda en la cabeza durante el rodaje de la película. “El secreto de Byrdland” nos habla del propietario de una casa llena de pasadizos y tesoros. Y por último, la divertida “El impulso artístico” retoma a dos personajes que tiempo atrás invitaron a Concrete a un cumpleaños infantil, en una trama con desnudos, sorpresas y cámaras ocultas.

Como de costumbre, la edición de Norma incluye una introducción donde el autor habla sobre algunos episodios contenidos en el volumen y una galería de portadas e ilustraciones.

5.2.07

Parodias Guadiana #4

¡Y llegamos al fin de nuestra serie paródica! Una cuarta entrega de homenaje a Paul Grist y su fabuloso Kane. ¿Recordáis aquellos maravillosos flash-backs? Pues de eso trata la tira de hoy. ¡Hasta próximos experimentos!

2.2.07

Reseñas: El Club Eltingville (Evan Dorkin)

El Club Eltingville de Cómic, Ciencia-Ficción, Fantasía, Terror y Juegos de Rol: Evan Dorkin (La Cúpula, enero de 2007). 68 páginas. B/N. PVP: 7,50 euros.

Los dibujos de Evan Dorkin son una mezcla de Terry Moore, Dean Haspiel y Alex Robinson. Las páginas de El Club Eltingville contienen mucho más texto de lo que puede aparentar en principio este volumen mediano. Las historias son idóneas para freaks y nerds de todo el mundo –al fin y al cabo comparten casi las mismas referencias subculturales-, pues hablan de coleccionistas patológicos y malhablados que se desviven por las figuritas que regalan con los menús infantiles.



Puedes ver más grande esta herejía.

Bill, Pete, Josh y Jerry son asiduos compradores de Toys ‘R Us y a veces organizan maratones de 36 horas viendo Dimensión Desconocida. En las reuniones del club hacen recuento de sus adquisiciones y discuten de todos los asuntos posibles. Entre ellos se retan a “preguntas y respuestas”, una batería de cuestiones rebuscadas que puede no tener final. ¡Cualquier esfuerzo es pequeño ante ese Boba Fett que venden en la tienda de cómics!



Argumentos contundentes sobre el cómic como método de evasión.

Otro de los nueve episodios que contiene este libro es una especie de bitácora de Josh Levy, el aficionado más ambicioso del grupo. Asimismo, se incluyen las aventuras de El Colectivo de Cómics Northwest, unos fans del underground situados en las antípodas de los personajes anteriores. Ellos son radicales, hacen fanzines experimentales… Pero en el fondo les une el mismo fanatismo. Una de las tramas del club titular convierte a Bill, el experto en tebeos, en víctima de un secuestro. La responsable es su madre, que quiere curarle de su hobby malsano. ¿Y os imagináis de lo que pueden ser capaces a través del teléfono en un programa de teletienda?

Se agradece que la edición de La Cúpula cuide la rotulación con el trabajo manual de Marqués.

1.2.07

Reseñas: JLA/JLE #11

JLA/JLE #11, de varios autores (Planeta de Agostini, enero de 2007). 192 páginas. Color. PVP: 9,95 euros.

Este volumen sólo trae una historia de la rama europea de la Liga de la Justicia, que continúa la trama del gato amarillo. La mascota será secuestrada y los hombres de gafas oscuras ponen mucho interés en devolverlo después de convertirlo en una cámara espía. El episodio cuenta con los lápices del cada vez más convincente Marshall Rogers, que sustituye a –¡aleluya!- Bart Sears.

Mientras, en América, Guy Gardner y Hielo se dan otra oportunidad. Lo que no saben es que Blue Beetle aprovechará su asistencia a un espectáculo de patinaje para darle una sorpresa que no podrá olvidar. A continuación da comienzo la saga del General Gloria, un superhéroe patriótico salido de los tebeos y la única persona a la que respeta el green lantern más rebelde. Asistiremos a la subasta de este clásico de los cómics y poco a poco conoceremos las intenciones de Schmidt y sus secuaces nazis. No os perdáis el Überbot ni la participación de Shilo Norman. Estas aventuras están dibujadas por la constante y efectiva Linda Medley.



¿El Garden? ¿Quién es el Garden?

El número de Quarterly versa sobre el retorno a la Tierra de Mr. Nébula en busca del Esquiador Escarlata. A través de sus páginas conoceremos el verdadero origen del moldeador de mundos, al tiempo que la Liga sufre unas cuantas bajas, pues sólo estarán disponibles el Detective Marciano, Hielo, Zorra Carmesí, Blue Jay y G’Nort. La resolución de la lucha, con un viaje al interior del villano, es una especie de homenaje de Giffen y DeMatteis a Isaac Asimov. La segunda historia de este título, más breve, enfrenta a Fuego y Hielo contra dos malos clásicos como Capitán Frío y Ola de Calor. El artista encargado del especial es el correcto Tom Artis.

La edición de Planeta incluye las cubiertas originales y un artículo de David Hernando sobre el origen de Guy Gardner y Hielo.



¿Adónde vas con las Oreo?